Escenario "apocalíptico"

El gas sube un 90% en un mes: Europa se asoma al abismo por el corte de Rusia

El gasoducto Nord Stream 1 se paralizará unos días para los trabajos de mantenimiento habituales, pero Alemania sospecha que Gazprom no retomará su actividad habitual después. 

El gas Henry Hub de EEUU cotiza en máximos desde 2008.
El gas sube un 90% en un mes: Europa se asoma al abismo por el corte de Rusia
DPA vía Europa Press

El director de Economía del Banco Central Europeo (BCE), Óscar Arce, avisaba hace unos días del escenario "casi apocalíptico" al que se enfrentaba Europa si Rusia cortaba el suministro de gas natural y apuntaba que la probabilidad de que eso ocurriese "no es despreciable". Cada día que pasa Europa busca acelerar el cambio en su política energética para mitigar el impacto. Los países europeos, sobre todo a Alemania, ven más cerca el riesgo de una recesión económica, con la inflación disparada en máximos de las últimas décadas, a medida que la oferta de gas se reduce. La tensión se refleja en el precio al que cotizan los futuros del gas en Europa, disparados hasta su cuarto mayor precio de su historia

El TTF holandés, que recoge el precio de los contratos de gas natural para el siguiente mes, se ha encarecido casi un 90% en apenas un mes por el temor al corte total del Kremlin. Europa no logra suplir el suministro ruso. Este lunes, el precio del gas en Europa superó los 160 euros por megavatio hora (MWh) tras incrementarse más de un 8%. Solo los días 4, 7 y 8 de marzo, tras el estallido de la guerra en Ucrania, el mercado cerró a un precio superior. El último precio aún es un 30% inferior a los 207 euros/MWh que registró el 7 de marzo. Ese mismo día, el megavatio hora de gas natural marcó un máximo intradía aún mayor por encima de los 300 euros. 

Pero el coste podría ir incluso a más en los próximos días. El ministro de Economía alemán Robert Habeck afirmó hace unos días que los precios iba a seguir subiendo. El gasoducto Nord Stream 1, uno de los principales cauces de llegada del gas ruso a Europa, se parará en los próximos días -entre el 11 y el 21 de julio- por su mantenimiento anual habitual. Pero la atención se dirige a qué ocurrirá después. Alemania, uno de los países más expuestos a Rusia, sospecha que Gazprom, la gasística rusa propietaria del gasoducto, no retomará la actividad. Actualmente ya funciona al 40% de su capacidad, lo que desde Rusia justifican por problemas técnicos. 

Los países europeos tienen la vista puesta en el próximo invierno, cuando el consumo crecerá y es previsible que ya no cuenten con el suministro de Rusia. Sin embargo, el Kremlin está marcando el ritmo de Europa para dejar de depender de su gas y los últimos cortes complican el llenado de las reservas para los meses más fríos. Mientras, las alternativas son insuficientes y están expuestas a imprevistos. Por ejemplo, este lunes comenzó en Noruega una huelga de los trabajadores del sector de la energía que pone en riesgo el 13% de su suministro de gas.

La reciente subida del precio del gas natural también se vio impulsada por la previsión de menos envíos de gas natural licuado (GNL) de EEUU después de que la planta de la gasística estadounidense Freeport se viera afectada por un incendio y no recuperará su actividad normal hasta finales de año. Pese a ello, junio fue el primer mes en la historia en el que la Unión Europea importó más gas GNL estadounidense que gas a través de gasoductos rusos. El cambio, no obstante, obedece más a la fuerte caída del gas ruso, mientras que las compras a EEUU están todavía lejos del nivel del suministro ruso a finales de 2021. 

Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) apunta en ese sentido que "la caída de la oferta rusa exige esfuerzos para reducir la demanda de la UE para prepararse para un invierno duro".

La industria alemana se enfrenta a un "colapso"

Europa se prepara para el invierno con los programas de emergencia ya activados. Alemania, que tiene gran dependencia rusa de toda su actividad económica, es el más avanzado y ya activó hace dos semanas su nivel de alerta del plan de emergencia. Es decir, está en la segunda fase de un total de tres, que ya da potestad al Gobierno para permitir a las empresas trasladar los altos precios directamente al cliente. El objetivo es reducir el consumo de gas para que las grandes compañías no se vean afectadas. 

La capacidad industrial de Alemania depende casi al completo de las importaciones de gas natural que en los últimos meses han disparado su precio. Este lunes, la presidenta de la Confederación Alemana de Sindicatos, Yasmin Fahimi, afirmó que "industrias enteras (aluminio, vidrio o la industria química) están en peligro de colapsar de manera permanente debido a los cuellos de botella del gas natural". El colapso tendría consecuencias "masivas para toda la economía y el empleo en Alemania". La compañía energética Uniper, el mayor suministrador de gas de Alemania, ya negocia su rescate con el Gobierno alemán. Solicitó ayuda financiera por las consecuencias de la crisis en el suministro de gas.

Pero el golpe del corte del gas ruso también afectaría al resto de Europa. Según afirmó el director de Economía del BCE, en una intervención en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que recoge ABC, la institución que dirige Christine Lagarde trabaja con un escenario en el que los precios del gas serían tres veces más caros que los actuales. Esto, unido a un petróleo próximo a los 180 dólares y un mayor encarecimiento de los alimentos, arrastraría al conjunto de la zona euro a una recesión en 2023. 

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