Diferente tendencia en Wall Street

Las bolsas europeas cogen aire del BCE pese al temor a sustos en los resultados

El mensaje del BCE tras su última reunión alivió los temores a un ajuste rápido de tipos en Europa, mientras en EEUU la Fed ya ha comenzado la subida y los primeros resultados ya lastran las cotizaciones.

Vista del panel del Ibex 35, el principal indicador del parqué madrileño de la Bolsa
Vista del panel del Ibex 35, el principal indicador del parqué madrileño de la Bolsa
EFE/ Altea Tejido

El Banco Central Europeo se resiste a seguir el ejemplo de su homólogo  estadounidense, la Reserva Federal (Fed), y este jueves mantuvo la hoja de ruta de su política monetaria intacta. Su decisión despeja el camino de las bolsas del Viejo Continente, que cierran la semana en positivo, a diferencia de Wall Street y pese al próximo inicio de temporada de resultados que ya lastra a los índices estadounidenses. El mensaje del BCE sirvió para aliviar los temores de los inversores a un ajuste rápido de tipos en la euro zona. Como resultado, las plazas europeas ampliaron sus ganancias. 

El Ibex 35 ha encabezado las subidas en Europa en los últimos días y ha cerrado su tercera semana consecutiva al alza con un repunte superior al 1%. Pese a cerrar por debajo de los 8.700 puntos, el selectivo español llegó a tocar ese durante la sesión por primera vez en casi dos meses y medio. Por su parte, el Cac 40 de París ha cerrado la semana con un avance del 0,6%, después de que la anterior perdió más de un 2% en medio de la volatilidad que provocaron las elecciones presidenciales. En el caso del Dax 40 alemán, el repunte en Jueves Santo no bastan para recuperar las pérdidas de días anteriores. La Bolsa de Fráncfort se ve lastrada en las últimas semanas por las tensiones con Rusia, su principal proveedor energético y con quien las empresas mantienen fuertes lazos. 

Pese a la caída semanal de la bolsa alemana, los mensajes de Christine Lagarde sirvieron para calmar las tensiones generadas por los últimos datos de inflación. El BCE, a diferencia de otros bancos centrales, apuesta por una "normalización a paso de tortuga", como destaca Carsten Brzeski, analista de ING. En ese sentido, añade que hasta la próxima reunión de junio "pueden pasar muchas cosas". Más aún teniendo en cuenta que el BCE también ha advertido del riesgo de recesión. 

Pero, más allá de Europa, las bolsas europeas siguen de cerca la evolución de los precios y del escenario macroeconómico fuera, especialmente en EEUU. La otra gran cita bursátil de esta semana fue la publicación del IPC de EEUU, que marcó máximos desde diciembre de 1981. El dato aumenta las posibilidades de que la Fed aplique una subida de tipos mayor de lo esperado, es decir, hasta 50 puntos básicos y, por tanto, añade presión al BCE, lo que llevó a las bolsas europeas a cerrar en rojo este martes. No obstante, tras digerir el dato, el mercado recuperó cierta calma. El incremento del último mes, del 8,5%, fue similar al estimado por el consenso del mercado y, según los analistas, anticipa que inflación se acerca a su pico máximo.

Los principales índices estadounidenses también digirieron en positivo el dato de inflación. Sin embargo, su tendencia semanal es opuesta a la europea, con el S&P 500 cerrando su segundo semana consecutiva con caídas. El motivo es la ola de 'profit warnings' que están lanzando las compañías tras presentar resultados. Wall Street ya ha iniciado una temporada de resultados agitada, que afectará próximamente a Europa. El balance deja una pérdida de casi el 3% semanal para el Nasdaq, mientras que el S&P cae un 1,5%. 

Inicio de la temporada de resultados con el impacto de la guerra

Incertidumbre es el término de moda en los mercados y lleva a los inversores a buscar pistas sobre cómo afectará la elevada inflación y las señales de desaceleración en las empresas. Las compañías deben rendir cuentas sobre su evolución en el primer trimestre y sus perspectivas, reflejando por primera vez el impacto de la guerra en Ucrania. La atención se centra en el encaje de la inflación y el aumento de los costes en sus ventas finales. Por ahora, las expectativas del mercado sobre los beneficios se han rebajado, sobre todo para EEUU. No obstante, Ben Laidler, analista de eToro, destacaba esta semana que "se descuenta que para final de año el crecimiento de resultados podrá experimentar alzas mayores". 

La guerra en Ucrania es uno de los factores a tener en cuenta y afectará según la exposición y presencia en Rusia. La mayoría de compañías han ordenado el cierre de sus fábricas, plantas o tiendas en el país con un impacto millonario en sus cuentas. Por ejemplo, Nokia ha sido una de las últimas en sumarse a la lista de multinacionales que han abandonado el país tras la invasión de Ucrania y afrontará un impacto de 100 millones de euros, mientras que Ericsson, ha hecho una provisión de 88 millones de euros. 

Pero, además, el conflicto lastra el escenario macroeconómico. Los bancos estadounidenses dieron el pistoletazo de salida a la temporada de resultados anunciando caídas en sus beneficios. JP Morgan, Goldman Sachs o Wells Fargo redujeron sus ganancias respecto al primer trimestre de 2021, incluso por debajo de lo esperado por el mercado, reflejando ya las consecuencias de la guerra y las sanciones contra Rusia en la actividad económica. "Vemos importantes desafíos geopolíticos y económicos por delante debido a la alta inflación, los problemas de la cadena de suministro y la guerra en Ucrania", afirmó el presidente ejecutivo de JP Morgan, Jamie Dimon.

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