Renta fija

Los bonos en EEUU firman el peor inicio de su historia: el interés al nivel de 2011

El coste de las deudas públicas se encarece a medida que los bancos centrales avanzan en el endurecimiento de su política monetaria. La Fed ya ha aplicado la mayor subida de tipos de este siglo. 

La deuda de EEUU se encarece un 12% en cinco días sin pacto para el estímulo
Los bonos en EEUU firman el peor inicio de su historia: el interés al nivel de 2011
Pixabay

La renta fija global registra su peor arranque de año en varias décadas en un contexto marcado por la inflación y la subida de tipos de interés que ya ha iniciado la Reserva Federal de EEUU. La Fed aplicó la semana pasada el mayor alza en 22 años, un movimiento que ha desestabilizado a las bolsas mundiales y ha terminado por impulsar los intereses de la deuda, con el bono estadounidense a la cabeza. El coste de la deuda norteamericana superó la cota psicológica del 3% hace apenas unos días y este lunes ya alcanzó el 3,2%. La última cifra igual el nivel de noviembre de 2018 y roza máximos desde junio de 2011. 

Desde enero, el interés del bono a 10 años se ha más que duplicado y, además, se ha multiplicado por 10 desde su mínimo histórico registrado en marzo de 2020. A finales de febrero de ese año, la caída de los rendimiento se aceleró ante la creciente preocupación por los efectos económicos de la pandemia y cayó a su mínimo después de que la Fed anunció un recorte de 50 puntos básicos en los tipos de interés. Ahora la situación se ha dado la vuelta. La volatilidad del mercado, además, sacude a los bonos a más corto plazo, menos sensibles a los cambios en los tipos de interés. El interés del bono a un mes, supera el 0,5%, y cotiza en máximos desde la pandemia. 

En el mercado secundario de renta fija, los precios de los bonos cotizan de manera inversa a su rentabilidad. Así, el incremento de los intereses en los últimos días reflejan caídas en los precios que afectan a las carteras expuestas a renta fija. Según el índice Morningstar US Core Bond, que rastrea los bonos de EEUU y deuda corporativa, la caída era superior al 9% hasta finales de abril, antes de conocerse la decisión de la Fed. 

La tendencia de la deuda en los primeros meses del año es inédita en las últimas décadas, penalizada por la elevada inflación. Juan J. Fdez-Figares, analista de Link Securities, cree que el repunte de los precios está forzando a los bancos centrales a "precipitar" la retirada de sus estímulos monetarios: "La cuestión es si los bancos centrales van a ser o no capaces de impedir un aterrizaje brusco de las economías mundiales". 

Europa borra las rentabilidades negativas

La tendencia bajista en el mercado de renta fija, opuesta a la evolución de las rentabilidades, se repite en Europa, donde los intereses de las deudas abandonan el terreno negativo que han marcado en los últimos meses. La rentabilidad del bono alemán a 10 años, el 'bund', superó este lunes el 1,18%, cotiza en máximos desde 2014, después de comenzar el año en negativo. Mientras, la deuda alemana a un año y con plazos más reducidos cada vez se aproxima más al límite del 0%. En el caso español, el bono a 10 años este lunes ha llegado a superar el 2,3%, un nivel inédito desde julio de 2015. Desde enero el interés se ha multiplicado por casi cuatro. El coste de la deuda española con vencimiento a un año volvió a positivo a mediados del mes de abril y, tras moderarse, desde la semana pasada ya se consolida en positivo y también alcanza máximos desde 2015. Así, solo siguen registrando intereses negativos los bonos a 3 y meses. 

El bono español a 10 años cayó a niveles negativos en diciembre de 2020, marcando mínimos históricos. El 'bazuca' millonario que lanzó el Banco Central Europeo (BCE) para hacer frente a la pandemia -a través de su programa de compra antipandemia (PEPP, por sus siglas en inglés)-, permitió al Tesoro Público emitir bonos a 10 años con rentabilidad negativa por primera vez en su historia en diciembre de 2020, lo que llevó al interés por debajo del 0% también en el mercado secundario.  La postura del BCE permitió a los Gobiernos de la zona euro endeudarse a un coste mínimo, incluso con intereses negativos. Sin embargo, esta tendencia está llegando a su fin a medida que se endurece la política monetaria y ya solo cotizan por debajo del 0% las rentabilidades de las deudas a muy corto plazo.  

El impacto es claro para las carteras de los inversores más conservadores, que hasta ahora apostaban por la renta fija para evitar la volatilidad. Quien invierta en deuda tiene asegurada su inversión más los intereses pactados siempre que aguante al vencimiento. Sin embargo, las pérdidas latentes que provocan las caídas del precio de los bonos en el mercado secundario se convierten en una realidad si el inversor retira su inversión, es decir, vende el bono en un mercado bajista como el actual. 

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