Cuanto mejor, peor: por qué las personas más inteligentes no son buenos líderes

  • Un nuevo estudio asegura que las capacidades de liderazgo disminuyen a partir de un determinado cociente intelectual
El presidente ruso, Vladimir Putin, con el presidente estadounidense, Donald J. Trump (EFE)
El presidente ruso, Vladimir Putin, con el presidente estadounidense, Donald J. Trump (EFE)

Podríamos escribir cientos de páginas sobre qué entendemos por “inteligencia”, pero en su definición más básica hablamos de la capacidad de adquirir conocimientos y aplicarlos en la resolución de problemas. Y, bajo esta premisa, parece lógico pensar que las personas más inteligentes son las mejor capacitadas para dirigir una organización dada. Pero no es cierto. Pasado un punto, a mayor inteligencia peores son las capacidades de liderazgo.

Es la principal conclusión de una investigación liderada por el profesor de la Universidad de Lausane John Antonakis, que ha entrevistado a 379 directivos de nivel medio (27 % mujeres) de 30 países europeos y todo tipo de áreas de actividad.

Los directivos realizaron un test de inteligencia estándar y, después, los investigadores preguntaron a ocho de sus colegas (compañeros, jefes y subordinados) cómo valoraban su capacidad de liderazgo.

De media, los directivos registraron un cociente intelectual de 111 (cuando la media de la población general es de 100), pero se registraron grandes diferencias. En general, los estilos de liderazgo de las mujeres fueron mejor valorados y, en menor medida, también los de los líderes de mayor edad; pero la mayor parte de la varianza se debió a la personalidad y la inteligencia.

Al igual que han demostrado muchos trabajos previos, la inteligencia se relaciona de forma positiva con la efectividad del liderazgo, pero esta asociación se reduce hasta llegar a invertirse a partir de un cociente de inteligencia de aproximadamente 120. Los líderes que superaban esta cifra eran peor valorados en cuanto a su liderazgo transformacional e instrumental que sus colegas menos inteligentes. En cocientes superiores a 128 la asociación con un liderazgo menos efectivo es aún más clara y estadísticamente significativa.

Demasiado nunca es bueno

Los hallazgos del estudio, que se ha publicado en el Journal of Applied Psychology, van en la línea de otras investigaciones anteriores, sobre las habilidades políticas o el carisma, pero es algo que nunca se había demostrado respeto a la inteligencia: cuando una persona es extraordinaria en una cualidad dada, suele fallar cuando se valoran sus capacidades de forma global.

Como apunta Alex Fradera en un comentario sobre el estudio publicado en la revista de la Sociedad Británica de Sociología, “es posible que los líderes que destacan intelectualmente y que son propensos a un lenguaje complejo sean menos inspiradores. Les puede resultar difícil anticipar lo que será un desafío para los demás y cómo reducir las tareas a un nivel apropiado de simplicidad”.

Sin embargo, en opinión de Guillermo Fouce, doctor en psicología y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, no es que las personas más inteligentes sean peores líderes, es que en realidad tienen un tipo distinto de inteligencia que la que caracteriza a estos.

“Hoy no se admite que haya solo una inteligencia”, apunta Fouce a La Información. “Lo que mide el test de inteligencia intelectual son dos de ellas: la lingüística y la matemática. Pero deja fuera otras cinco como mínimo, y algunas de ellas son las más relacionada con el liderazgo, como la inteligencia social y la emocional”.

El psicólogo cita uno de los ejemplos clásicos para ilustrar esta teoría: “Albert Einstein estaba en cociente intelectual por encima de todos los demás, pero su vida era horrible. Era poco feliz y no se manejaba bien con la gente”. En definitiva, era un genio, pero no habría sido un buen líder.

Es por esto por lo que, en la actualidad, a la hora de contratar una persona se tienen en cuenta sus competencias, que, según explica Fouce, no es otra cosa que evaluar las distintas inteligencias. Y los mejores líderes son los que tienen estás compensadas, no los que destacan solo en una o dos de ellas.

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