El euro pierde terreno frente al dólar y cae hasta los 1,053 'billetes verdes' después de que la Reserva Federal haya endurecido su discurso en materia de política monetaria, amenazando con una posible subida de los interés adicional el próximo mes de mayo. Se trata de su nivel más bajo desde principios del pasado mes de enero, desinflando su escalada de las últimas semanas.
Desde el otro lado del Atlántico, el banco central estadounidense ha precisado que está preparado para apretar el gatillo de su única herramienta para combatir la inflación si los datos económicos lo justifican. De momento, el mercado laboral en ese país ha mostrado síntomas de fortaleza, así como la inflación, que se ha moderado más de esperado por el mercado.
La paridad se alcanzó por primera vez en veinte años en julio de 2022, en el punto más álgido de las tensiones inflacionarias y justo antes de que el Banco Central Europeo comenzara a ejecutar subidas de tipos por primera vez en más de una década, llegando incluso a caer por debajo del dólar cuando Powell elevó los tipos al 4% en noviembre. Desde entonces, esta divisa ha ganado posiciones, marcando la barrera más alta el 25 de enero de este año, cuando alcanzó los 1,09 dólares.
Un euro débil añade más presión al Banco Central Europeo (BCE) por las consecuencias que tiene en los precios, ya que se necesita más dinero para comprar los mismos bienes y servicios, especialmente después de un contexto marcado por la crisis energética y las tensiones en las cadenas de suministro.
A la espera de que el organismo con sede en Fráncfort publique sus perspectivas de PIB e IPC para este 2023, este miércoles Eurostat ha publicado el dato de actividad en la eurozona del cuarto trimestre de 2022, que ha moderado, mientras la Unión Europea ha experimentando una caída del 0,1%, evidenciando el frenazo económico en la región.
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