Un paso en la buena dirección pero insuficiente para frenar a la Reserva Federal (Fed) a la hora de seguir subiendo los tipos de interés de forma agresiva. Wall Street se desplomó este martes de forma violenta después de que ver que el informe clave de inflación de agosto no fue todo lo positivo que se esperaba.
El IPC general se moderó al 8,3%, dos décimas menos que en julio, pero la subyacente creció al lo que perjudicó el optimismo de los inversores por el enfriamiento de los precios y una Reserva Federal menos agresiva. Los principales índices reaccionaron con su mayor caída desde junio de 2020.
Al cierre, el índice Dow Jones se desplomó un 3,9%, hasta 31.105 puntos, mientras que el S&P 500 cedió un 4,3%, hasta 3.933 puntos. El Nasdaq 100 se desplomó un 5,5%, hasta 12.034 puntos. La caída borra gran parte del reciente repunte bursátil durante la última semana.
El optimismo de algunos inversores de que la inflación ya había alcanzado su punto máximo no parece ajustarse a la realidad. Las caídas fueron severas para Meta (Facebook) con un -9,3%, pero también en Netflix (-7,7%), Amazon (-7%), Apple (-5,8%) o Microsoft (-5,5%), entre otras.
El informe del IPC de agosto es uno de los últimos que verá la Fed antes de su reunión del 20 y 21 de septiembre, donde se espera que el banco central ejecute su tercer aumento consecutivo de la tasa de interés de 0,75 puntos porcentuales para contener la inflación. La inflación alta de agosto podría llevar a la Fed a nuevas alzas agresivas por más tiempo de lo previsto.
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