Mínimos históricos

Dia se arriesga a perder la cota de 1.000 millones que alcanzó en su ampliación

La cadena de supermercados ha caído en bolsa por debajo de los 0,02 euros, precio al que se emitieron las nuevas acciones de la ampliación de capital que impulsó Letterone (Fridman) este verano.

Mikhail Fridman
Mijail Fridman, en el centro, durante su visita a la Audiencia Nacional.
Europa Press

Quedan pocas horas para que Dia desvele los resultados del segundo trimestre de 2021. La expectación es alta alrededor de la compañía de tiendas de alimentación. Será la primera actualización de cifras de su negocio desde el 13 de mayo y desde que cerró la ampliación de capital de 1.028 millones de euros para cancelar la mayor parte de la deuda financiera que mantenía con Letterone, su mayor accionista desde hace cuatro años. Llega a la cita con la cotización en mínimos históricos y por debajo del precio al que se emitieron sus títulos (0,02 euros) para atender al canje de bonos por acciones.

El efecto dilutivo de esta operación ha multiplicado por nueve veces su número de acciones en circulación y ha provocado la salida de inversores minoristas de su capital. Letterone, al mismo tiempo, ha logrado elevar su participación en la compañía desde el 74,8% al 77,7%. Pero la cotización ha sufrido de lo lindo. Desde que anunció la ampliación en abril, Dia se ha desplomado en bolsa en más de un 50%. La semana pasada perdió los 0,02 euros, el precio de la emisión, pero es que ahora está a punto de bajar por primera vez de los 1.000 millones de euros de capitalización.

El miércoles está previsto que la empresa que capitanea Stephan DuCharme presente los resultados de Dia de abril a junio y del primer semestre de 2021. Como el resto de supermercados y negocios esenciales de distribución, la actividad de la empresa será plenamente comparable con 2020 porque mantuvo sus puertas abiertas. De hecho, durante la gran reclusión primaveral de 2020 por la pandemia del Covid-19, Dia mejoró sus cifras de negocio de forma extraordinaria debido al mayor consumo de los hogares por el cierre de bares y restaurantes. En la comparativa interanual, la cadena tiene todas las de perder.

El pasado 28 de junio, en vísperas de lanzar su ampliación de capital, el grupo ya advirtió que los objetivos financieros que manejó en 2020 no eran realistas y lanzó una advertencia a los inversores. “El objetivo de crecimiento de las ventas comparables (Like-for-Like Sales) publicado el 12 de mayo de 2020 se ha visto desvirtuado por las compras de abastecimiento extraordinario experimentadas en el ejercicio 2020, impulsadas por las restricciones de movilidad durante la pandemia en todos los mercados en los que opera Dia”, argumentó en un comunicado firmado por el director financiero, Jesús Soto.

Además, la mayor compañía de distribución en España por número de tiendas aseguró que el impacto en su ventas netas por la devaluación sufrida por el real brasileño y el peso argentino en los últimos 18 meses también afectará a la comparativa. Más allá de los detalles de estos dos lastres, Dia también dará una conferencia para analistas en las que tendrá que explicar una de las métricas que más ha cambiado en las últimas semanas: su perfil crediticio. Hasta marzo de 2021, su deuda financiera neta era de 1.344 millones de euros, un 5% más que en el mismo periodo de 2020. Esta cifra sería similar en junio, pero desde agosto es otra completamente distinta.

Dia amplió capital en 1.028 millones de euros mediante la emisión de más de 50.000 millones de nuevas acciones. El objetivo principal de este cambio radical fue canjear y amortizar los bonos en posesión de Letterone desde 2020, ejercicio en el que dedicó todos su esfuerzos a recomprar con ofertas públicas a mercado y de forma bilateral la práctica totalidad de los bonos en circulación de Dia. A cambio, el fondo de Mijaíl Fridman recibió el equivalente a 769 millones de euros en títulos de la compañía.

De este modo, Dia liquidó un préstamo de 200 millones de euros que mantenía con Letterone. También pudo pagar otros 300 millones por los bonos con cupón 1% y vencimiento en abril de 2021 de los que se hizo cargo también su accionista. Asimismo desembolsó otros 269,2 millones -siempre con acciones y no con capital- de la deuda senior con vencimiento en 2023. En definitiva, la compañía ha reducido "sustancialmente" su endeudamiento financiero con lo que rebajará la carga de intereses que sufría su cuenta de resultados y, además, conseguirá que mejoren su márgenes de negocio.

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