Polémica salida de Ackmann

¿Por qué los gurús desinstalan Netflix de sus carteras... y con graves pérdidas?

El gestor del 'hedge fund' Pershing Square invirtió más de 1.000 millones de dólares en enero declarando su convicción a largo plazo por la plataforma de streaming pero cierra la posición en solo tres meses.

Oficina de Netflix.
Oficina de Netflix.
Netflix vía EP

Netflix está viviendo su peor momento desde que cotiza en bolsa, después de presentar unos resultados que decepcionaron a los analistas y provocaron un desplome del 35% el miércoles y otro 3% el jueves hasta media sesión. Un fiasco que se ha traducido en que algunos de sus firmes defensores hayan decidido dar marcha atrás para cerrar las posiciones que tenían dentro de la compañía, como el caso de Bill Ackman, gurú de Wall Street y fundador del 'hedge fund' Pershing Square Capital., que ha perdido casi 500 millones de dólares o cerca de la mitad de su inversión.

El brazo inversor de Ackman había adquirido a principios del presente ejercicio 3,1 millones de acciones de Netflix, declarando la empresa como una de sus inversiones de convicción a largo plazo. Sin embargo, la nueva hoja de ruta para combatir la gran desaceleración en la creación de nuevos usuarios –excluyendo el impacto del cierre de las 700.000 cuentas rusas el impacto en sus cuentas habría sido de unas suscripciones netas de 500.000 nuevos usuarios, muy por debajo de los 2,5 millones previstos en el primer trimestre del año– han desenganchado al multimillonario inversor.

Las acciones de Netflix se han desplomado ya un 35% desde antes de presentar sus cuentas y pierden un 61% en este 2022. Algunos en Wall Street creen que este desplome es una oportunidad de compra, pero no así para Ackman, que precisamente tiene un enfoque de inversión orientado a la generación de valor de cara al futuro. Para él, todo ha cambiado.

No fue solo la caída en el volumen de suscriptores lo que parece preocuparle, sino también la mayor incertidumbre en torno a los planes de Netflix para volver a encarrilar la situación del grupo. La compañía planea tomar medidas concretas contra el uso compartido de contraseñas –cuentas compartidas–, lo que podría ser una jugada inteligente a largo plazo, pero que seguramente molestará a los usuarios que recientemente se enfrentaron a un aumento de las tarifas por acceder al contenido de la plataforma.

La firma de streaming también está jugando con la idea de permitir publicidad en la plataforma. Un movimiento que podría alejar a los clientes acostumbrados a la visualización ininterrumpida. Estos son factores que no agradan nada al gurú de Wall Street: “Si bien creemos que estos cambios en el modelo comercial son sensatos, es extremadamente difícil predecir su impacto en el crecimiento de suscriptores a largo plazo de la compañía, los ingresos futuros, los márgenes operativos y la intensidad de capital”.

La inversión en Netflix representa un ligero golpe para Ackman, que recuperó sus mejores números como inversor en los últimos años, después de una desastrosa posición corta en Herbalife, así como una participación con la que perdió una gran suma de dinero en Valeant Pharmaceutical, ahora Bausch Health. Ackman estimó que la venta de Netflix podría restar un 4% al comportamiento global en términos anualizados de Pershing Square. Son números rojos, pero son mejores que el débil desempeño que vio el fondo entre 2015 y 2018 después de perder el pulso frente a Carl Icahn. Desde 2019, Pershing ha generado retornos de doble dígito.

“Uno de nuestros aprendizajes de los errores del pasado es actuar con prontitud cuando descubrimos nueva información sobre una inversión que es inconsistente con nuestra tesis original… Por eso lo hicimos aquí”, escribió Ackman en la carta destinada a sus inversor. Pero, a pesar de la venta de sus títulos en cartera, Ackman todavía cree en el potencial que podría tener Netflix: “Basándonos en el historial del equipo gestor, no nos sorprendería ver que Netflix continúa siendo una empresa de gran éxito y una excelente inversión con su valor de mercado actual”.

Cambio de tesis

El viraje de Ackam es notable. En el pasado mes de enero, el inversor apostó más de 1.000 millones de dólares en el servicio de streaming solo unos días después de que la empresa publicase una rebaja de sus previsiones sobre las suscripciones, que llevó a que el precio de sus acciones a la baja. 

En una carta, Ackman explicaba que la oportunidad de adquirir Netflix a una valoración atractiva surgió cuando los inversores reaccionaron negativamente a los datos de crecimiento del número de suscriptores del último trimestre y a las previsiones a corto plazo de la dirección: "Muchas de nuestras mejores inversiones han surgido cuando otros inversores, cuyos horizontes temporales son a corto plazo, descartan grandes empresas a precios que parecen extraordinariamente atractivos cuando tiene un horizonte a largo plazo”.

“La caída sustancial del precio de las acciones de Netflix fue exacerbada por la reciente volatilidad del mercado”, apuntaba Ackman, destacando que el fondo nunca antes había tenido una participación en la empresa. Según el gurú, la cartera de contenido de Netflix les permitirá defenderse de los rivales y aumentar sus márgenes. Ahora, su teoría ha cambiado, especialmente, por las dudas generadas sobre la incorporación de publicidad a su plataforma y ese recorte de las cuentas compartidas.

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