Despido con preaviso: cuántas horas deben darte para buscarte otro empleo

En España, es altamente improbable que suceda, pero la ley prevé el supuesto en el que una empresa despida a un trabajador con un preaviso de 15 días y el empleado mantenga sus funciones durante esas dos semanas. Lo más habitual es que el despido se produzca un viernes a última hora y sin posibilidad de volver al lugar de trabajo el lunes posterior. La idea de las empresas es minimizar el impacto emocional que pueda suponer un despido en un trabajador o incluso en sus compañeros. Pero, ¿cómo es posible? ¿No está obligada la empresa a despedir con preaviso de 15 días? ¿Hay algún caso en el que no sea obligatorio?

Lo cierto es que la empresa no siempre está obligada a aplicar esta norma, a pesar de la creencia popular. Por eso, tal y como explica Luis San José Gras, socio del área de Derecho Laboral de AGM Abogados, "la empresa solamente tiene que conceder un plazo de preaviso de 15 días de antelación a la efectividad del despido, en los que sean por causas objetivas. En este caso, el artículo 53 del Estatuto de los Trabajadores señala que en los despidos objetivos deberá de concederse un plazo de preaviso de 15 días, computado desde la entrega de la comunicación personal al trabajador hasta la extinción del contrato de trabajo".

En estos casos, se entiende que el trabajador ha incumplido sus obligaciones o ha causado una caída manifiesta y prolongada de su rendimiento. Entonces, ¿por qué querría la empresa mantenerlo en plantilla? Peor aún, ¿por qué desearía ese hipotético empleado quedarse en un trabajo en el que se le valora tan negativamente? Quizás, una explicación sea una curiosa norma recogida en el Estatuto de los Trabajadores. Y es que San José explica que, "durante dicho periodo de preaviso de quince días, la persona trabajadora tendrá derecho, sin pérdida de su retribución, a una licencia de seis horas semanales con el fin de buscar nuevo empleo". 

Es decir, que si un trabajador se encuentra en la improbable situación de saber que en 15 días será despedido, tiene derecho a utilizar seis horas semanales (13 horas y 12 minutos exactamente durante ese período de preaviso) para buscarse un nuevo empleo. De hecho, si la empresa dispone de herramientas para esa búsqueda de empleo (como un ordenador y conexión a internet), en principio no podría negarse a que el empleado pase ese tiempo en su puesto de trabajo buscando un nuevo empleo, lo que no deja de ser una situación paradójica.

En cualquier caso, dado que gran parte de los trabajadores desconoce el artículo 53.2 del Estatuto de los Trabajadores en el que se incluye esta obligación, muchas veces se pierde este derechos, ya que debe ser el trabajador quien lo solicite de forma escrita. De no hacerlo, la empresa puede alegar que no se le solicitó formalmente y, por ello, no facilitó esas horas al empleado. Además, si no dispone de herramientas para la búsqueda de empleo en su lugar de trabajo, el empleado puede ausentarse de su puesto durante esas 13 horas y 12 minutos para hacerlo como más le convenga.

Pero, ¿qué ocurre cuando la empresa decide no comunicar el despido a tiempo? "En el caso que no sea concedido el plazo de preaviso de 15 días, la empresa deberá de remunerar dichos días dejados de preavisar", explica San José. Un coste que la gran mayoría de las veces se calcula previamente para poderlo asumir y no tener que mantener a un empleado descontento por su inminente despido que, además, tampoco puede aportar demasiado a la empresa.

Y es que este es el principal motivo por el que muchas empresas despiden a un trabajador de la noche a la mañana, sin preaviso: una vez comunicado el cese, consideran que el trabajador puede aportar poco o nada a la producción y, en cambio, sigue estando dentro de la empresa, con contacto diario para los compañeros, por lo que puede suponer un riesgo si decide extender su opinión de la compañía que, salvo contadas excepciones, suele ser muy negativa en ese momento. Sobre todo, porque entre las principales causas que avalan un despido objetivo se encuentran la ineptitud del trabajador o la falta de adaptación a la empresa.