En un mundo donde cada euro cuenta y el fruto de nuestro esfuerzo se mide en el ahorro arduamente ganado, surge una pregunta crucial: ¿es ahora un buen momento para transformar parte de ese capital en una inversión? No todo el mundo tiene el lujo de disponer de dinero sobrante; por lo tanto, la decisión de invertir no se puede tomar a la ligera.
Es fundamental abordar la inversión con una estrategia que no solo busque el crecimiento del capital, sino que también proteja esos euros que hemos dedicado tantas horas a ganar. Esto requiere una estrategia de inversión planificada y adaptada tanto a las condiciones del mercado como a las financieras personales.
Ahora la gran pregunta es cómo construir una cartera a largo plazo. Y la respuesta depende no sólo de los objetivos y limitaciones, sino también de la cantidad de dinero que tenga para invertir. ¿Qué opciones tienen los pequeños inversores que disponen de entre 1.000 y 10.000 euros para invertir?
Estrategias de inversión para una cartera de 1.000 euros
Al considerar una inversión de 1.000 euros, Pablo Tellería, asesor financiero de Inbestme, considera que la clave reside en encontrar un equilibrio óptimo entre rentabilidad esperada y riesgo asumido. Para lograr este equilibrio, Tellería sugiere una cartera con una distribución de 70% en renta fija (RF) y 30% en renta variable (RV), lo que ofrece una combinación equilibrada de estabilidad y potencial de crecimiento.
La elección de los bonos para la parte de renta fija de la cartera es particularmente estratégica. Tellería recomienda seleccionar bonos de alta calidad (grado inversor), con una duración media alineada con el horizonte temporal del inversor. Esta aproximación apunta a mitigar los riesgos asociados con las fluctuaciones de los tipos de interés, mientras se mantiene una perspectiva de crecimiento moderada.
Con un monto de inversión de 1.000 euros y un horizonte de inversión de cinco años, Tellería aconseja una combinación específica de fondos para equilibrar la cartera. Una asignación de 30% al iShares Acciones Globales de Países Desarrollados y un 70% al Vanguard Bonos Globales con Cobertura de Divisa. Esta combinación “busca capturar el crecimiento de los mercados desarrollados, al tiempo que asegura la estabilidad a través de bonos globales de alta calificación”, explica.
Para inversores con un horizonte temporal más corto, entre 3 y 5 años, Tellería ajusta la recomendación hacia un fondo de bonos con duraciones más cortas, como el Vanguard Bonos Globales de Corta Duración con Cobertura de Divisa, que mantiene el enfoque en deuda de alta calidad, pero con una duración reducida para aumentar la liquidez y disminuir la exposición al riesgo de tipo de interés.
Estrategias de inversión para una cartera de 10.000 euros
Para los inversores con un perfil de riesgo moderado dispuestos a configurar una cartera de 10.000 euros, el equipo de Tressis subraya la importancia de una estrategia personalizada, que considera tanto la diversificación de clases de activos como la distribución geográfica.
En términos de asignación de activos, Tressis recomienda una composición de 65% en renta variable y 35% en renta fija para una cartera de 10.000 euros. Esta distribución refleja “un enfoque equilibrado que busca capitalizar el potencial de crecimiento de los mercados de acciones, al tiempo que se asegura una base de estabilidad y protección contra la volatilidad a través de la renta fija” comentan.
Para la composición de la cartera, Tressis sugiere una estrategia de inversión que combina crédito corporativo de grado de inversión de corto plazo y productos de inversión globales, asegurando la cobertura de divisa para mitigar el riesgo cambiario.
En el ámbito de la renta variable, la estrategia se centra en diversificar globalmente, añadiendo valor mediante la inclusión de fondos de gestión activa en regiones como Europa y Asia Pacífico, donde los mercados menos eficientes presentan oportunidades para superar a los índices.
La distribución sugerida por Tellería, en este caso, se inclina hacia una mayor asignación en renta fija, con un 70% destinado a un fondo indexado de bonos globales, lo que subraya la preferencia por la estabilidad y el rendimiento predecible en un horizonte de inversión de medio plazo.
En su opinión, el fondo Vanguard Bonos Globales con Cobertura de Divisa se presenta como una opción sólida para el núcleo de la cartera. Complementariamente, la asignación de un 25% a acciones de países desarrollados, a través del iShares Acciones Globales Países Desarrollados introduce un componente de crecimiento, mientras que la inclusión de un 5% del Invesco Physical Gold ETF ofrece protección contra la volatilidad y la inflación.
