Emisor triple A

Los bonos locales de Singapur engatusan al inversor institucional: ¿a qué se debe?

Las entradas de dinero de grandes inversores en la deuda de Singapur se han acelerado en un entorno de tipos altos, inflación y búsqueda de países con la máxima calificación crediticia que ofrezcan retornos atractivos.

Turistas haciéndose un selfi en Singapur.
Turistas haciéndose un selfi en Singapur.
TURISMO DE SINGAPUR vía Europa Press

La oferta más atractiva de Singapur, más allá de su famoso cangrejo picante dentro de su oferta gastronómica, puede que sean sus bonos en moneda local. En los dos últimos años, la emisión de bonos en dólares del país se ha disparado, a pesar de que el apetito de los inversores por los activos de renta fija ha disminuido en todo el mundo debido a las presiones inflacionistas y la subida de los tipos de interés.

El mercado de bonos en dólares singapurenses está en auge gracias a una confluencia de vientos favorables, desde las entradas de capital hasta la fortaleza de la divisa y el apoyo político. Para los inversores, esto podría señalar el inicio de una mejora estructural del mercado, que seguirá ofreciendo una atractiva rentabilidad ajustada al riesgo a corto plazo. 

No obstante, persisten problemas como las restricciones de liquidez y la falta de una combinación globalizada de emisores, que deben abordarse antes de que Singapur pueda unirse a las filas de los principales mercados de bonos en moneda local de Asia.

Según los datos del mes de junio, los bonos del Estado en dólares singapurenses a tres meses ofrecían un rendimiento anualizado de aproximadamente el 4,1% en divisa local. Su rentabilidad se ha disparado, como consecuencia de la caída de su precio, lo cual ha provocado que bancos de inversión hayan encendido el radar ante la oportunidad histórica ante la que podrían estar.

En la actualidad, los mercados de divisas podrían proporcionar a los inversores un beneficio adicional en caso de que quisieran cubrir el SGD en USD. Tras la cobertura, esas letras a tres meses podrían ofrecer un retorno de alrededor del 5,5% en dólares, más de 20 puntos básicos por encima de la rentabilidad de las letras del Tesoro a tres meses.

Esto es una situación opuesta a lo que ocurre en China. Después de la bajada de tipos de 10 puntos básicos por parte del Banco Popular de China para evitar el riesgo deflacionario, la rentabilidad de los bonos del gigante asiático ha caído, mientras que los precios de los mismos ha subido.

Mientras, según datos del Banco Asiático de Desarrollo, el valor de los bonos en dólares singapurenses en circulación ha aumentado más de un 50% en los últimos tres años, hasta alcanzar los 504.000 millones de dólares, lo que convierte a Singapur en el quinto mayor mercado de bonos en moneda local de Asia.

Los cuatro primeros mercados son China, Japón, Corea e India, con un tamaño que oscila entre los 20 y los 1,5 billones de dólares. Antes de la pandemia del Covid-19, Singapur se situaba por detrás de países vecinos del sudeste asiático como Tailandia y Malasia en deuda viva en moneda local.

"Las entradas de capital se han acelerado en los últimos años, ya que los inversores mundiales y regionales consideran cada vez más a Singapur como la 'Suiza de Asia'… El estatus de refugio seguro del país se sustenta en sus excelentes calificaciones crediticias", comentan los expertos de Goldman Sachs en un reciente informe.

Desde que recibió una mejora de Fitch en 2003, Singapur ostenta una calificación AAA de cada una de las tres grandes agencias mundiales, y es el único país con calificación AAA de Asia (sin incluir Australia).

Como resultado de estos factores, los depósitos en moneda local del país han superado los 800.000 millones de dólares singapurenses, alcanzando un récord este año, mientras que los depósitos en moneda extranjera se han más que triplicado en dos años hasta marzo. Y esto hace que bancos de inversión como Goldman Sachs o JP Morgan tengan el radar activado.

El apetito estructural

A pesar de todos sus puntos fuertes, el mercado de bonos de Singapur ha permanecido relativamente concentrado. La mayoría de los bonos en SGD han sido emitidos por el gobierno y sus consejos estatutarios, así como por empresas financieras. "Esto es típico de una etapa temprana en la evolución natural de un mercado de bonos", aseguran los expertos de JP Morgan. "A medida que un mercado se desarrolla, se profundiza, con un aumento de la liquidez, y se amplía, con la aparición de un grupo más diverso de emisores", añaden.

Para fomentar el crecimiento del mercado de renta fija, Singapur ha puesto en marcha una serie de políticas favorables en los últimos años. Por ejemplo, el Gobierno subvencionó la calificación crediticia de muchos emisores para fomentar evaluaciones de alto nivel y mejorar la transparencia del mercado.

Las empresas que cumplían los requisitos podían reclamar hasta el 100% de sus gastos de calificación, con un límite de 400.000 dólares de Singapur por emisor, en un programa conocido como SGD Credit Rating Grant Scheme, que funcionó desde 2017 hasta el año pasado.

Aun así, la proporción de emisores sin calificación se ha mantenido relativamente alta, ya que muchas empresas locales, especialmente las que tienen vínculos con el Gobierno, todavía no se han convencido del beneficio de las calificaciones crediticias en relación con su coste. 

"Aunque muchos inversores locales están contentos de poseer bonos sin calificación basándose en el reconocimiento de la marca de un emisor o en sus vínculos con el gobierno, las calificaciones crediticias son necesarias para atraer a los compradores institucionales globales", señalan los expertos de Fidelity en un informe reciente.

Desde el punto de vista de la gestora de fondos, parte del atractivo de los bonos en SGD se debe a la fortaleza de la moneda de Singapur, que ha sido "una de las más rentables del mundo en los últimos años", Entre las principales divisas, el franco suizo, el dólar estadounidense y el SGD -todos ellos considerados activos refugio- han ofrecido los mayores rendimientos desde principios de 2020, según datos de la agencia Bloomberg.

A más largo plazo, el mercado de Singapur necesitará fuentes de emisión más diversas, así como una mayor liquidez, para unirse a las filas de gigantes asiáticos como Japón y Corea. Actualmente, las empresas extranjeras representan menos del 10% del valor del mercado, mientras que el gobierno singapurense y las entidades locales respaldadas por el Estado dominan la emisión.

Con todo, ningún boom dura para siempre. "Si Singapur puede afrontar rápidamente algunos retos clave, su mercado de bonos bien podría transformarse en un destino de elección para los inversores mundiales en renta fija", concluyen desde Goldman Sachs.

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