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Japón desafía expectativas y el Nikkei 225 puede seguir al alza en el cambio de ciclo

La economía japonesa está empezando a superar la prolongada fase deflacionaria que experimentó durante décadas, lo que ha llevado incluso a su banco central a plantearse sus primeras subidas de tipos.

Esta vez es diferente para las acciones de Japón: el Nikkei, en máximos desde los 80
Esta vez es diferente para las acciones de Japón: el Nikkei, en máximos desde los 80
Nerea de Bilbao (Infografía)

El mercado de valores de Japón se mantiene firme -con permiso del auge de los conflictos geopolíticos-, con el Nikkei 225 mirando a los 40.000 puntos, un nivel que no se alcanzaba desde la burbuja tecnológica de 1990. Esto se debe en gran medida a los sólidos fundamentos empresariales, una gestión corporativa más eficiente y un aumento de la inversión extranjera. Estos elementos sugieren que Japón tiene la fuerza necesaria para seguir subiendo en el mercado de valores.

Las empresas japonesas están en medio de una fase de transformación, con expectativas de más cambios buscando mayor eficiencia y rentabilidad. Este proceso incluye desde la reestructuración de negocios hasta la venta de activos no esenciales.

Según Robert Plant, gestor de carteras de Columbia Threadneedle, la mitad de las empresas cotizadas han emprendido acciones hacia este fin. “Los desafíos demográficos de Japón podrían convertirse en factores positivos, obligando a las empresas a incrementar su productividad ante la escasez de trabajadores, lo cual podría fortalecer sus márgenes de beneficio” explica.

El rendimiento medio del capital (ROE) para las empresas listadas en el índice Topix 500 (índice de referencia en acciones de Japón, junto con el Nikkei 225) es del 8%, inferior al 12% del europeo Stoxx 600 y al 17% del S&P 500, según la firma First Eagle Overseas. La presión ejercida tanto por los reguladores como por fondos de inversión extranjeros para alcanzar un ROE más elevado hacen que aumente el potencial de ganancias.

Japón supera décadas de deflación

Existen indicios de que la economía japonesa está empezando a superar la prolongada fase deflacionaria que experimentó durante décadas. En 2023, los precios al consumidor experimentaron un aumento récord no visto en los últimos 40 años, y el país registró su primer incremento significativo de salarios en mucho tiempo.

En marzo, se llegó a un acuerdo entre sindicatos y empresas, que afecta a una fuerza laboral de siete millones de personas, para elevar los salarios en un 5,3%, marcando el mayor aumento desde 1991. Con la inflación reintroducida en la ecuación, las perspectivas para el gasto de los consumidores y el crecimiento corporativo son más positivas.

Japón atrae a nuevos inversores

Si los periodos de deflación en Japón han llegado realmente a su fin, esto podría incentivar aún más a las personas a canalizar su dinero hacia el mercado de valores japonés después de décadas en el olvido. Durante una fase deflacionaria, mantener el dinero en efectivo podía ser atractivo, ya que el poder adquisitivo del mismo aumentaba con la caída de los precios. Sin embargo, este razonamiento pierde fuerza en un contexto inflacionario.

Además, la introducción de un sistema de exención fiscal que permite a los inversores japoneses invertir en el mercado sin preocupaciones fiscales, está atrayendo a una nueva ola de inversores minoristas. Este cambio es importante, si se tiene en cuenta que los hogares japoneses mantienen el 53% de su riqueza en efectivo y solo un 12,7% en acciones, a diferencia de Estados Unidos, donde la proporción es de un 14% en efectivo frente a un 39% en acciones.

BlackRock y Warren Buffett apuestan por Japón

Al inicio de 2024, dos de los mayores inversores del mundo, BlackRock y Berkshire Hathaway (Warren Buffet) no veían precisamente el mundo de las inversiones con optimismo. En ambos casos preveían menos crecimiento económico, inflación más alta de lo ideal, tipos de interés elevados y más volatilidad. Japón se presentaba como la única economía avanzada que generaba cierto entusiasmo.

“Mantenemos nuestra apuesta en Japón de forma indefinida”, comentaba Buffett en su última carta anual a inversores. "Creemos que el repunte de la renta variable japonesa tiene recorrido, a diferencia de otras salidas en falso", planteaban los analistas de Blackrock a finales de febrero.

Japón, históricamente sensible a las dinámicas globales, exhibe ahora una mayor resiliencia, menos afectada por variaciones económicas internacionales. “La combinación de la superación de la deflación, el incremento salarial y la revalorización del mercado inmobiliario contribuyen a un panorama económico prometedor”, señalan desde Columbia Threadneedle.

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