Cita con las urnas en octubre

Lula, Bolsonaro, Tebet... Las elecciones en Brasil se asoman en el horizonte Ibex

La economía brasileña disfruta de un momento dulce por el auge de precios de las materias primas y se mantiene como polo de atracción para la inversión con Santander, Iberdrola o Telefónica a la cabeza.

Luiz Inácio Lula da Silva, Simone Tebet y Jair Bolsonaro en el debate entre los candidatos a la Presidencia de Brasil.
Luiz Inácio Lula da Silva, Simone Tebet y Jair Bolsonaro en el debate entre los candidatos a la Presidencia de Brasil.
ZUMA vía Europa Press

Brasil tiene una cita electoral clave que puede marcar un antes y un después, no solamente sobre la región, sino también para muchas empresas cotizadas. Entre ellas, algunas que cotizan en el mercado español como Santander, Mapfre, Telefónica, DIA, Aena o Iberdrola. ¿De qué manera puede repercutir la situación del país latinoamericano, teniendo en cuenta la disputa entre Jair Bolsonaro, presidente actual y Lula da Silva, expresidente?

La economía brasileña, centrada en las materias primas, se prepara para unos comicios fundamentales. Antes de las votaciones parlamentarias y presidenciales de octubre, los altos costes de capital, la inflación y el gasto fiscal podrían combinarse en un aumento de la volatilidad de los activos. El 2 de octubre, los votantes brasileños elegirán presidente, vicepresidente y un nuevo Congreso nacional. El voto electrónico utiliza un sistema de doble ronda, por lo que, a menos que un candidato gane inesperadamente una mayoría absoluta, la votación irá a una segunda ronda el 30 de octubre. Posteriormente, el próximo gobierno tomará posesión en enero de 2023.

Cuando Bolsonaro fue elegido en 2018, la economía brasileña estaba saliendo de una profunda contracción. La pandemia hizo retroceder significativamente la economía de Brasil, que registró el segundo mayor número de muertes por Covid después de Estados Unidos, y más de una décima parte del total registrado a nivel mundial.

En 2020, con la llegada del virus, la economía se contrajo casi un 4% en comparación con el año anterior, según los datos del Banco Mundial, y luego creció casi un 5% en 2021. Aun así, tras más de una década de crecimiento interrumpido, la economía sigue sin ser mayor que en 2009. Prevén una ralentización de la economía en el segundo semestre de 2022, que llevará el crecimiento al 1,5% para todo el año.

La agenda económica ha pasado a ser el tema clave de las elecciones. “Mientras la duodécima economía del mundo por producto interior bruto (PIB) se ha ralentizado bajo un rápido ciclo de subidas de los tipos de interés para luchar contra la inflación, el gobierno está ofreciendo distintas ayudas a los hogares”, analiza Stéphane Monier, responsable de inversiones de Lombard Odier.

El contexto económico de la región, es el siguiente: desde marzo de 2021, el banco central, Banco do Brasil (BCB), ha aumentado 12 veces el tipo de interés del país, conocido como Selic, desde el 2%. El 3 de agosto, su tipo de referencia alcanzó el 13,75%, acercándose a su máximo previsto del 14% en septiembre. El BCB podría empezar a bajar los costes de endeudamiento, en tramos de 25 puntos básicos, a partir del segundo trimestre de 2023.

El BCB está lejos de cumplir su objetivo de inflación anual del 3,5% (con unos márgenes del 1, 5%) para 2022. Aunque la inflación ha mantenido los salarios reales relativamente bajos, el desempleo ha disminuido y en el segundo trimestre se situó por debajo de los niveles precrisis, en un 9,3%.

Casi todos los ingresos fiscales de los gobiernos locales y una quinta parte de los ingresos fiscales federales de Brasil dependen de los precios mundiales de las materias primas y del tipo de cambio. El aumento de la demanda mundial de productos agrícolas y petróleo, las principales exportaciones del país, hizo que la balanza de pagos de Brasil alcanzara un superávit récord en 2021. Se prevé que esta tendencia continúe a medida que la economía mundial demande más productos básicos y a granel.

“Sin embargo, a medida que las cadenas de suministro y los precios de las materias primas se estabilizan, esperamos que estos ingresos disminuyan, reduciendo los presupuestos disponibles de apoyo a los hogares”, sostiene.

De Santander a Telefónica, las cotizadas 'brasileñas'

A pesar de sus diferencias políticas, tanto Bolsonaro como Lula han prometido dejar en marcha un aumento del 50% en el gasto en bienestar, que asciende a 70.000 millones de reales (13.500 millones de dólares) al año. Esta medida, que finalizará a finales de 2022, infringiría el límite de gasto del país y requeriría una exención por parte del Congreso.

Bolsonaro dice que aumentará los salarios de los trabajadores del gobierno y ajustará los impuestos sobre la renta. Lula quiere eliminar el límite de gasto que tiene el país desde hace dos décadas, sustituyéndolo por un mecanismo fiscal que permita un salario mínimo más alto, y aumentar el gasto en bienestar e infraestructuras. Lula ha elegido como vicepresidente a Geraldo Alckmin, ex gobernador de Sao Paulo, bien visto por empresas y mercados, contra el que ganó la segunda ronda de la carrera presidencial de 2006.

¿De qué manera repercute estos tiras y aflojas a las compañías españolas? Cabe destacar que, conjuntamente, Santander, Mapfre, Telefónica, DIA, e Iberdrola se juegan más de 40.000 millones de ingresos en el país. Tras décadas de presencia en el país se han convertido en grandes referencias del tejido empresarial brasileño. La última en llegar ha sido el gestor de aeropuertos Aena, que este verano ganó la concesión para llevar las riendas de 11 aeropuertos en el país latinoamericano.

Allí encontraron el refuerzo a sus maltrechas cuentas de resultados nacionales. No obstante, las tornas se han ido girando y pese a la fortaleza del negocio, la crisis del Covid siguió generando incertidumbre. “Eso sí, la mayor fortaleza del real por la subida de los precios de las materias primas ha sido un soplo de aire fresco durante los últimos meses”, apuntan desde Morgan Stanley en un informe reciente.

El peso en el Ibex de estos grandes valores convierte además al selectivo español en el más expuesto de Europa a la economía brasileña, con lo que los inversores seguirán muy de cerca las próximas elecciones en el país. El riesgo político por Brasil, aunque contenido, se sumará así a los miedos procedentes de Italia que, igualmente, cita a sus ciudadanos en las urnas. 

Mostrar comentarios