Alianza con Severstal

Gestamp sufre en bolsa con la crisis del automóvil y el colapso de su socio ruso

La multinacional española comparte dos empresas con la siderúrgica Severstal de Alexei Mordashov, sancionado por la Unión Europea por sus vínculos con el Kremlin, al borde del 'default' técnico.

El presidente de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) y de Gestamp, Francisco Riberas.
El presidente de Gestamp, Francisco Riberas.
EUROPA PRESS

La guerra de Ucrania y las sanciones contra Rusia están provocando una recesión de la economía rusa, aunque sin datos oficiales, sí brotan estimaciones que apuntan en dirección tenebrosa y algunos indicadores adelantados como la venta de coches, que ya está colapsando (-63% en marzo), según los datos de la Asociación de Empresas Europeas (AEB) que agrupa los intereses de inversores extranjeros en Rusia. Dos de las grandes damnificadas son las multinacionales españolas Gestamp y Grupo Antolín, referentes del sector auxiliar de los fabricantes de automóviles en ese país.

Las dos empresas han paralizado su actividad en el país mientras se extiende el aislamiento a los intereses rusos en forma de sanciones financieras. Es a Gestamp a quien le va a salir más caro y le está salpicando más de cerca por sus negocios conjuntos con la siderúrgica Severstal. Desde que comenzó la guerra, la cotización del grupo español ha perdido alrededor del 25% de su valor en bolsa, es decir, unos 600 millones de euros.

La inclusión en la lista negra pro-Putin del oligarca Alexei Mordashov, dueño del 77% de la compañía, el bloqueo de las transacciones financieras a bancos rusos o a la inversión extranjera en el país han situado a la empresa rusa al borde de la suspensión de pagos desde hace dos semanas por la imposibilidad que tiene de atender el pago de intereses de un bono de 800 millones de dólares. Moody’s, Fitch y S&P han retirado su rating porque el 'default' parece ser solo cuestión de tiempo y de que se inste el concurso.

La primera gran quiebra rusa

Gestamp mantiene dos filiales en Rusia coparticipadas por la siderúrgica a través de Todlem SL, una sociedad 76% en manos españolas y un 24% rusas. Es la cabecera de Gestamp Severstal Vsevolozhsk, LLC y Gestamp Severstal Kaluga, LLC, las dos sociedades a través de las que gestiona sus cuatro fábricas en las ciudades de San Petersburgo, Kaluga y Togliatt que cumplen ahora un mes completo de parada por falta de componentes. La presencia de Severstal como socio no hace sino complicar ahora las cosas.

La siderúrgica rusa incumplió los pagos de un bono el pasado 18 de marzo aunque dijo que había recibido autorización del Gobierno ruso para pagar en dólares, si bien estimó que Citigroup, el agente de pagos, bloquearía el reembolso programado de 12 millones de dólares. La última ronda de sanciones del Tesoro de EEUU incluye el veto a los pagos de empresas rusas a través de bancos estadounidenses lo que virtualmente coloca a Severstal como la primera gran quiebra empresarial de Rusia tras la guerra.

Mordashov ha sido uno de los oligarcas que más rápido se ha movido para esquivar las sanciones de Occidente al cambiar propiedades a nombre de familiares y sociedades. En Alemania todavía están investigando el traspaso a sociedades en paraísos fiscales a nombre de su mujer del 34% de las acciones de TUI, el mayor touroperador turístico alemán, aunque sospechan que una parte ha ido a manos de Severgroup, sociedad holding vinculada a la siderúrgica a través de la que canaliza gran parte de su riqueza. La empresa de Mordashov ha perdido alrededor de un tercio de sus ventas por las sanciones europeas y de los aliados a productos como el acero ruso.

Un negocio de 100 millones

La empresa de la familia Riberas declara una inversión de 40 millones de euros en pagarés (deuda de corto plazo) de sus dos filiales (GS Vsevolozhsk y GS Kaluga) emitidos en rublos, según datos a cierre de 2021. Gestamp valora su negocio en Rusia en 54 millones de euros tomando como referencia la última transacción accionarial de octubre de 2021, cuando recompró al ente público Cofides el 5,6% del capital de Todlem por 9,7 millones de euros.

Por volumen de negocio, Gestamp registró allí un importe neto de ingresos de 107,5 millones de euros en 2021, un 17% menos que en el ejercicio pandémico de 2020. Apenas representa un 1,32% del total del grupo. La empresa es una de las pocas empresas españolas con presencia directa en Rusia a través de estas plantas donde emplea a cerca de 500 empleados. En comparación, Grupo Antolín tiene dos fábricas paradas -en Nizhny Nóvgorod y San Petersburgo- con apenas 150 trabajadores.

Los dos grupos de automoción están por detrás en niveles de inversión de Grupo Fuertes (dueño de El Pozo), que posee una participación en la cárnica Cherkizovo valorada en unos 150 millones de euros poco antes de la guerra. Todos ellos están lejos de las cifras de Inditex, el grupo de empresas con mayores inversiones en el país, con 9.000 empleados y 500 tiendas. Rusia suponía cerca de 400 millones de su beneficio operativo (Ebit) y 2.000 millones en ventas. Muchos analistas ya dan por perdido todo ese negocio de las empresas europeas en suelo ruso conforme la guerra se acerca a su segundo mes y las sanciones se recrudecen.

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