Influencia de China

Invertir en oro: ¿es una alternativa real a la renta fija para el ahorro conservador?

El activo de referencia frente a la incertidumbre, la inflación o la recesión, se comportó mejor que los bonos por segundo año consecutivo, pero liga su destino a la demanda en Asia y de los bancos centrales.

Un hombre observa el escaparate de una joyería.
Un hombre observa el escaparate de una joyería.
DPA vía Europa Press

El precio del oro superó a las acciones de los mercados emergentes, al dólar estadounidense, los bonos soberanos y materias primas en general en 2023, con una rentabilidad anual del 12,8%, según los datos del Consejo Mundial del Oro (WGC). Pero eso no es todo. Según Top Money Report, desde el inicio del siglo XXI, el oro ha tenido mayores rendimientos que las acciones y los bonos estadounidenses, con una tasa anual compuesta en dólares del 7,8% superando el 7% anualizado del S&P 500, el índice de referencia del mercado estadounidense.

Hacia finales del pasado año, bancos de inversión como JP Morgan y Goldman Sachs pronosticaron un futuro brillante para el oro y otras materias primas como el petróleo. "Evite las acciones y los bonos, es el momento de las materias primas”. Así arrancaba uno de los informes del analista de JP Morgan Marco Kolanovic, quien sugirió que era solo cuestión de tiempo para que los mercados globales experimentaran caídas después de años de descensos.

De momento, el pronóstico no se ha materializado, ya que tanto el S&P 500 como el Dow Jones siguen encadenando récords, impulsados por el fin de las subidas en los tipos de interés, una economía que los resiste todo y, cómo no, por el auge de la Inteligencia Artificial. Ante la incertidumbre sobre si Wall Street mantendrá su impulso y la previsible caída de las rentabilidades de los bonos con la primera bajada de tipos, surge una pregunta clave. ¿Cómo afectará un dólar más bajo al oro y a otras materias primas? En este contexto, Marta Escribano, de Salmón Mundi, destaca actualmente el valor del oro como refugio seguro. "El oro ha demostrado ser una inversión sólida frente a la inestabilidad geopolítica y la posible caída del dólar”.

Los 2.200 dólares por onza y el riesgo inflacionista

Desde mediados de diciembre de 2023, el precio del oro se ha mantenido firmemente por encima de los 2.000 dólares, oscilando actualmente entre los 2.020 y los 2.050 dólares por onza. Una base sólida que ha hecho que otras firmas como UBS y WisdomTree sean todavía más atrevidas con sus apuestas sobre el oro, situando su precio en 2.200 y 2.210 dólares respectivamente, para finales de año. Unas previsiones que se basan, una vez más, en las bajadas de tipos que se esperan en Estados Unidos, un dólar más débil y caídas en los rendimientos de los bonos.

Sin embargo, aunque parezca que la inflación está controlada a corto plazo, la Reserva Federal (Fed) necesita hechos concretos y un escenario sólido para evitar riesgos inflacionarios para bajar antes de tiempo los tipos como ha anunciado su presidente, Jerome Powell. El efecto no se ha hecho esperar: frenazo en la caída del dólar y en el oro y subida en las rentabilidades de los bonos.

Este enfoque más conservador ha llevado a los operadores de mercado a ajustar las expectativas de un recorte de tasas en marzo, reduciéndolas a solo un 20%, tal como señala Sergio Ávila, analista de IG. Ávila también menciona que “se prevé un total de aproximadamente 137 puntos básicos de flexibilización a lo largo de este año, en comparación con los 150 puntos básicos estimados a finales del año pasado”.

Rendimiento del oro frente a la renta fija

Si se cumple la previsión de 2.200 dólares por onza de UBS y WinsomTree, el oro tendría un potencial del 7%. Esto contrasta con el rendimiento esperado del bono a diez años de Estados Unidos, que podría rondar el 3% a finales de año, si la Fed recorta 130 puntos básicos en los tipos de interés, como anticipa el mercado.

El riesgo geopolítico también jugará un papel fundamental en la valoración del oro, según Escribano. La escalada de tensiones en varios frentes económicos, políticos y sociales podría recrear un ambiente similar al de los años 70, marcado por sucesivas olas inflacionarias. En tal contexto, sugiere que el oro se beneficiaría de un entorno de tipos reales menos atractivos, teniendo en cuenta que su demanda registró cifras récord en 2023.

Sin embargo, no hay que precipitarse ni hacerse ilusiones a corto y medio plazo. Ávila señala que el precio del oro permanece en un rango lateral oscilando entre los 2.005 y los 2.062 dólares del que le costará salir por la propia fortaleza de la economía norteamericana. “Solo si los datos económicos de Estados Unidos muestran debilidad y la Fed adopta una postura más suave, vigilaremos una ruptura del oro por encima de los 2.062,5 dólares. De suceder, apuntaríamos a un objetivo de 2.146 dólares, los máximos de 2023”, concluye.

China sigue comprando oro

Y mientras la economía de Estados Unidos sigue exhibiendo músculo, la china no pasa por su mejor momento. Como uno de los grandes consumidores de oro a nivel mundial, China sigue teniendo muchos problemas por resolver que han empeorado la situación financiera de sus ciudadanos. El sector inmobiliario, que representa más del 65% de la riqueza, está quebrado. Las bolsas chinas han tocado mínimos de 5 años, con una pérdida en los índices de China continental y Hong Kong de 6,3 billones de dólares en apitalización bursátil desde 2021. Además, el yuan ha perdido valor frente a otras divisas reduciendo el poder adquisitivo de la población.

Sin embargo, y al contrario de que se podría esperar, está situación no ha hecho disminuir la demanda de oro en China. Al contrario, la inversión en oro, incluyendo lingotes y monedas, creció un 28%, la compra de joyería de oro aumentó un 10% y los ETFs de oro en China tuvieron entradas considerables de dinero en 2023.

Este incremento en la demanda, a pesar de los altos precios, sugiere una búsqueda de seguridad financiera por parte de los ciudadanos y el Banco Central Chino, estableciendo un soporte para el precio del metal, según Escribano. También es conocido que los chinos gastan fortunas en productos fabricados en oro durante las celebraciones del Nuevo Año Lunar que comienza ahora. Una festividad milenaria que simboliza la renovación y el renacimiento. Justo lo que necesita ahora el oro.

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