Escenario restrictivo

El euro, el inmobiliario y las 'smallcaps' sufren con los 'tipos altos por más tiempo'

Una desinflación más lenta de lo previsto, la evolución de los intereses de la deuda y el endurecimiento de las condiciones de financiación dibujan un panorama de estrategias defensivas entre los inversores.

Los depósitos bancarios a plazo fijo de 6 meses apuntan a una mejora en sus tipos
El euro, el inmobiliario y las 'smallcaps' sufren con los 'tipos altos por más tiempo'
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Las malas noticias no siempre son negativas, ni las buenas del todo positivas. La ausencia de las primeras está agitando a los mercados en las últimas semanas porque incorpora una incertidumbre no prevista: 'tipos altos por más tiempo'. Las repercusiones de un escenario restrictivo en lo monetario se propagan por todos los activos, pero hay algunos que lo notan más que otros, como por ejemplo, las acciones, el inmobiliario, los bonos o las divisas.

El cambio del euro se ha debilitado hacia su nivel más bajo en casi un año, en 1,046 dólares, en el largo periodo entre reuniones del Banco Central Europeo (BCE) -que reaparecerá el 26 de octubre- y la Reserva Federal (Fed), una semana después.  El mensaje de que los tipos de interés tardarán en bajar más de lo previsto vuelve a favorecer al billete estadounidense, que cuenta a su favor con una economía más dinámica y tasas oficiales más altas. En concreto, el diferencial de tipos se mantiene en torno a los 100 puntos básicos en este momento (4,5% en la Eurozona vs 5,5% en EEUU) y todo apunta a que seguirá en esos niveles. La debilidad de la divisa europea reactivará algunas de las presiones inflacionistas en la zona euro que se habían visto mitigadas, por ejemplo, en el plano de las importaciones de gas y petróleo.

"Si bien los índices de acciones estadounidenses en general no han reaccionado especialmente al impacto de la decisión del FOMC de septiembre de mantener las tasas "más altas durante más tiempo", su impacto se está sintiendo de manera aguda en áreas más específicas del mercado. Por ejemplo, el sector inmobiliario está coqueteando con mínimos de tres años, mientras que las utilities (servicios públicos) casi igualaron su peor rendimiento de 5 días en 20 años, excluyendo eso sí la crisis financiera global de 2008 y el shock de la pandemia en 2020", comentan los analistas de Bank of America en un informe reciente. 

En el mercado de bonos, los intereses de la deuda en España se han elevado hasta el 4% en el plazo a 10 años, su nivel más alto desde finales de 2013, mientras que en EEUU han escalado hasta los 4,8% a 10 años y más del 5% a 30 años, máximos desde 2007. El índice de referencia de las hipotecas en EEUU a 30 años se ha elevado hasta el 7,3%, su nivel más alto en dos décadas. La presión por el incremento de los costes de financiación se está trasladando a los negocios más vulnerables a la deuda.

Tipos, cara y cruz para grandes y pequeñas empresas

Los expertos recomiendan buscar refugio en la fortaleza de grandes empresas con fuertes diversificadas de financiación o que no se vean expuestas a la subida de tipos del último año. También evitar las compañías más pequeñas. "Los ingresos del S&P 500 se benefician de rendimientos más altos debido a la alta proporción de deuda a tasa fija con un vencimiento promedio de 2035 y rendimientos más altos en tenencias de efectivo. Recomendamos evitar el espacio de las smallcaps (empresas de pequeña capitalización), que sigue siendo vulnerable al entorno de tasas más altas", expone Mathieu Racheter, estratega de bolsa del banco suizo  Julius Baer.

El experto recuerda que los mercados de acciones han retrocedido parte de sus ganancias acumuladas en el año, en parte debido a un nuevo aumento en los rendimientos de los bonos. "Aunque los inversores se centran actualmente en la idea común de que el aumento de las tasas es perjudicial para las valoraciones de las acciones, de manera contraintuitiva, el entorno de tasas de interés más altas tiene un impacto positivo en los ingresos generales del S&P 500", explica. 

Las pequeñas compañías que no logran tener financiación a largo plazo se verán perjudicadas, pero se da también el efecto contrario en los grupos más grandes como las tecnológicas que dominan la marcha de Wall Street. "Los pesos pesados tecnológicos del S&P 500 aprovecharon los primeros días de la pandemia para asegurar tasas de interés ultrabajas con perfiles de vencimiento a largo plazo en su deuda pendiente. Dado el fuerte aumento de los rendimientos de los bonos globales desde principios de 2022, estas empresas ahora tienen la capacidad de reinvertir sus grandes posiciones de efectivo a un rendimiento más atractivo, lo que conduce a una disminución de los gastos netos de intereses", asegura Racheter.

Según los cálculos de Julius Baer, en el conjunto del S&P 500, solo el 6% de la deuda pendiente está en emisiones con tasa variable, mientras que la deuda a tasa fija tiene un vencimiento promedio de 2035. "Por lo tanto, estas empresas no están sintiendo las consecuencias negativas de mayores costos de refinanciamiento y probablemente no lo harán durante al menos los próximos años. Esto contrasta notablemente con el espacio de pequeñas capitalizaciones, que sigue siendo vulnerable al entorno de tasas más altas, dado que el 32% de la deuda tiene una tasa variable, lo que lleva a un aumento de los costos de refinanciamiento. 

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