Próximo a la paridad

El euro se acerca a mínimos de 20 años con el dólar por la divergencia BCE-Fed

El fuerte endurecimiento de la política monetaria estadounidense para hacer frente a la elevada inflación dista del ritmo pausado en la zona euro para retirar los estímulos. 

La cúpula del BCE con Guindos y Lagarde.
La cúpula del BCE con Guindos y Lagarde.
L. I / Archivo / ECB

La distancia entre el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de EEUU cada vez es mayor y quedó reflejada este miércoles: mientras el primero buscó calmar al mercado con una extensión de los estímulos, el segundo aceleró su endurecimiento monetario. Esta diferencia se traslada a la cotización del euro-dólar, con la moneda estadounidense mostrando su fortaleza y la europea debilitándose y agravando el problema de la inflación en la zona euro. 

El anuncio de una reunión de urgencia de la autoridad monetaria europea bañó de optimismo al mercado, incluido el euro, que llegó los 1,05 dólares. Sin embargo, la moneda europea borró las ganancias tras comunicar el BCE sus conclusiones: lanzar una herramienta para hacer frente a la crisis de deuda. En concreto, acordaron acelerar la finalización "del diseño de un nuevo instrumento antifragmentación" que se someterá a votación de manera inminente por parte del Consejo de Gobierno. "El BCE de momento solo ha enseñado los dientes", destaca Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de Nextep Finance, que señala en ese sentido la falta de medidas concretas para convencer al mercado. 

Tras este anuncio, el euro cayó de los 1,04 dólares, próximo al mínimo de 20 años que registró en mayo, cuando llegó a tocar los 1,03 dólares. Era un nivel inédito desde finales del año 2002, la última vez que el euro y el dólar tocaron la paridad. Desde enero, la caída supera el 8,5% y en el último año roza el 15%. Pese a que el BCE ha endurecido su tono recientemente -anunció la primera subida de tipos de 25 puntos básicos el próximo mes de julio-, los analistas de ING creen que el euro no se ha visto beneficiado por el aumento de los diferenciales de los bonos soberanos. Junto a la herramienta antifragmentación, el BCE también acordó aplicar flexibilidad en la reinversión de los reembolsos vencidos en la cartera de PEPP para abordar la situación de la deuda pública. 

Sin embargo, el anuncio podría no ser suficiente por la falta de concreción frente a la decisión de la Fed. La calma del BCE para endurecer su política monetaria ante la elevada inflación, en máximos desde la creación del euro, contrasta con el tono decidido de la Fed, que ayer comunicó su mayor subida de tipos de interés desde 1994 (sumó 75 puntos básicos). Su determinación ha dado fortaleza al billete verde frente al europeo, también frente a otras divisas, en los últimos meses. Pese a que el mercado reaccionó de forma contraria tras el mensaje de la Fed, subió el euro, desde ING  creen que la postura del banco central estadounidense desafía a sus homólogos, entre ellos el BCE, y no descartan llegar a la paridad euro-dólar en los próximos meses o semanas. 

"El BCE tiene miedo", afirma Alvargonzález. Pese que no se repite la crisis del euro, cree que sí hay una situación parecida ante la tensión que refleja el mercado una vez que se empiezan a retirar los estímulos monetarios. En los últimos días, el deterioro de las condiciones del mercado es evidente, sobre todo para los países periférico. El bono español a 10 años repuntó hasta el 3%, un nivel inédito desde el año 2014, mientras que el italiano supera el 4%, también máximos desde hace 12 años. El interés del 'bund' alemán ha repuntado y cotiza ya en el 1,6%, lejos de la rentabilidad negativa que registraba hace apenas seis meses. 

Pero no todos los países son iguales y las primas de riesgo han dado muestra de ello. El diferencial del bono español y el alemán se ha llegado ha disparar a los 136 puntos básicos, mientras que la prima italiana se disparó por encima de los 240. Ambas cifras se moderaron, a los 124 puntos básicos el primero y a los 228 puntos, el segundo tras el movimiento del BCE. 

Los riesgos para el euro no se limitan a las primas de riesgos. Los analistas de ING también creen que el empeoramiento de las perspectivas económicas en la zona euro puede generar un "diferencial de crecimiento cada vez mayor con EEUU que puede tener un impacto negativo en los flujos de renta variable hacia la región". Y añaden que hay dudas sobre si la economía de la eurozona puede manejar tasas más altas. "El aumento de los precios del gas natural en Europa y las noticias de un déficit comercial mensual récord en abril también sirven como un recordatorio de los graves riesgos de estanflación en la eurozona", apuntan. 

La caída del euro es un factor inflacionista ante el perfil importador de la zona euro. La depreciación de la moneda comunitaria abarata las ventas al exterior en términos relativos y genera un efecto de ingreso positivo al convertir el pago, pero eleva el coste de las compras en el exterior. Es decir, la Unión Europea está actualmente importando inflación, en especial, de las materias primas. Un ejemplo claro es el petróleo, cuyo precio, próximo a máximos desde 2008, se dispara aún más ante el cambio euro dólar. 

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