Acabará el 'tapering' en marzo

La Fed duplica la velocidad de retirada de estímulos hasta los 30.000 millones

El banco central cambiará de marcha a partir de enero a la hora de reducir su volumen de compras de deuda y reducirá de 90.000 a 60.000 millones de dólares mensuales sus adquisiciones.

Acelerón. La Reserva Federal recortará su programa de compras de deuda en 30.000 millones de dólares a partir de enero, el doble de los 15.000 millones aplicados en noviembre y diciembre. El nuevo ritmo del banco central supondrá dar por finalizados los estímulos a finales de marzo, tres meses antes de lo previsto según el plan anterior esbozado en la anterior reunión.

"A la luz de la evolución de la inflación y la mejora adicional en el mercado laboral", señala en su comunicado, "el comité considera que probablemente serán apropiadas reducciones similares en el ritmo de las compras netas de activos cada mes, pero está preparado para ajustar el ritmo de las compras si los cambios en las perspectivas económicas lo justifican".

De este modo, la Fed comprará 60.000 millones en bonos cada mes a partir de enero, la mitad de los 120.000 millones que estaba inyectando antes del inicio del 'tapering'. La reducción de la compra de activos comenzó en noviembre, con una reducción de 10.000 millones en compras al Tesoro y 5.000 millones en valores respaldados por hipotecas. El mismo ritmo es el que se está ejecutando en diciembre. El balance de la Fed terminará 2021 cerca de los 8,8 billones de dólares.

El acelerón en el movimiento hacia la normalidad del banco central se sitúa conforme a las previsiones después de que la inflación se haya disparado en EEUU hasta el 6,8% en noviembre, su nivel más alto en cuatro décadas. "Los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia y la reapertura de la economía han seguido contribuyendo a niveles elevados de inflación", recuerda la Fed sobre esta situación.

Y la subida de tipos, ¿para cuándo?

El diagrama de estimaciones que acompaña a la decisión de la Fed indican que los funcionarios del banco central prevén hasta tres subidas de tipos en 2022 (hasta el 0,9%), dos en 2023 (hasta el 1,6%) y dos más en 2024 (al 2,1%), lo que supone un aumento de varias décimas en el precio del dinero respecto al 0,3%, 1% y 1,8% pronosticados en septiembre.  

Sin embargo, a medida que la narrativa "transitoria" sobre la evolución de la inflación se puso en tela de juicio y el IPC comenzó a parecer más fuerte y duradera, la Fed ha tenido que cambiar de rumbo y endurecer su discurso. El gobernado de la Fed, Jerome Powell, sigue considerando que el rumbo de la economía sigue dependiendo del virus, pero también la inflación: "Se espera que los avances en las vacunaciones y la reducción de las limitaciones de la oferta respalden los continuos avances en la actividad económica y el empleo, así como una reducción de la inflación".

Desde el punto de vista macroeconómico, la más buscada es la opinión de la Fed sobre la evolución de la inflación. Su cuadro de previsiones prevé que se sitúa en el 2,6% en 2022, cuatro décimas más de lo que decía en septiembre, aunque prácticamente la mitad de su nivel actual. En 2023 sitúa el indicador de precios en el 2,3%, mientras que en 2024 bajará otra vez al 2,1%. 

 El banco central pronostica que la economía de EEUU  crecerá al 4% (dos décimas más que la previsión de hace tres meses) en 2022, al 2,2% en 2023 y un aumento del 2% en el PIB para 2024, mientras que el desempleo se situará en el 3,5% a partir del año que viene, un nivel que los expertos consideran de 'cero desempleo 'desde el punto de vista técnico

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