Más ingresos pero menos rentabilidad. Endesa registró un beneficio neto de 837 millones de euros en el primer semestre de 2021, un 25% menos que los 1.131 millones cosechados en el mismo periodo de 2020. En cambio, los ingresos se situaron entre enero y junio se situaron en los 10.272 millones, un 15% más que los 8.883 millones de 2020.
Según ha informado la sociedad a los estados financieros enviados a la CNMV, el resultado antes de impuestos se elevó a 1.114 millones, un 26% menos que frente a los 1.513 millones de 2020. El Ebitda semestral bajó un 19%, hasta 1.879 millones. A pesar de ello, el grupo ha ratificado su guía para el conjunto de 2021 con un beneficio neto de 1.700 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 4.000 millones. La deuda neta se disparó un 18% hasta los 8.184 millones.
La compañía que dirige José Bogas achaca la subida de la factura eléctrica en España al aumento del consumo por la salida de la crisis y el incremento de las cotizaciones de las materias primas. “Los signos de recuperación de la demanda y el repunte de las ‘commodities’ afectan a los precios eléctricos”, asegura la empresa en una presentación. Los precios eléctricos en España y Portugal se duplicaron (+102%) en la primera mitad de 2020, principalmente por el gas, que ha generado una ola de récords en el pool eléctrico en Europa.
Los clientes residenciales regulados y los indexados son los principales afectados. Entre las iniciativas regulatorias para compensar este aumento de los costes, Endesa destaca que se ha eliminado el impuesto del 7% de la generación eléctrica a partir del tercer trimestre y un recorte temporal del IVA del 21% al 10%, además de una propuesta de detracción del sobrecoste del CO2, otro de los factores principales del sobrecostes de la luz.
Carga contra el diseño del impuesto del CO2
Endesa lamenta que no se hayan escuchado las alegaciones del sector en relación al impuesto a la descarbonización y que se basa en "suposiciones infundadas" sobre instalaciones no amortizadas o los llamados 'impuestos caídos del cielo' de la generación hidroeléctrica o nuclear.
Además, la compañía considera que la tasa del CO2 actual "desincentiva las inversiones" y amenaza los objetivos climáticos. Además, "obstaculiza la electrificación favoreciendo a otros sectores contaminantes", según Endesa. Por último, el grupo cree que "genera distorsiones en el mercado, sin resolver el aumento del precio de la electricidad".
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha pedido una "reforma" de la tarifa regulada como medida para proteger a los consumidores domésticos de electricidad del actual contexto de altos precios en el mercado mayorista, según una nota enviada a Europa Press. En ella, el ejecutivo de la energética afirmó que la compañía entiende que, además de las medidas que en el corto y medio plazo van a ser implementadas por el Gobierno español, "existen otras más eficientes y de carácter estructural" que podrían acometerse: "Singularmente, la reforma de la tarifa regulada para proteger a los clientes domésticos de la volatilidad del mercado".
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