Las seis habilidades que todo líder debe practicar (y nunca podrán estudiarse)

  • Los grandes directivos coinciden en que ciertas condiciones básicas del liderazgo solo pueden aprenderse a base de práctica. Son estas
Estudiar no es suficiente, hay que practicar. / Pixabay
Estudiar no es suficiente, hay que practicar. / Pixabay

Se escriben todos los años cientos de libros sobre liderazgo y miles de artículos sobre las cualidades que distinguen a un buen jefe. Pero poco importa lo que leas sobre el asunto, tampoco lo que aprendas en una universidad o un carísimo MBA: lo cierto es que las más importantes habilidades directivas se aprenden con la práctica.

Los veteranos consultores expertos en management Ron Ashkenas y Brook Manville firman el manual Harvard Business Review Leader's Handbook, para el que han entrevistado en profundidad a 40 directivos exitosos de grandes corporaciones startups y ONG para conocer su visión de lo que se necesita para ser un gran líder. Además, han revisado todas las publicaciones que la prestigiosa escuela de negocios ha realizado al respecto en las últimas décadas. Una cantidad ingente de información que aborde, no obstante, una conclusión clara.

“Nuestra investigación y experiencia nos han demostrado que la mejor manera de desarrollar competencias en el liderazgo no es solo leyendo libros y asistiendo a cursos de capacitación, sino a través de la experiencia real y la práctica continua”, aseguran los autores.

La práctica hace la perfección

La mayoría de los directivos entrevistados por Ashkenas y Manville al señalar qué aspectos les facilitaron más su desarrollo como líderes no señalaban cursos o libros, sino más bien experiencias que les obligaron a ponerse las pilas y aprender cosas nuevas.

La investigación señala en concreto seis habilidades de los líderes en las que la práctica es especialmente importante. “No son misteriosas y, ciertamente, no son nuevas”, reconocen los autores. “Sin embargo, los líderes con los que hemos hablado enfatizan que estas habilidades fundamentales realmente importan”. Son estas:

1. Conforma una visión que sea emocionante y desafiante para su equipo (división, unidad u organización).

2. Convierta esa visión en una estrategia clara sobre qué acciones tomar y qué no hacer.

3. Recluta, desarrolla y recompensa a un equipo de grandes personas para llevar a cabo la estrategia.

4. Céntrate en resultados medibles.

5. Fomenta la innovación y el aprendizaje para sostener a tu equipo (u organización) y hacer crecer nuevos líderes.

6. Dirígete a ti mismo: aprende a conocerte, mejora tu trabajo y adminístralo para lograr un equilibrio adecuado con la parcela personal.

“Sin importar en qué punto te encuentres de tu carrera, puedes encontrar oportunidades para practicar estas seis habilidades”, apuntan los autores. “Tendrás diferentes grados de éxito, lo cual es normal. Pero al reflexionar sobre tus éxitos y fracasos en cada paso y obtener comentarios de colegas y mentores, seguirás haciendo ajustes positivos y encontrarás más oportunidades para aprender”.

Este ejercicio de reflexión es mucho más importante de lo que parece. Hay estudios que muestran que los trabajadores pueden mejorar su rendimiento hasta en un 20 % empleando solo 15 minutos al final de cada día para reflexionar por escrito sobre lo que han hecho bien, lo que han hecho mal y lo que han aprendido.

Si quieres convertirte en un líder, tienes que practicar el liderazgo. Y no es necesario esperar a que este llegue en tu trabajo: los grandes directivos han sido, en muchos casos, líderes bregados en batallas no laborales, ya sea el asociacionismo, la militancia política o el voluntariado.

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