Riesgo en los bonos

Algunos grandes inversores ven una crisis de deuda en EEUU, ¿riesgo en 'treasuries'?

El incremento de las emisiones vivas y el déficit público de Estados Unidos causa preocupación porque se produce después de un aumento de las tasas de interés y en un contexto de crecimiento económico.

Joe Biden, presidente de EEUU y candidato a las primarias del Partido Demócrata.
Joe Biden, presidente de EEUU y candidato a las primarias del Partido Demócrata.
DPA vía Europa Press

Jamie Dimon, presidente y consejero delegado de JPMorgan, Larry Fink, primer ejecutivo de BlackRock, Ray Dalio, fundador de Bridgewater, Ken Griffin, de Citadel y Olivier Blanchard, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), coinciden en algo: los cinco prevén una gran crisis de deuda en EEUU en los próximos años. Consideran que el gasto público está fuera de control y que esto podría constarles a los estadounidenses una merma en el poder adquisitivo de sus hogares y amenazaría incluso  su seguridad nacional.

La deuda federal estadounidense asciende a más de 26,2 billones de dólares, equivalente al 97% del producto interior bruto. Se estima que el coste de los intereses podría alcanzar el billón de dólares en 2026 y el déficit público no bajará del 5% en los próximos 10 años.

El incremento de la deuda y el déficit causa preocupación porque se produce después de un aumento de las tasas de interés y en un contexto de crecimiento económico. La promesa de Donald Trump de renovar los recortes fiscales, que expiran el próximo año, si derrota a Joe Biden en las elecciones presidenciales de este año, añade más incertidumbre.

¿Por qué una crisis de deuda? ¿Es evitable?

Según Álvaro Sanmartín, de Amchor Investment Strategies, la deuda en Estados Unidos está en “una trayectoria insostenible”. La situación es compleja, porque ninguno de los dos partidos principales parece tener ganas de “acometer un programa de consolidación fiscal que sea creíble”, explica.

La emisión de deuda no es mala para la economía si es productiva. Si genera el dinero suficiente para pagar los intereses de esa deuda y devolver el principal contribuyendo al crecimiento. El problema es la deuda improductiva que no genera crecimiento económico y el riesgo de ‘japonización’ de la economía (un largo periodo de estancamiento económico y deflación similar al experimentado por Japón desde los años 90).

Phillip Swagel, director de la Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos, indica que “aún no ha llegado a ese punto”, pero advierte en una entrevista con 'Financial Times' sobre la posibilidad de que los mercados de bonos “respondan” negativamente a las políticas fiscales, como sucedió en Reino Unido con el Gobierno de Liz Truss durante la crisis del otoño de 2022.

El recuerdo del colapso de la libra y el caos político en Reino Unido

Entonces, el Reino Unido sufrió una crisis financiera y política sin precedentes tras la presentación de un "mini presupuesto" por parte del gobierno de Liz Truss. Este presupuesto incluía amplios recortes de impuestos y un plan de apoyo energético masivo en un contexto de tasas de interés crecientes y una recesión inminente.

La respuesta de los mercados fue inmediata y severa, con una venta masiva de activos británicos que llevó a la libra a caer un 37% frente al dólar en pocos días y a un aumento récord en los rendimientos de los bonos. Esto provocó a su vez, una crisis en los fondos de pensiones por sus inversiones apalancadas en bonos del gobierno.

Sanmartín considera que Estados Unidos, a pesar de sus propios desafíos fiscales, podría evitar un destino similar. Indica que es probable que tome medidas proactivas para controlar el gasto y aumentar los ingresos públicos, contrarrestando así las decisiones fiscales que llevaron al Reino Unido a una situación crítica de la que todavía no se ha recuperado.

¿Peligran los “Treasuries”?

A pesar de los grandes desequilibrios, Borja Gómez, director de análisis de Dunas Capital destaca varios factores que minimizan el riesgo de un impago de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, conocidos como ‘Treasuries’. Entre ellos, la posición dominante del dólar como divisa de reserva mundial y la fortaleza en la demanda de los ‘Treasuries

“Por cada dólar de bonos que el gobierno quiere vender, hay ofertas por más de dos dólares de los acreedores. En otras palabras, hay al menos el doble de dinero dispuesto a comprar los bonos de lo que el gobierno está vendiendo”, comenta.

Por otro lado, en caso de una disminución en la demanda de bonos, la Reserva Federal podría introducir cambios regulatorios para asegurar una demanda estable. Una estrategia posible sería “modificar la regulación para que los bancos puedan contar con una mayor capacidad de absorber estos bonos, excluyéndolos del ratio de apalancamiento”. Esto proporcionaría a los bancos más margen para invertir en bonos del Tesoro, aumentando así la demanda y su estabilidad.

Mostrar comentarios