Tres semanas de caídas

Putin no evita la caída: la bolsa rusa se desangra conforme la guerra se alarga

Los principales índices bursátiles no han logrado mantener el repunte que las medidas del Kremlin impulsaron y las caídas se agravan a medida que se levantan las restricciones en el mercado.

Putin
La Bolsa de Rusia se desangra conforme la guerra se alarga en el tiempo
EFE

Tras la invasión rusa de Ucrania, la atención se dirigió a la Bolsa de Moscú, con menor visibilidad hasta ahora pero donde los oligarcas mantienen invertidos millones de euros. El desplome fue histórico y el efecto de las sanciones de Occidente contra la economía rusa obligaron, entre otras medidas, a suspender la actividad bursátil. La reapertura dio cierta imagen de optimismo, llegó a subir un 35% desde su mínimo. Sin embargo, una vez que las restricciones al mercado impuestas por Vladimir Putin para evitar el desplome se han ido levantando, las cotizaciones rusas mantiene una tendencia bajista con tres semanas consecutivas en rojo y una caída próxima al 20%

En concreto, el índice Moex, denominado en rublos, cerró este viernes con una caída semanal de casi el 8%, su peor semana desde que estallara la guerra. Las dos semanas anteriores ya se había dejado más de un 6% de su valor cada una. Así, cuando se cumplen dos meses del inicio de la guerra, la capitalización del índice MOEX se deja casi 48.000 millones de euros. Al cierre de este viernes no superaba los 134.000 millones de euros, frente a los casi 182.000 millones que registraba justo antes del primer ataque del Kremlin en territorio ucraniano. El índice RTS, denominado en dólares y condicionado por la evolución del par rublo-dólar, modera la caída, aunque el retroceso en el mes de abril asciende al 6,5%.

Las pérdidas de las últimas semanas borran parte del el repunte registrado justo después de la reapertura del mercado ruso. La Bolsa de Moscú sufrió un cierre histórico después de que el 24 de febrero el índice Moex se desplomara un 33% en medio de una gran volatilidad. Tras casi un mes sin actividad, la reapertura fue positiva con una subida del 4%, sin embargo, las ganancias estaban condicionadas a las medidas impuestas y que, una vez que se han ido retirando, han dado paso a una caída, aunque más lenta de las cotizaciones rusas. Control horario, prohibición de las ventas a los inversores extranjeros o de las posiciones cortas fueron algunas de las restricciones que evitaron la debacle bursátil. 

Ante esta tendencia bajista, solo tres valores, de los más de 40 que componen el Moex, se mantienen en positivo en el año. Destaca PhosAgro, un holding químico ruso y uno de los principales productores mundiales de abonos a partir de fosfatos y proveedor europeo de fertilizantes en un momento clave para la industria. Por el contrario, compañías relevantes como los bancos VTB Bank y Sberbank, ambos afectados por las sanciones de Occidente que los excluye del sistema de pagos SWIFT, destacan entre las caídas. Severstal, la cuarta siderúrgica más grande de Rusia en manos del oligarca Alexey Mordashov, o la aerolínea Aeroflot han perdido un 34% y un 48%, respectivamente.

También caen con fuerza las compañías petroleras o gasísticas -Lukoil, Rosneft, Gazprom, Novatek...- ante el posible veto de la Unión Europea al suministro ruso. El bloqueo a estas importaciones es clave para lograr el objetivo de aislar a la economía rusa, ya que financian los planes del Kremlin, incluido la guerra. Precisamente la 'baza energética' es lo que mantiene con vida al rublo, que sí logra mantener el repunte y ya cotiza frente al dólar y al euro en los niveles previos a la invasión.

Sin embargo, por ahora la UE no se pone de acuerdo en cortar por completo los vínculos energéticos con Rusia y solo han vetado las compras de carbón por el riesgo para algunas economías. Por ejemplo, el Bundesbank, el banco central alemán, calcula que un embargo a la energía de Rusia reduciría este año su producto interior bruto (PIB) en casi un 2% respecto a 2021 y llevaría a la economía a la recesión. Entre los países que apuesta por romper relaciones con Rusia está Francia, cuyo actual primer ministro, Emmanuel Macron, se juega este domingo el cargo frente a la ultraderechista Marine Le Pen, quien se opone al embargo ruso.

Incertidumbre sobre la economía rusa

El impacto de las sanciones de Occidente en la Bolsa de Moscú tiene como objetivo a las élites rusas, próximas a Vladimir Putin. Así, mientras la guerra en Ucrania se alarga, los Gobiernos trabajan en nuevas medidas para presionar al Kremlin. Entre otras, Reino Unido estudia revocar el estatus como bolsa  de valores reconocida, lo que implica desgravaciones fiscales, a la Bolsa de Valores de Moscú, una medida que afectaría a las nuevas inversiones. "Envía un mensaje claro: no hay caso para nuevas inversiones en Rusia", dijo la secretaria financiera del Tesoro de Gran Bretaña, Lucy Frazer, en un comunicado.

La reacción de los inversores a retirarse de las acciones rusas también refleja la incertidumbre sobre el rumbo de la economía del país. La agencia de calificación de riesgos Standard and Poor's (S&P) dijo el pasado día 11 que Rusia incurrió ya en el impago técnico de deuda al no aceptar sus acreedores el pago en rublos, divisa nacional con la que el país intentó pagar los cupones de bonos con vencimiento de 4 de abril. No obstante, la gobernadora del Banco Central de Rusia (BCR), Elvira Nabiúlina, defiende que no hay amenaza de suspensión de pagos en el país, ya que dispone de los recursos financieros necesarios para hacer frente a ese riesgo.

Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, explica sobre esta cuestión que el país "tiene aún reservas suficientes como para aguantar cierto tiempo sin acudir a los mercados financieros", por lo que el impacto será a medio y largo plazo. "La única alternativa de Rusia es encontrar otros mercados para sus materias primas y deuda, que no es tan sencillo como pueda parecer, incluso en el caso chino".

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