Europa batiría a EEUU

La inflación se convierte en la clave del mercado del crédito y de las bolsas

El cierre temporal de la economía mundial es un hecho sin precedentes, y la recuperación aún llevará un tiempo, que habrá de medirse en años y no en trimestres. 

Jay Powell, presidente de la Fed
Jay Powell, presidente de la Fed

Los mercados de renta fija se han estabilizado tras la fuerte caída registrada en marzo, ante la intervención de los gobiernos y los bancos centrales para aliviar la tensión. Su reacción ha sido amplia y rápida, si la comparamos con su actuación en crisis pasadas como la crisis financiera mundial, lo que ha contribuido a evitar, de momento, una caída económica aún más fuerte, gracias a los recortes de tipos, la compra de bonos, los programas de préstamos y la provisión de liquidez. 

Con todo, el cierre temporal de la economía mundial es un hecho sin precedentes, y la recuperación aún llevará un tiempo, que habrá de medirse en años y no en trimestres. “Las perspectivas de reducido crecimiento e inflación señalan la probabilidad de que el entorno de tipos bajos de los últimos años se quede con nosotros un tiempo”, según apuntan los expertos de Capital Group. “En lo que probablemente se equivoquen los bancos centrales es en su orientación conservadora y expansiva”, añaden.

Chris Iggo, CIO Core Invesments de la gestora de fondos AXA IM, coincide en este análisis del mercado de los bonos y los impactos a futuro que se pueden producir. En este sentido, pone el foco esencialmente en la inflación. A pesar de que las cifras de julio fueron más altas de lo esperado en algunos países, el precio del dinero sigue bajo presión y hay muchos expertos que consideran que seguirá baja. 

“Si se equivocan y la inflación aumenta, los tipos cortos reales caerán aún más y la curva se empinará incluso con las medidas de la QE (quizás con un empujón adicional debido al aumento de la emisión de gubernamentales)”, concreta Iggo. Por lo tanto, es de suponer que una inflación más alta junto con una recuperación del crecimiento real elevará el PIB nominal y permitirá que disminuya el apalancamiento de la economía en su conjunto. “Esto debería significar que el perfil de la deuda sería más fácil de gestionar”, agrega.

Manteniendo esa misma dinámica, el experto de AXA IM asegura que los movimientos esperados por parte de los bancos centrales, en especial de la Fed, son vitales para adivinar los próximos movimientos. De este modo, se espera que el próximo mes la institución monetaria estadounidense anuncie algunos cambios en su marco de política monetaria a largo plazo.

Muchos observadores esperan que se incluya un “objetivo medio de inflación” que, en teoría, se traduciría en que la Reserva Federal permitirá que la inflación suba por encima del 2% durante un período lo suficientemente largo como para compensar los momentos en los que haya estado por debajo del 2%. 

“Es probable que deba respaldar esta estrategia con una previsión a futuro que sugiera que los tipos no aumentarán hasta que la institución monetaria esté convencida de que se ha cumplido el objetivo de inflación (y tal vez el objetivo de desempleo)”, argumenta Iggo. 

Por lo pronto, el mercado de futuros de los fondos federales, que representa las expectativas de los participantes en el mercado, descuenta ya un tipo de interés de 0-25 puntos básicos en 2021. “Es posible que los balances del Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Japón y la Reserva Federal lleguen a alcanzar entre los tres los 20-25 billones de dólares”, prevén desde Capital Group. Además, podrían anunciarse nuevos programas de estímulos fiscales y la ampliación de programas que estén próximos al vencimiento.

Así, desde el punto de vista de Iggo, esto, finalmente, está abriendo paso a un escenario procíclico. “Un esquema basado en los estímulos de las políticas monetarias que ya se han implementado, las posturas proinflacionarias más agresivas de la Fed, los déficits presupuestarios permanentemente mayores, y los cambios en algunos de los factores a más largo plazo que han mantenido baja la inflación”, cuenta. 

El impacto en los mercados de más inflación

Esto puede generar que la inflación se eleve por encima de sus niveles recientes. “Eso, en última instancia, permite que la Fed deje de incrementar su balance y que la economía reduzca lentamente su nivel real de endeudamiento”, asegura. Pero los efectos irían más allá: “El repunte de la renta variable podría extenderse más, mientras que Europa y los mercados emergentes batirían a Estados Unidos y el equilibrio de los niveles de inflación crecería a nivel mundial”. 

BlackRock Investment Institute aporta una visión similar en su último informe en que se centra en la aceleración que ha mostrado la pandemia en tendencias estructurales, lo que ha provocado una urgente necesidad de replantearse las asignaciones estratégicas de activos. 

“Con este entorno priorizamos una exposición reducida a los títulos nominales de deuda pública de los mercados desarrollados y una mayor asignación a los bonos vinculados a la inflación, a medida que los tipos de interés se aproximan a sus límites inferiores y los riesgos de inflación aumentan a medio plazo”, analiza.

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