Clave para la inflación

¿Puede darse un debilitamiento mayor para el dólar de EEUU en los mercados?

El cambio de marcha en los dos próximos meses de la política monetaria entre el BCE y la Fed puede reactivar la recuperación del euro y las divisas emergentes frente a la divisa estadounidense.

Euro/ dólar
Una moneda de euro sobre un billete de dólar.
EUROPA PRESS

En los últimos meses hemos visto como la fortaleza del dólar se ha abierto paso en los mercados para después corregir ese impulso tan fuerte que ha tenido. Los inversores suelen evaluar la fortaleza del billete verde a través de una lente centrada en la Reserva Federal (Fed). La excepcional fortaleza del dólar frente a una amplia cesta de divisas se ha beneficiado claramente de las siete subidas de tipos del año pasado, que llevaron el tipo objetivo de los fondos federales de la Fed a su nivel más alto en 15 años.

¿Puede producirse una mayor debilidad del dólar ? “Aunque el aumento de los rendimientos jugó claramente a su favor el año pasado, cualquier visión de futuro también debe tener en cuenta cómo el dólar se vio impulsado por los shocks de 2022 -la guerra entre Rusia y Ucrania, el repunte de los precios de la energía y la inflación- y hasta qué punto pueden disminuir en 2023”, analiza Gene Frieda, estratega global de PIMCO.

En su opinión, es probable que el dólar, que se ha depreciado desde que tocó su máximo en 20 años el pasado mes de septiembre, caiga aún más en 2023 a medida que baje la inflación, disminuyan los riesgos de recesión y se atenúen otros shocks. Además de la subida de los tipos y los rendimientos en EEUU, el dólar se vio favorecido por la aversión al riesgo en los dos vectores.

En primer lugar, la política monetaria ha sido mucho más volátil de lo normal y ha estado muy correlacionada entre los países de los mercados desarrollados. “Desde marzo de 2022, la política se ha endurecido bruscamente en casi todas partes y, en consecuencia, la volatilidad aumentó en los mercados de renta fija, divisas y renta variable”, dice Frieda. El dólar, ampliamente considerado como divisa refugio, se vio beneficiado.

La experta asegura que, en segundo término, se tiende a describir la fortaleza del dólar principalmente como un reflejo de las políticas económicas de Estados Unidos. “En nuestra opinión es más probable que sea la suma de temores en otros lugares, o más concretamente, de grandes perturbaciones que perjudicaron el crecimiento en regiones clave”, expone.

Entre ellas figurarían: una prima de riesgo sustancial impuesta a los activos europeos el año pasado por el riesgo de cola de que los suministros de energía de Rusia podrían ser cortados, y por otra parte, la guerra entre Rusia y Ucrania, que supuso una conmoción mundial en términos de comercio de energía. En este sentido, los importadores de Asia y Europa sufrieron la subida de los precios de la energía, mientras que los exportadores, como EEUU, cosecharon los beneficios. Por último, la política de cero Covid de Pekín provocó un choque negativo en la demanda de China y la región.

Previsiones para 2023

La duda es lo que pueda aparecer en escena próximamente. Desde PIMCO consideran que la ventaja de rendimiento del dólar frente a otras economías desarrolladas se reducirá a medida que la Fed se acerque a una pausa prevista en su ciclo de subidas de tipos. “Dado el ritmo más rápido de las subidas de tipos acumuladas en el camino, es probable que la ventaja de rendimiento del dólar caiga en las primeras fases de un ciclo de recorte de tipos, incluso si el dólar mantiene su rendimiento relativamente alto”, concretan.

Además, los cambios en las percepciones de riesgo sobre la inflación y el crecimiento han tendido a estar inversamente correlacionados. A medida que la inflación retrocede, las expectativas de crecimiento tienden a mejorar. “En nuestra opinión, esto tiende a reducir la incertidumbre y va en contra de la fortaleza general del dólar”, asevera Frieda.

Así, las primas de riesgo podrían descender a medida que disminuyan la inflación y la volatilidad de la política monetaria. Es evidente que las nuevas perturbaciones constituyen un riesgo, pero la prima de riesgo del dólar (y la volatilidad de los activos cruzados) sigue siendo sustancial. Pero esto no excluiría la posibilidad de que la inflación se vuelva más rígida en Estados Unidos que en otras economías avanzadas o que la política monetaria siga siendo restrictiva durante un periodo prolongado.

De hecho, los niveles actuales de volatilidad implícita en los mercados de divisas y de renta fija sugieren que la prima de riesgo en la valoración del mercado del dólar sigue siendo considerable. Con todo, estas primas podrían disminuir aún más a medida que los shocks retrocedan y se acumulen pruebas de que el repunte de la inflación del año pasado está mejorando y remitiendo. “Por todo ello, esperamos que el dólar siga perdiendo atractivo como moneda refugio de último recurso”, concluye Frieda.

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