La estrategia de Bill Gates, enfocada en modelos de negocio que aseguran flujos de efectivo estables, ha sido clave para acumular y mantener su fortuna de 148.000 millones de dólares, según Forbes. Esta misma mentalidad ha hecho que su brazo inversor, la Fundación Bill y Melinda Gates, haya desinvertido en el sector tecnológico y focalice el 70% de su cartera en cinco empresas.
Microsoft sigue siendo la joya de la corona. Al finalizar el 2023, la Fundación poseía 38,21 millones de acciones del gigante del software, con un valor de 14.368 millones de dólares, constituyendo casi el 33,98% de su cartera total. Microsoft está valorada actualmente en 3,03 billones de dólares y es la empresa más valiosa del planeta.
Berkshire Hathaway, gestionado por el reputado inversor Warren Buffett, ocupa el segundo lugar en importancia dentro de la cartera de los Gates con 19,92 millones de acciones. Este paquete de acciones, valorado en 7.103 millones de dólares, representa el 16,80% del total de la cartera.
Por detrás de Microsoft y Berkshire Hathaway, la tercera compañía con mayor peso en su cartera con un 16,29% es Canadian National Railway. En este caso, la participación es de 54,82 millones de acciones, valorados en unos 7.000 millones de dólares.
Basura, reciclaje y residuos
Aunque no se trata de una empresa muy reconocida, Waste Management es la cuarta compañía más importante de Bill Gates. Al cierre del año pasado, el magnate tenía 35,23 millones de acciones con un valor de 6.310 millones de dólares, ocupando el 14,92% de toda su cartera.
Actualmente, Caterpillar, el gigante de la maquinaria pesada minera e industrial, es la quinta compañía más relevante de la fundación, con un 5,14% compuesto por 7,35 millones de acciones valoradas en 2.174 millones de dólares.
Las cinco empresas principales en las que invierte la Fundación Gates conforman el 70.84% de su cartera, cuyo valor total asciende a 42.000 millones de dólares. Dentro de este porcentaje destacan especialmente Microsoft y Berkshire Hathaway, que juntas representan la mitad del valor de toda la cartera.
Vende acciones de Microsoft, Nvidia, Apple...
Durante el último trimestre de 2023, Gates desinvirtió en sus dos grandes apuestas, Microsoft y Berkshire Hathaway, y redujo casi al completo su inversión en Apple, Broadcom, Amazon, Applied Materials, Meta y Alphabet, así como en otras conocidas compañías como Chevron, Booking Holdings, Goldman Sachs y JP Morgan por las que obtuvo cerca de 1.000 millones de dólares.
En el caso de Microsoft, la entidad vendió 1 millón de acciones de la compañía, que representan el 2,7% de su cartera. Tras la venta, la fundación Gates ha pasado a controlar 38,2 millones de acciones del gigante del software con un valor de mercado estimado en unos 15.776 millones de dólares a un precio actual de 412 dólares por acción.
Respecto a Berkshire Hathaway, la decisión estratégica de Gates de desinvertir incluyó la venta de 2,6 millones de acciones, lo que equivale al 11,6% de su participación total en el conglomerado dirigido por Warren Buffett. Este movimiento reduce su influencia en una empresa cuyo valor, dentro de la cartera de Gates, supera los 7.100 millones de dólares.
En el último trimestre del año 2023, tanto la entidad liderada por Bill Gates como Warren Buffett realizaron ventas de acciones de Apple. Esta acción marcó un precedente en el caso de Buffett, ya que fue la primera ocasión en que disminuyó su participación en la empresa desde que inició sus adquisiciones en 2016.
Buffett procedió a la venta de 10 millones de acciones de Apple, cuyo valor, basado en los precios de mercado de ese momento, ascendía aproximadamente a 1.840 millones de dólares. Actualmente, Berkshire posee 905 millones de acciones de Apple con un valor de mercado de 174.000 millones de dólares.
Según los registros oficiales, la única incorporación a su cartera ha sido Veralto Corp, un líder global en tecnologías esenciales tras su escisión de Danaher, con un valor de mercado aproximado de 5.000 millones de dólares. La fundación adquirió algo más de 122.000 acciones de la compañía, que se presenta como una entidad comprometida con la protección del planeta.
Sobre sus desinversiones, especialmente en empresas tecnológicas, plantean interrogantes sobre los próximos pasos en la estrategia de Bill Gates, y abren la puerta a especulaciones sobre cómo moverá el capital hacia sectores emergentes y alineados con los valores filantrópicos de la fundación.
