En mínimos de cuatro meses

El escenario macroeconómico deja al Ibex en punto muerto al menos hasta 2024

La presión en el mercado de bonos, la incertidumbre en torno a las subidas de tipos y el precio del petróleo proyectan un panorama sombrío para las bolsas en lo que resta de año, que abocan a la parálisis inversora. 

Varios paneles de valores del Ibex 35 en el Palacio de la Bolsa.
El escenario macroeconómico deja al Ibex en punto muerto al menos hasta 2024. 
Jesus Hellin 2022/ Europa Press

El Ibex 35 muestra agotamiento en la recta final del año. La referencia bursátil española ha experimentado una caída del 1,7% sólo en las dos primeras sesiones del octubre, retroceso que le llevan a poner en riesgo el nivel de los 9.200 puntos. La incertidumbre en torno a la actividad económica, la perspectivas de que los tipos de interés se mantendrán altos más tiempo del esperado inicialmente y el incremento de la rentabilidad de la deuda hasta máximos de la década cocinan el caldo de cultivo idóneo para la recogida de beneficios.

El mayor punto de fricción está en el mercado de bonos, cuyo repunte del interés también se traslada a las bolsas, provocando un efecto contrario al que registra la renta fija. "La situación es compleja", apunta el analista de IG, Diego Morín, quien advierte de que este "trasvase" de capital refleja "el miedo de los inversores". Los síntomas de fatiga que arroja la actividad económica se conjugan con el rebote del precio del petróleo. Tras la relajación de las últimas sesiones después de tocar un máximo anual de 96 dólares, la cotización del barril de Brent, de referencia en el Viejo Continente, se anota un 'rally' superior al 25%.

Esta escalada hace un flaco favor a los bancos centrales en su batalla por mitigar la inflación. El escenario de tipos de interés más altos durante más tiempo ha pesado sobre el ánimo inversor en las últimas semanas. Así, mientras las expectativas de recortes a la vista se diluyen a tenor de las últimas declaraciones realizadas por el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, crecen en los mercados la posibilidad de aumentos adicionales. En el caso de la Reserva Federal, ya se da por descontado una subida más antes de acabar el año tras la pausa decretada el pasado septiembre, mientras en la región de la moneda única se contempla el fin del encarecimiento de la financiación, aunque todo depende de la presión que ejerzan los precios energéticos sobre el IPC.

"Se están sembrando inquietudes sobre los tipos de interés, aunque en cierta forma es previsible", señala el analista sénior para eToro, Javier Molina, quien advierte de que al "Ibex le toca sufrir a corto plazo" y, por tanto, ahora toca una "corrección sana, natural y previsible". El selectivo ha corrido mucho en la primera parte del año, cosechando un primer semestre récord, para luego sufrir un verano "errático" hasta acumular un empujón del 11% en el año. En este punto, los analistas de Bankinter vaticinan un final de año "plano" en lo que a movimientos bursátiles respecta, que debe ser interpretado como una "oportunidad para posicionarse de cara al 2024".

La preocupación de los inversores acerca de la moderación de la inflación se va a conjugar durante las próximas semanas con la temporada de resultados, donde la clave va a estar en las perspectivas que las empresas tengan de cara al próximo año. En este sentido, Molina distingue entre las compañías que han "hecho los deberes" durante la pandemia y han aprovechado la financiación barata para refinanciar deuda y aquellas que no lo han hecho, algo en lo que las grandes organizaciones sacan ventaja a las pequeñas.

La pérdida de los 9.200 este martes abre un panorama poco alentador, aunque el punto de alerta estaría en la barrera de los 9.000 puntos que logró a principios de año después del roto originado por la pandemia durante tres ejercicios consecutivos. De conseguir remontar, los expertos dibujan un recorrido limitado para el índice, situando los máximos en los 9.600 puntos.

Con un índice muy dependiente del sector bancario, cuyo peso en el índice es ligeramente inferior al 30%, y el coste del crédito disparado, la duda ahora radica en cuánto pueden mejorar las seis entidades del Ibex su beneficio en 2024 después de las ganancias récord que se esperan para este ejercicio bajo la amenaza de que la tasa de morosidad se pueda disparar. De momento, tan sólo se salva de las caídas BBVA, que ha sido el único valor del Ibex que salda en positivo las dos primeras sesiones del mes tras apuntarse un modesto alza del 0,29% en mitad del despliegue de un nuevo plan de recompra de títulos por 1.000 millones de euros.

La otra cara de la moneda viene representada por valores como Cellnex Telecom, que se convierte en el ‘farolillo rojo’ tras dejarse más de un 8% en pleno proceso de desinversiones para rebajar deuda, así como Solaria (-7,7%) e Iberdrola, que retrocede más de un 6,6% en un contexto de freno de inversión en renovables, motivado, precisamente, por los mayores costes del crédito. "El problema del Ibex es que se ve lastrado por los valores cíclicos", agrega Morín, al tiempo que insta a la cautela. "La única vía para calmar la inflación es provocar una recesión", sentencia.

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