Las buenas noticias económicas en EEUU traen consigo un panorama incierto para la hoja de ruta de la Reserva Federal (Fed) para 2024. Lo que parecía una línea recta hacia las esperadas rebajas de los tipos de interés se está tornando en un camino lleno de curvas que parecen retrasar el reloj de Jerome Powell. Las actas del banco central de la reunión del pasado 19 y 20 de marzo reflejan la resistencia a bajar las tasas de referencia por el sólido impulso económico, la mejora del mercado laboral y las lecturas algo frustrantes de los indicadores de inflación en EEUU.
"Los participantes observaron indicadores que apuntaban a un fuerte impulso económico y lecturas decepcionantes sobre la inflación en los últimos meses y comentaron que no esperaban que fuera apropiado reducir el rango objetivo para la tasa de fondos federales hasta que hubieran ganado mayor confianza en que la inflación se estaba moviendo de manera sostenible hacia 2 por ciento", según el documento publicado este miércoles que resume ese debate en el seno de la Fed.
Para la Fed, que vuelve a reunirse el próximo 30 de abril y 1 de mayo, la preocupación de que la inflación no esté bajando lo suficientemente rápido representar ahora uno de los enfoques centrales a tener en cuenta. El repunte de los IPCs de febrero y marzo por encima de las previsiones y el hecho de que la inflación subyacente vuelva a acercarse a la cota del 4% está impidiendo al banco central tomar una postura más clara hacia un relajamiento de su política monetaria, que sigue en terreno restrictivo con los tipos de referencia al 5,25-5,5% y el ajuste de su cartera de bonos a un ritmo de -95.000 millones de dólares al mes, que retira liquidez de los mercados de deuda.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) volvió a votar a favor de mantener estables las tasas de financiación a corto plazo y mantuvieron un texto en su declaración muy similar a la reunión previa. No obstante, el lenguaje del banco central comenzó a incorporar la posibilidad de no mover tipos.
Los miembros de FOMC coincidieron en señalar que la política monetaria "seguía bien posicionada para responder" a los riesgos de doble dirección que pesan sobre la economía de EEUU, "incluida la posibilidad de mantener la actual postura restrictiva por más tiempo en caso de que el proceso de desinflación se desacelere, o reducir la moderación de las políticas en caso de una debilitamiento inesperado de las condiciones del mercado laboral", según las actas de la reunión de la Fed.
De hecho, durante los últimos días, algunos miembros de la Fed como Neel Kaskhari (Minneapolis), Michelle Bowman (Nueva York) o Raphael Bostic (Atlanta) han dado alas a un cambio de expectativas oficiales del banco central para este año. Hay que recordar que el cuadro de previsiones oficial que publicó la Fed en marzo mantiene la previsión de tres rebajas de tipos en EEUU tras la revisión al alza de las previsiones de crecimiento y a la baja de la inflación. No obstante, tras esa cifra se esconde una división: 10 funcionarios ven 3 o más recortes de tipos; y 9 entre dos o menos.
Sin embargo, cuando se actualice en junio ese diagrama de previsiones todo puede cambiar otra vez. Kaskhari abrió la puerta el viernes a que no bajen los tipos en 2024, Bowman ha alertado sobre el riesgo de que incluso suban si la inflación repunta y Bostic ha señalado que, en su opinión, solo habrá una rebaja de tipos este año. La divergencia de opiniones dentro del banco central da cuenta de la complejidad del panorama que tiene la Fed, con un mercado laboral al alza, la economía en claro crecimiento y una inflación que se acelera en lugar de frenar.
