Posible subida de tipos

Powell medita otro susto preventivo a la inflación en Halloween tras el dato de PIB

La Reserva Federal (Fed) vuelve a tener un dilema sobre la mesa después de los últimos datos macro en EEUU con la necesidad de anclar las expectativas de inflación ante la fortaleza del crecimiento durante el verano.

Jerome Powell retoma el protagonismo de los mercados esta semana.
Jerome Powell retoma el protagonismo de los mercados esta semana.
Fed / L. I.

La Reserva Federal (Fed) celebra esta semana su reunión de dos días (31 de octubre y 1 de noviembre) coincidiendo con la noche de Halloween. Será difícil no imaginarse a los gobernadores del comité de política monetaria (FOMC) disfrazados para la ocasión y todavía con el miedo en el cuerpo a una segunda ola de inflación después de que la economía de Estados Unidos haya reacelerado su crecimiento en el tercer trimestre hasta una tasa interanual del 4,9%, siete décimas más de lo estimado.

La recesión que el consenso económico esperaba para este año ha sido un espejismo y el riesgo de reactivación de las presiones inflacionistas reaparece ante la mayor fortaleza del PIB, según los expertos. El IPC general de EEUU en septiembre repitió lectura en el 3,7%, igual que en agosto, cinco décimas más que en julio y siete más que en junio cuando tocó suelo en el 3%. Sin embargo, la tasa subyacente -ex energía y alimentos frescos- se enfrió al 4,1%, lejos del 6,3% de octubre de 2022 y en camino hacia la estabilidad de precios, como pretende la Fed.

Con este escenario, el presidente del banco central, Jerome Powell, podrá usar la carta que se guardó tras la reunión de septiembre: una última subida de tipos de interés en 2023, que llevaría el precio del dinero hasta el rango del 5,5%-5,75%. El cuadro de previsiones de la Fed mantuvo en septiembre ese objetivo de tasas oficiales para este año y redujo a dos recortes de tasas su proyección para 2024.  

Desde el equipo de análisis de la sociedad de valores Portocolom AV recuerdan que la la realidad de la situación de EEUU se escora más hacia una reaceleración que hacia una desaceleración o recesión. "Las noticias económicas han sido mayoritariamente positivas, con algunas excepciones. El mercado laboral sigue siendo sólido, con una mayor participación que se acerca a los niveles anteriores a la pandemia, y se ha producido un aumento de la inmigración", explican en un informe en el que advierten de la volatilidad en curso en la renta fija.

"La posibilidad de que la Fed incremente ligeramente las tasas a finales de año están cobrando fuerza. Aunque está siendo cautelosa en sus últimos mensajes, argumentando que la subida de tires (rentabilidades de la deuda) de largo plazo vista en las últimas semanas podría hacer menos necesaria una nueva subida, lo cierto es que, si los efectos de la política monetaria restrictiva no se hacen más evidentes a finales de año, la Fed podría tener que subir tipos para asegurar el control de una posible segunda ola de inflación, similar a la que se pudo ver en la década de los 70", expone Mario Catalá, director de gestión discrecional de Portocolom

Truco o trato, ¿vuelven los recortes de tipos?

El buen momento económico puede llevar a los gobernadores de la Fed a dar un último susto a la inflación para evitar que vuelva a enraizarse en la actividad económica. Powell prometió ser cuidadoso con los próximos movimientos de tipos. "Mis colegas y yo seguimos firmes en nuestro compromiso de devolver la inflación al 2 por ciento con el tiempo. Una serie de incertidumbres, tanto antiguas como nuevas, complican nuestra tarea de equilibrar el riesgo de endurecer demasiado la política monetaria contra el riesgo de endurecerla demasiado poco", señaló en un discurso pronunciado el 19 de octubre en el Club Económico de Nueva York.

Por otro lado, el banco de inversión  Bank of America recuerda que el actual ciclo de subidas de tipos de interés que ahora termina se está percibiendo como "demasiado rápido y agresivo" para algunos después de casi una década de tipos negativos. "En Europa, por ejemplo, la creación de crédito es ahora una sombra de lo que solía ser, un giro cruel que consideramos después de un período en el que la deuda se convirtió en el sello distintivo de la recuperación europea", apuntan Barnaby Martin y Ioannis Angelakis, estrategas de crédito de Bank of America.

Por ese mismo motivo, la Fed de EEUU también tiene en cuenta que el endurecimiento de los tipos en su economía tiene efectos indeseados sobre el mercado de crédito y, en concreto, en el sector hipotecario. Con las tasas de referencia a 30 años para la compra de vivienda en el entorno del 8%, el volumen de quiebras e impagos empieza a ser creciente en un país que hace solo quince años sufrió la mayor crisis de su historia con las subprime.

"La era de la flexibilización monetaria ha regresado. Tanto septiembre como octubre han visto más recortes de tipos que aumentos de tasas por parte de los bancos centrales de todo el mundo, siendo esta la primera flexibilización de la política monetaria después de 30 meses consecutivos de aumentos. Ahora, los bancos centrales de los mercados emergentes están reduciendo los tipos de interés a un ritmo no visto desde agosto de 2020",  subrayan Martin y Angelakis.

Pero mientras esa tendencia se está desplegando ahora en otros países, EEUU tiene sus propios problemas y solo la posibilidad de una amplificación de la guerra en Israel parece ser un freno a corto plazo para que la Fed suba sus tipos.  No obstante, el momento o la ventana para poder hacerlo parece abierta ahora que la economía mantiene una velocidad de crucero en su crecimiento, y es posible que ya no lo esté el próximo mes de diciembre en la última reunión del año. 

Mabrouk Chetouane, responsable de estrategia de mercados global de Natixis IM Solutions, cree que puede ser un error no subir tipos: "A pesar de que las tasas de inflación general caen más o menos según lo previsto, la resistencia del crecimiento estadounidense ha obligado a la Fed a mantener una postura bastante dura y a impulsar las expectativas de los mercados de recortes de tipos hasta mediados de 2024. Además, la Fed aún no puede cantar victoria, ya que el descenso de la inflación subyacente es mucho más incipiente y es probable que haya más resistencia a la baja en los salarios, especialmente en el sector servicios, que sigue muy ajustado".

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