Pese la crisis con Rusia

¿Fin a la tormenta del gas? Algunos ya ven un próximo declive en los precios

El ascenso imparable de los precios de este combustible se ha ido estabilizando pese al corte de suministro de Rusia debido a que las reservas de Europa parecen suficientes para el invierno.

Tuberías en el almacén de Serrablo (Huesca).
Tuberías en el almacén de Serrablo (Huesca).
L. I. / Archivo / Enagás

Europa se aventura hacia un precipicio con la crisis energética. Ese es el consenso que sigue prevaleciendo para muchos analistas ante la llegada del invierno. Por el contrario, ya aparecen algunas voces que consideran que el mercado del gas natural ha reaccionado en exceso a los acontecimientos y que es probable que se vea un alivio durante este invierno, debido a las decisiones que está tomando la Unión Europea (UE).

Quién primero parece ir por esa línea es Goldman Sachs. Samantha Dart, analista del banco de inversión, opina que los precios del gas natural europeo podrían caer a la mitad en los próximos seis meses a medida que los consumidores bajen el consumo y los países recurran a los grandes suministros almacenados. Dicho esto, la experta también prevé que los precios se recuperen el próximo verano para volver “a cotizar cerca de los niveles actuales a medida que los países europeos trabajan para reponer sus tanques de almacenamiento de gas natural”.

El gas natural se disparó en el último año y medio alcanzando niveles de récord en el viejo continente el mes pasado, justo antes de que Rusia decidiera dejar de enviar gas a través del gasoducto Nord Stream a Alemania, que suministra a Europa un tercio de este recurso. 

Los precios son tan altos que, algunos analistas, las facturas eléctricas europeas se podrían triplicar a principios del próximo año, lo que requerirá rescates gubernamentales que podrían ascender a cientos de miles de millones de dólares. Este producto natural se utiliza para generar electricidad, para la calefacción doméstica y la producción industrial, como para la fabricación de acero.

Los operadores esperan que los precios del gas natural se mantengan altos hasta bien entrado 2023, moderándose solo ligeramente para finales de año. Los futuros con vencimiento en el primer trimestre del 2023 en los mercados cotizan a 199,50 euros por megavatio hora, en línea con los precios actuales.

No obstante Dart prevé que los precios caigan a menos de 100 euros en el primer trimestre de 2023. Desde su punto de vista, Europa ha resuelto su escasez de gas “aumentando su almacenamiento, superando las expectativas de cara al invierno”. Europa ya ha llenado los tanques de almacenamiento al 82% de su capacidad y la analista prevé que supere el 90% para finales de octubre. “Los europeos ya han comenzado a usar menos gasolina, en parte debido a las nuevas normas gubernamentales y en parte porque la economía se ha desacelerado”, comenta.

El equipo de Muzinich va en esta misma sintonía y afirma que “es poco probable que se produzca una interrupción del suministro de gas este invierno”. A su modo de ver, en su escenario base de un invierno medio, sin interrupciones de suministro por parte de países que no sean Rusia, sin flujos procedentes de Rusia, con una reducción de la demanda del 10% y sin reactivar la producción del campo de Groningen, “las reservas caerán hasta el 13% de su capacidad… La cuestión clave será cómo reponer el almacenamiento el próximo año”.

Todo se puede torcer

Con todo, hay un mensaje de advertencia y riesgos importantes para la previsión de Dart. El invierno podría ser particularmente duro, obligando a los países a usar más gas para calefacción de lo esperado. También, Rusia podría reducir aún más el gas, incluidos los suministros que aún envía a Italia. Y los esfuerzos de los países para mitigar el dolor de los altos precios ofreciendo subsidios a los consumidores podrían convencerlos a tirar más de esta materia prima. “Todos esos factores probablemente harían que los precios subieran”, asevera.

Además, Dart ve más presión para los precios el próximo verano, ya que Europa se vería obligada a volver a llenar dichos tanques de almacenamiento. En su opinión, el almacenamiento caerá al 22% para finales del invierno, lo que significa que los países tendrán que gastar mucho para comprar más gas natural, lo que probablemente “aumentará sus importaciones de gas natural licuado o GNL”.

La analista espera que los precios aumenten a 235 euros por megavatio hora para el verano de 2023, más de lo que esperan actualmente inversores en el mercado de futuros. Los precios tienen que subir lo suficiente para convencer a algunas empresas o consumidores de que usen menos el recurso. “Específicamente, con los flujos rusos en cero desde el comienzo del año, la reconstrucción del almacenamiento en 2023 se vuelve mucho más difícil que en 2022, lo que requiere una destrucción de demanda incremental”, escribe en el informe.

En Estados Unidos, los precios del gas natural son más bajos que en Europa debido a los grandes suministros nacionales y la limitada capacidad de exportación. Pero aun así se han triplicado desde su media de largo plazo. Algunos analistas piensan que los precios del gas natural estadounidense también podrían caer, dado que el país tardará años en construir la infraestructura para exportar más gas.

“Con las exportaciones limitadas, los productores estadounidenses seguirán abasteciendo en gran medida al mercado interno, donde hay un relativo exceso de gasolina. Por lo tanto, no tiene mucho sentido que los precios del gas natural de Estados Unidos cambien drásticamente debido a los cambios en los mercados europeos, ya que el país norteamericano no puede aumentar las exportaciones”, expone el analista de RBC Capital Markets, Christopher Louney, en una nota reciente. “Sí, Estados Unidos es el proveedor alternativo del mundo y uno de los principales exportadores mundiales de GNL, pero existen oportunidades limitadas para aumentos a corto plazo dada su alta utilización”, concluye.

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