Apple, Microsoft, Nvidia...

Lucha de gigantes tech por la supremacía en la IA: ¿quién puede perder su trono?

Las tendencias tecnológicas pueden volverse obsoletas con bastante rapidez y ser reemplazadas por versiones actualizadas de sí mismas: de los llamados “Siete Magníficos” ahora solo quedan los “Cinco Fabulosos”.

Apple gira hacia la IA y la renovación del iPhone tras aparcar su proyecto de coche
Apple está registrando un mal arranque de 2024.
Nerea de Bilbao (Infografía)

Apple ha disfrutado muchos años de un status casi mágico, evitando las críticas negativas y consolidándose como una gigante en el mundo tecnológico. Sin embargo, los últimos meses han desafiado esta tendencia, revelando vulnerabilidades y generando preocupaciones entre inversores y analistas.

Además, la presión mediática no ha sido menor. Publicaciones como el Wall Street Journal han intensificado sus dudas hacia la compañía, abordando desde reducciones en los pedidos de componentes hasta el potencial impacto de productos no lanzados y el escaso desarrollo de su programa de Inteligencia Artificial (IA).

Este cambio de dirección financiero y mediático de Apple ha puesto de manifiesto la capacidad para innovar y mantener su liderazgo en un mercado tecnológico cada vez más competitivo y saturado. Muchos inversores se preguntan cómo responderá Apple a estos desafíos y si ha acabado su reinado.

Las tendencias tecnológicas pueden volverse obsoletas con bastante rapidez y ser reemplazadas por versiones actualizadas de sí mismas. De los llamados “Siete Magníficos” ahora solo quedan los “Cinco Fabulosos”, con Tesla y Apple apeados del selecto club. Eso deja básicamente a cinco grandes jugadores para disputarse el trono de la tecnología y el pastel de la Inteligencia artificial (IA): Nvidia, Microsoft, Alphabet, Meta y Amazon.

Nvidia y Meta han sido los grandes motores de índices como el S&P 500 en Estados Unidos, y el MSCI World a nivel mundial, este año. Y aunque no se sabe si podrán mantener este ritmo a medio y largo plazo, una cosa si parece segura: la IA durará más que el metaverso. También, que el liderazgo tecnológico puede cambiar en cuestión de poco tiempo.

El liderazgo tecnológico ha experimentado cambios significativos a lo largo del siglo XXI. Desde los tiempos de IBM hasta la irrupción de Nvidia, pasando por gigantes como Alphabet o Meta, el círculo de empresas punteras en tecnología evoluciona, anticipando que los ganadores del futuro serán aquellos que logren capitalizar los nuevos avances de la era digital y, en particular de la IA, en el presente.

La historia reciente ofrece lecciones valiosas sobre la volatilidad del éxito empresarial. Incluso las empresas con las perspectivas más prometedoras pueden descarrilar o encallar en un momento dado. Algunos ejemplos incluyen a gigantes tecnológicos caídos en desgracia como Nokia, Motorola o Blackberry. En su momento dominaron el mercado de la telefonía móvil para sucumbir después frente a nuevos competidores.

Nvidia emerge en la era de la IA, Tesla cae

Nvidia ha hecho grandes méritos para convertirse en la tercera mayor compañía del mundo por valoración, después de Microsoft y Apple, tras haber sumado 834.000 millones de dólares a su capitalización sólo en 2024. El crecimiento de la compañía se ha triplicado gracias la demanda imparable de sus chips para el entrenamiento de modelos de lenguaje como ChatGPT de OpenAI, marcando un antes y un después en la industria.

El renacimiento de Nvida contrasta con el peor momento de Tesla. El fabricante de coches eléctricos que supo capturar la atención y la imaginación de los inversores en 2017 prometiendo una revolución en el sector automovilístico no levanta cabeza en 2024. Tesla pierde un 50% de valor desde sus máximos en 2021, y acumula un descenso del 28% en el año, poniendo en valor la volatilidad en la inversión en tecnología.

Este cambio de papeles, ilustra un fenómeno cada vez más habitual, donde la innovación y el entusiasmo inicial pueden dar paso a un equilibrio más efímero sobre el valor real y el potencial a largo plazo de las empresas. Nvidia, a pesar de su éxito actual, tampoco es inmune a estos ciclos, y aunque sus resultados financieros han superado las expectativas con cuatro trimestres consecutivos de resultados extraordinarios, el mercado se pregunta si el crecimiento futuro justifica las altas valoraciones actuales.

La historia nos enseña que la cautela y la paciencia puede ser grandes virtudes cuando se invierte. Otra compañía top Cisco Systems, favorita durante la burbuja de las puntocom, es otro recordatorio de que incluso las empresas más prometedoras pueden ser víctimas de sus propios éxitos para mantener su valor a largo plazo.

Google y Apple, en fuera de juego

Otras empresas que luchan en la actualidad por no quedarse atrás en la carrera de la IA son Google, y la mencionada Apple. Las acciones de Apple están en crisis. Sus títulos han perdido un 12% en el año, durante un período en el que el mercado continúa subiendo. La compañía de la manzana está lidiando con todo tipo de desafíos: caída de un 24% de las ventas en China, multa récord de 1.950 millones de dólares de la Unión Europea por prácticas monopolísticas, cancelación del coche eléctrico para competir con Tesla y falta de inversión en IA generativa.

Por comparar con otros grandes rivales, Meta invirtió 38 mil millones de dólares en investigación y desarrollo el año pasado y planea gastar entre 30.000 millones y 37.000 millones en inversiones de capital este año. Alphabet, por su parte, destinó 45.000 millones de dólares a I+D en 2023 y prevé aumentar significativamente sus inversiones de capital este año, superando los 32 mil millones de dólares del año anterior. En comparación, Apple destinó 30.000 millones de dólares a I+D en su último año fiscal.

Firmas como UBS no descartan ver un desplome del valor de Apple hasta perder los 2 billones de dólares de capitalización, desde los 2,8 billones actuales. De suceder eso, el terremoto tendría grandes réplicas ya que un posible contagio de la crisis del fabricante del Iphone pondría a centenares de empresas contra las cuerdas provocando, en palabras de los analistas del banco suizo, un desastre bursátil.

Google es otra de las compañías que se lo juega todo. A pesar del tirón de la IA, sus acciones tampoco están en su mejor momento y se han descolgado del buen tono del mercado en general, con una caída anual del 3,8%. Los fallos de Gemini, su proyecto de inteligencia artificial, al proporcionar imágenes inadecuadas o hacer comparaciones controvertidas en textos plantean serias dudas sobre la dirección futura de sus innovaciones en IA.

A esto se suma el cambio en el modelo de negocio digital de Alphabet, marcado por la eliminación de cookies de terceros de Google, una base fundamental para la publicidad en internet. Este movimiento hacia la protección de la privacidad de los usuarios, junto con las demandas de medios europeos por prácticas anticompetitivas en publicidad digital, pone de relieve el irregular momento que atraviesa la compañía.

Ante estos desafíos, Sundar Pichai, CEO de Alphabet, ha tomado medidas para mejorar el rendimiento de Gemini, reconociendo errores inaceptables en su lanzamiento. La compañía trabaja para perfeccionar esta tecnología, enfocándose en mantener su liderazgo y cumplir con las altas expectativas.

Al igual que el resto de empresas, los grandes gigantes tecnológicos no tienen el futuro asegurado. El liderazgo empresarial no es un estatus permanente ni garantizado. La historia demuestra que hasta los gigantes pueden tambalearse y que pueden surgir nuevos actores y desafiar el status quo.

Mostrar comentarios