En cuatro pasos

El método Montessori en casa: crear la habitación perfecta para niños prodigio

La crisis del coronavirus ha provocado que alumnos y padres deban adaptarse rápidamente a la educación online y a crear espacios de estudio innovadores.

Habitación método montessori
El método Montessori en casa: crear la habitación perfecta para niños prodigio.
Photographee.eu/Leroy Merlin

Entre las muchas cosas que ha cambiado la pandemia, la educación -junto a la crisis del empleo- es una de las que más impacto está teniendo entre la población. En el último año, hemos pasado de un modelo 100% presencial en las etapas primaria y secundaria a épocas de cierre absoluto de colegios o, en los últimos meses, una enseñanza a caballo entre las clases de siempre y el online, cuando se detectan positivos por Covid o se producen confinamientos de alumnos por contactos de riesgo. En medio de este caos, hay quien ha aprovechado crear espacios de estudio de lo más innovadores. Incluso para llevar el método Montessori a casa.

Probablemente, porque estos padres son conscientes de que existe una correlación entre algunas de las personas más ricas del planeta y el método Montessori, la educación de élite que han recibido algunos millonarios como Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta. Sergey Brin y Larry Page también fueron educados siguiendo este método. Años después, ambos crearían Google y, actualmente, están en el 'top ten' de las mayores fortunas del planeta. Otros que también estudiaron con este método son Jimmy Wales, fundador de Wikipedia, la artista y empresaria de éxito Beyoncé o el fallecido premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. Pero, ¿qué tiene de especial este método educativo?

El método Montessori es un método pedagógico que tiene como objetivo fomentar el desarrollo del niño a través de su seguridad e independencia. Para ello, se basa en principios como el aprendizaje por descubrimiento, la elección personal del alumno, los juegos colaborativos o las clases sin interrupciones. Por eso, una buena manera de convertir su habitación en la de un 'niño prodigio' es crear un entorno con unas determinadas características para fomentar su desarrollo. Y desde Leroy Merlin proponen hacerlo siguiendo cuatro pasos.

1. Decoración sencilla y alegre

Pintar las paredes de colores suaves ayudará a crear un ambiente más relajado. Si se quiere aportar color sin recargar el espacio puede optarse por colocar papel pintado en una de las paredes y pintar el resto en un color en combinación. Una alfombra hará más cómodo y seguro el espacio y les invitará a jugar en el suelo, si lo desean. Sin embargo, una habitación Montessori no se caracteriza por la estética, sino por su practicidad:  eliminando elementos decorativos innecesarios dejamos espacio para cosas más útiles para el niño y su desarrollo.

2.Autonomía para vestirse

Un pequeño armario con la barra y perchas a su altura le ayudará a ganar autonomía y seguridad a la hora de tomar decisiones, podrá elegir la ropa, cogerla, guardarla y aprender a vestirse cada vez con menos ayuda, incluso desde edades muy tempranas. Un pequeño taburete le ayudará a la hora de ponerse los zapatos o los pantalones. Colocando un espejo podrá construir su esquema corporal y observar sus movimientos, una de las prácticas más básicas a la hora del desarrollo automotriz y del autoconocimiento anatómico.

3. Rincón de lectura

Una de las claves a la hora de crear cualquier espacio Montessori es dedicar un área a cada tarea. El rincón de lectura permite concentrar todos sus cuentos en un único lugar. El niño sabrá dónde buscarlos cuando quiera leer y dónde guardarlos una vez haya terminado (algo que, al mismo tiempo, fomenta la organización). Para ello, pueden emplearse estantes de pared, especieros o módulos de baja altura, pero si la colección de libros es aún pequeña puede crearse una pequeña librería-revistero que los haga aún más accesibles.

4. Un escritorio a su altura

Una mesa y silla a su altura servirá para crear un lugar cómodo en el que hacer los deberes, pintar, jugar con plastilina… La forma más fácil de conseguir un elemento así es crearlo desde cero. La principal ventaja de embarcarse en este proyecto es la posibilidad de hacerlo justo a la medida del niño y totalmente personalizado, lo que permitirá ajustarse a su desarrollo y no al revés. Además, proporcionarle acceso a aulas virtuales donde interactuar y jugar con otros alumnos de su elección le permitirá no perder del todo ese espíritu colaborativo que se suele dar en entornos Montessori presenciales.

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