Perspectivas de inversión

¿Está cara la bolsa? Las valoraciones de 2022 son más baratas que hace un año

Los múltiplos precio-beneficios en las acciones mundiales han bajado 10 % y la rentabilidad a vencimiento de los bonos en economías desarrolladas aumenta pero por debajo de la inflación.

Evaluando los escenarios de riesgo de los mercados. Y a partir de ahora ¿qué?
Evaluando los escenarios de riesgo de los mercados. Y a partir de ahora ¿qué?
Pixabay

Ómicron, tipos de interés, subida de las tecnológicas… Muchos factores están haciendo que los inversores se cuestionen de si el 2022 será tan impetuoso como el desarrollo de los mercados que se observó en 2021, o si habrá rendimientos más suaves. ¿Cuál es la realidad con la que juegan los inversores en este recién estrenado ejercicio?

La recuperación mundial sigue resistente, con un mercado laboral fuerte, y saludables balances empresariales. Además, ante una demanda reprimida servicios el ahorro de los hogares puede amortiguar el golpe: el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que la tasa de ahorro bruto mundial alcance máximo histórico del 28 % en 2022.

El principal interrogante es el de siempre y tiene que ver con si la bolsa está cara o barata. Al menos, comparativamente con la referencia del año pasado. La realidad es que, en cuanto a valoraciones, son más favorables que hace un año en acciones y bonos. Los múltiplos precio-beneficios en acciones mundiales han bajado 10 % y la rentabilidad a vencimiento de los bonos en economías desarrolladas aumentado 0,5 %. Aun así, es difícil encontrar buen valor, según algunos expertos.

“El aumento de los beneficios ha alcanzado máximo y en el índice MSCI All Country World se descuenta que solo aumenten 5 % en un año en comparación con 55% la primavera pasada. Esperamos que la relación precio-beneficios de las acciones se contraiga 5 a 10 % este 2022 en respuesta al aumento de la rentabilidad real de los bonos”, dice Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM. “Ahora bien, nuestras expectativas de crecimiento de los beneficios este año se sitúan en 16%, más del doble del consenso”, añade. 

“Los beneficios empresariales seguirán siendo el motor de crecimiento de los mercados el próximo año teniendo en cuenta el punto de partida actual y el mayor endurecimiento monetario”, sostienen los analistas de Goldman Sachs en una reciente nota distribuida a sus inversores institucionales. Por su parte los indicadores técnicos se han vuelto negativos en renta variable por factores estacionales, pero el sentimiento es mucho menos alcista que hace meses, lo que podría sugerir potencial alza para activos de mayor riesgo, tal y como concreta el experto de la gestora de fondos italiana.

A su modo de ver, de todas formas, las acciones chinas muestran valoraciones atractivas tras las pérdidas en 2021. “Sus perspectivas de crecimiento puede mejorar, pues lo peor de la crisis de su sector de la construcción puede haber quedado atrás, aunque los signos de recuperación son tentativos y justifican esperar y ver un mes o dos”, expone. El equipo de análisis de Morgan Stanley está de acuerdo con esa visión de que los mayores beneficios provocan que los índices estén más baratos que el año pasado a estas alturas: “Es momento de hacer una buena selección de activos, pero el punto de partida es algo mejor al de finales del 2020”.

¿La apuesta por los activos cíclicos?

Con este esquema Paolini se decanta por los mercados y sectores de valor cíclico, “como la Eurozona, Reino Unido, finanzas y bienes inmuebles”. Además, las empresas de pequeña capitalización de Estados Unidos podrían ser “muy atractivas”, dadas las valoraciones “históricamente bajas” frente a grandes capitalizaciones, valor cíclico y exposición a una de las economías más dinámicas. Eso sí, el experto se decide por infraponderar sectores defensivos, como consumo básico y servicios públicos. “El caso es que los sectores de recuperación post-Covid (aerolíneas, inmobiliario de oficinas, aeroespacial y defensa, infraestructura de transporte, hoteles y ocio) parecen coincidir en características con las acciones de valor”, asegura.

“Mientras que los de buen comportamiento durante el confinamiento (tecnológicas Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Alphabet (Google), ocio, productos para el hogar, venta al por menor de alimentos y productos básicos) con las de crecimiento”, agrega. Por consiguiente, la persistencia de la inflación y esfuerzos de los bancos centrales por retirar estímulo monetario debe producir aumento de las rentabilidades a vencimiento de los bonos, generando volatilidad en los mercados de renta fija. “De hecho, esperamos que la curva de rentabilidades a vencimiento se aplane el próximo año, sobre todo en el mercado estadounidense”, dice Paolini.

En cuanto al dólar, el gestor de Pictet AM cree puede seguir subiendo a corto plazo, pero devaluarse la segunda mitad de 2022, dadas las posiciones excesivamente alcistas, que se modere el mayor crecimiento en Estados Unidos y se mantenga la divergencia de políticas entre Reserva Federal y BCE. “Además el país norteamericano, entre otras cosas, muestra excesivo déficit doble respecto al PIB. Por su parte el oro es un activo estratégico que a medio plazo puede beneficiar de la debilidad del dólar y los tipos reales negativos”, termina.

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