Se aferra a los 9.000

La 'maldición del octubre rojo' se repite y el Ibex apunta a cerrar su peor mes del año

El selectivo cae un 4,4% y acentúa el agotamiento alcista iniciado en agosto ante el deterioro económico y la falta de estímulos que aleja a los inversores de las bolsas en aras de otras alternativas más rentables como la renta fija.

Ibex 35
La 'maldición del octubre rojo' se repite y el Ibex apunta a cerrar su peor mes del año. 
EFE

Históricamente, la mayoría de los grandes cataclismos bursátiles han tenido lugar en octubre. El 'crack' del 29 de octubre de 1929, el lunes negro de 1987 (19 de octubre) y el bandazo de las bolsas tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre 2008, que se prolongó durante el décimo mes del año y dió paso a la crisis financiera global. En el caso del Ibex 35, que fue impulsado en 1992, tan sólo ha registrado pérdidas el 30% de los octubres, a los que ahora se sumará el décimo mes de 2023. A falta de la última sesión, el índice se encamina a cerrar como el peor mes en lo que va de ejercicio y su mayor caída desde septiembre de 2022, cuando se dejó un 6,59%. 

En concreto, la referencia bursátil española acumula un retroceso del 4,4% entre el pasado 2 de octubre y este lunes, que le llevan a retroceder desde los 9.428 puntos a la barrera de los 9.000 puntos y perder el terreno avanzado en los últimos siete meses. El selectivo acentúa el agotamiento alcista que comenzó el pasado agosto y encadena tres meses consecutivos con saldo negativo después de retroceder un 1,4% en agosto y un 0,87% en septiembre, algo que no ocurría desde el primer trimestre de 2022, en pleno estallido de la guerra en Ucrania. 

Pese a suavizar el retroceso gracias a la subida superior al 1% de este lunes, el selectivo se ve lastrado por el correctivo que sufren sus pesos pesados entre los que se encuentran Cellnex (-19,3%), Repsol (-8,3%), Amadeus (-7,2%), Inditex (-6,5%), Telefónica (-6,5%), además de Indra (-3,8%), BBVA (-2,4%) y Santader (-1,4%). Tan sólo se salvan Sabadell, con un rebote del 7,7%, Naturgy (+2,9%), Acciona Energía (+2,1%), Caixabank (+2%), Enagás (+1,3%) y Mapfre (+0,1%). 

El índice español se ve lastrado en un escenario condicionado por el deterioro de la actividad económica, la pausa de los tipos de interés en la eurozona después de escalar al 4,5%, su mayor nivel desde 2001, y el temor a que la guerra entre Israel y Hamás en una región que concentra un tercio de la producción mundial de crudo adquiera una dimensión internacional. A la mayor incertidumbre sobre el curso de la economía durante los próximos meses se ha sumado la situación geopolítica ante la que los inversores han buscado refugio en el oro, cuya cotización ha superado los 2.000 dólares por onza y coqueta con los máximos de principios de mayo, cuando JP Morgan salió en rescate de First Republic Bank. 

De su lado, el petróleo ha acaparado también el foco inversor bajo la amenaza de que Irán, productor de crudo, interfiera en la contienda, aunque desinfla su escalada en esta recta final del mes. Con un retroceso mensual del 7,7% en el caso del Brent, la referencia en el Viejo Continente, hasta los 87 dólares y de casi un 9% en el caso del West Texas hasta los 82 dólares por barril con respecto al final de septiembre. "Los inversores se alejan de las bolsas porque tienen alternativas seguras que les ofrecen rentabilidad", señala Ignacio Cantos, director de inversiones de ATL Capital. 

El expeto alude al trasvase de fondos a la renta fija ante la escalada de la rentabilidad que ha vivido en los últimos meses y que se ha incrementado este octubre al calor de la idea de tipos de interés más altos por más tiempo. No obstante, al término de octubre parece que la situación en el mercado de bonos da una tregua. En este sentido, al cierre de los mercados europeos este lunes el bono español a diez años se sitúa en el 3,8% después de haber escalado al 4% en determinados momentos, máximos de casi una década, en línea con el estadounidense, que también cae por debajo del 5% tras tocar máximos desde 2007. 

"El Ibex 35 se ha quedado sin alicientes ante los múltiples frentes abiertos que condicionan al mercado ahora mismo", señala el analista de IG, Diego Morín, quien precisa que la propia composición del índice con un predominio de sectores cíclicos como la banca, el turismo y el ladrillo no le ayuda a salir del bache. A este respecto, Morín advierte de no perder de vista a la banca regional estadounidense, cuyos "problemas todavía no se han resuelto". La caída mensual del Ibex va en línea con la registrada por el CAC 40 francés y el Dax alemán, que corrigen más de un 4% en este periodo, mientras el FTSE 100 británico cede un 3,7% y el FTSE MIB cede un 3,2%. 

Este aumento de la volatilidad coincide con el inicio de la temporada de resultados empresariales, que se había convertido en "la gran esperanza" de los mercados. No obstante, lo cierto es que pese a que las empresas están cumpliendo con las expectativas, los inversores están respondiendo con escepticismo y se decantan por las ventas después de una primera parte del año en el que las bolsas habían corrido "bastante". Con la última recogida de beneficios, el Ibex acumula una revalorización del 9,5% en el cómputo anual, trayectoria que se verá condicionada en la recta final del año por el curso que siga el precio de las materias primas y, por tanto de la inflación, así como por el mercado de bonos. 

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