Es mucho más pequeño, pero para los inversores vale más. Bankinter, el banco controlado por la familia Botín con un 23% del capital, está a punto de escalar una nueva posición en el ranking bancario del Ibex 35 después de haber superado al Sabadell hace apenas dos meses. Ahora se dispone a dar caza a Bankia, el gigante financiero controlado por el Estado, en términos de capitalización bursátil. Al cierre de la sesión del viernes, el valor en bolsa del banco naranja se situaba en los 5.519 millones de euros, apenas 140 millones menos que su rival, aunque varias fases de la sesión llegó a superarle. Este lunes, con la presentación de resultados semestrales de Bankia, podrá volver a esa posición.
De conseguirlo, Bankinter habrá logrado escalar dos posiciones entre los bancos del Ibex 35 en apenas dos meses, pero no lo hará por méritos sino por menos deméritos que sus rivales. En lo que va de 2019, la entidad financiera que dirige Mª Dolores Dancausa ha perdido el 13% de su valor en bolsa y vuelve a situarse en niveles de 2015. Sin embargo, tanto Bankia (-28%) como Caixabank (-28%) o Sabadell (-16%) han tenido resultados aún peores. Esta foto bursátil contrasta con el ascenso de los dos bancos globales: Santander (+2%) y BBVA (+4%). De hecho, por primera vez, un banco del Ibex vale más que el resto de entidades juntas.
El tamaño no importa, la rentabilidad sí
El ascenso de Bankinter se ha producido pese al menor tamaño de su negocio (76.000 millones en activos) en comparación con Sabadell (170.000 millones), pero sobre todo con Bankia (205.000 millones), que es casi tres veces mayor en cuanto a perímetro de negocio. Sin embargo, la rentabilidad marca la diferencia frente al tamaño ante los ojos de los inversores, que son quienes pagan el precio de sus acciones.
El ROE (rentabilidad sobre recursos propios) de Bankinter se situó al cierre del primer semestre en el 12,9% frente al 7% del Sabadell o el 6,6% (hasta marzo) de Bankia. Se trata de un indicador que hay que poner en la balanza junto al coste de capital, ratio que señala la viabilidad y si una entidad financiera gana dinero o no por su actividad. El Banco de España señala que ese nivel se encuentra entre el 8% y 10% en función de la entidad. Solo Bankinter supera la barrera entre los bancos domésticos, mientras que BBVA y Santander se apoyan en sus negocios exteriores fuera de España para superar esa barrera.
Otro de los factores diferenciales que han hecho caer a Bankinter menos que a sus competidores es la escasa presencia en banca mayorista o de empresas, su alta presencia en productos para particulares, nóminas, escasa estructura de oficinas y fuerte posición en seguro. Pese a todo ello, Bankinter no es ajena a las incertidumbres políticas que están pesando de forma visible tanto en Bankia -por la presencia del Estado en el accionariado-, Caixabank o Sabadell, afectadas por la incertidumbre jurídica en Cataluña que les obligó a buscar sede en otras regiones.
El banco que dirige Dancausa se ha referido a esta cuestión esta misma semana en un folleto de riesgos de una emisión de deuda. “Los procesos electorales y la inestabilidad política en la Comunidad Autónoma de Cataluña podría conllevar una disminución de la inversión y una ralentización del crecimiento económico, lo que podría afectar negativamente a los negocios y clientes del grupo. En términos de inversión, Cataluña representa un 10% del total del negocio de Bankinter en España”, explica el banco.
Accionistas polémicos
En este cara a cara bursátil, tanto Bankinter como Bankia se han visto marcados por la identidad de sus dueños: el primero, con un accionista condenado por la Justicia (Jaime Botín); el segundo, con una condena de accionista. El grupo que dirige José Ignacio Goirigolzarri sigue penalizado por las necesidades de venta que tiene el Estado, que tiene un 61% del capital a través del FROB, por los compromisos de venta de su participación que pactó con Bruselas. Sin embargo, desde la etapa De Guindos, la venta de estas acciones se ha ido retrasando y cada vez valen menos. Desde 2015, Bankia ha perdido alrededor de 6.700 millones de euros de capitalización bursátil.
Bankinter cuenta como accionista de referencia con Jaime Botín, tío de la actual presidenta de Banco Santander. Los accionistas de referencia del banco naranja cuentan con un 23% de las acciones, una parte de ellas han sido causa de la condena y sanción de 300.000 euros que recibió Botín por haber ocultado que era propietario de un 7% del banco a través de una fundación suiza. En 2010, de la noche a la mañana, Cartival, la sociedad familiar, elevó su posición del 16% al 23% de Bankinter en plena guerra accionarial con Credit Agricole, que había ido pidiendo permiso al Banco de España cada vez que iba a bolsa a comprar acciones. Tras aquella jugada, se retiró estupefacto más allá de los Pirineos.
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