Alemania está en el foco de los inversores. Los datos macroeconómicos de los últimos días no son alentadores: este miércoles se conoció que la producción industrial disminuyó un 1,6% en diciembre, por séptimo mes consecutivo. De locomotora de Europa, el país centroeuropeo se está convirtiendo en un lastre para la recuperación de la zona euro. Un reciente informe de Bank of America reajusta las previsiones de crecimiento de Alemania al -0,2% para 2024 y al 0,9% para 2023, ante un sector manufacturero muy debilitado y una política fiscal poco ambiciosa. Pese a que el país se encuentra en recesión técnica, el índice alemán aguanta, hasta marcar nuevos máximos históricos este mismo martes, en los 17.033,24 puntos. Entre los principales índices europeos, es el tercero que más sube (+1,02%), solo por detrás del Euro Stoxx (+3,48%) y el Mib italiano (2,06%).
La razón de esta subida se debe al buen desempeño de las firmas con más peso en el selectivo, que son especialmente valores defensivos. SAP, empresa proveedora de software, es la estrella del Dax alemán. Se revaloriza un 20,45% desde principios de año y es la que más pesa en el selectivo (un 10%). La firma tiene grandes perspectivas de crecimiento y en ella apuestan los inversores frente a las grandes capitalizadas estadounidenses, más caras que las europeas. Sus acciones marcan máximos día tras día y el mercado le otorga un potencial de revalorización del 3%.
Siemens Energy es otro de los pesos pesados. La multinacional es la segunda firma del selectivo que más sube desde enero (+19,75%). Este miércoles ha anunciado un beneficio de 1.582 millones de euros, impulsado por la venta de una participación del 18% de su filial india, que cedió a su accionista Siemens por 1.729 millones. Asimismo, ha podido limitar el impacto de la crisis del negocio eólico de Siemens Gamesa, aunque ha admitido que sigue lastrando sus cuentas. La energética tiene un peso del 8,7% en el Dax.
El sector militar también sirve de impulso. Firmas como Rheinmettal, productora de los históricos tanques Leopard, se revaloriza un 16,31% en el año, aunque pesa tan solo un 0,92% en el índice. Mtu Engines, que produce motores también para la industria bélica, sube un 11,40%. Airbus, en cambio, que representa un 6,72% en el selectivo alemán, se revaloriza un 7,65%. Las crecientes tensiones geopolíticas y el negocio de la guerra han engordado los bolsillos de estas compañías y les han dado alas en bolsa: desde el estallido de la guerra en Gaza se revalorizan entre un 22% y un 36%.
Por otra parte, la industria de los coches también es muy representativa del índice alemán. Mercedes y Volkswagen, que pesan alrededor de un 6% en el índice, se revalorizan un 2,29% y un 5,3% respectivamente desde principios de enero, pese a los desafíos del sector automovilístico ante el fin de las ayudas económicas al coche eléctrico decididas por el gobierno dirigido por Olaf Scholz.
Juan José Fernández-Figares, director de Link Gestión, considera “ficticia” la subida del Dax, porque impulsada principalmente por los pesos pesados del selectivo La próxima resistencia para el índice se sitúa en los 17.033,24 puntos, máximos alcanzados el pasado 6 de febrero. Por su parte, Diego Morín, analista de IG, explica que en los índices europeos ve cierta sobrecompra del mercado, “con unos operadores dando los últimos coletazos, y con mucha guerra entre ofertantes y demandantes”. Sin embargo, no descarta la posibilidad de un nuevo tirón del índice hacia los 17.500-17.800 puntos.
