Panorama incierto en 2022

Manual de resiliencia: los analistas ven el largo plazo como única vía en la crisis

Las empresas que hasta ahora han capeado las alteraciones provocadas por la pandemia se enfrentan a una amenaza más difícil de sortear: las presiones sobre los márgenes y el aumento de costes.

El mercado de las opciones sobre acciones registra una actividad frenética.
La volatilidad se ha disparado con la guerra.
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El clima de mercado está marcado por una tensión creciente. Los macroeconomistas no son los únicos que opinan sobre lo que deparará a los mercados en 2022. Cada vez el debate sube más de tono. Máxime cuando la Reserva Federal en Estados Unidos ha subido los tipos de interés un 0,25% por primera vez desde el año 2018

Eso es lo que muestra la duodécima Encuesta a Analistas de Fidelity International, elaborada en diciembre de 2021. El sentimiento este año es relativamente optimista, ya que continúa la administración de las vacunas, aunque con varias notas de precaución en vista de que las empresas se enfrentan a un número importante de obstáculos.

“A nivel mundial, más de la mitad de los 156 encuestados anunciaron que los directivos de las empresas muestran una confianza moderada o considerablemente mayor a la hora de invertir en sus negocios los próximos doce meses en comparación con el año anterior”, comenta Fiona O’ Neill, directora de análisis de renta variable global e inversión sectorial de Fidelity.

Un año después de la inyección de moral administrada por la llegada de las vacunas, en general, las empresas han comenzado 2022 en una posición caracterizada por la mayor fortaleza financiera y el optimismo de los equipos directivos, según los 156 analistas de Fidelity International encuestados sobre las próximas tendencias.

Sin embargo, las consecuencias de la pandemia, la debilidad del mercado y la confluencia de retos en otros ámbitos pondrán a prueba su resiliencia en los próximos meses, tal y como muestra el mencionado estudio. En el lado positivo, la encuesta (que se elaboró en diciembre de 2021) indica que el apalancamiento seguirá descendiendo, junto con la deuda total y los impagos, a medida que avance la la recuperación.

“A largo plazo nuestros analistas creen que las empresas reforzarán su resiliencia mediante la inversión en nuevas tecnologías y el acortamiento de las cadenas de suministro”, destaca la gestora de fondos estadounidense en el informe. Estas defensas serán necesarias para los desafíos que hay a la vista, como el aumento de los costes de financiación que esperan los analistas de la firma norteamericana a medida que los bancos centrales continúen con el endurecimiento financiero.

“Las empresas también se enfrentan a un ciclo empresarial potencialmente más corto, un aumento de las presiones inflacionistas, las compensaciones que deberán llevar a cabo para alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono y los riesgos derivados de un panorama geopolítico más volátil”, comenta O’ Neill.

Según los analistas de Fidelity, ahora que los programas de vacunación están en pleno apogeo muchos directivos ven una salida de la incertidumbre derivada de la pandemia en 2022. A nivel mundial, el 54% de los encuestados afirma que los directivos de las empresas manifiestan una confianza moderada o considerablemente mayor a la hora de invertir durante los próximos doce meses, mientras que solo el 9% admite que su confianza se ha reducido.

Se trata de una lectura menos positiva que la arrojada por la encuesta del año pasado, cuando el optimismo por las vacunas estaba en su mejor momento, pero es coherente con el mayor grado de recuperación frente al COVID-19 a medio plazo, aunque con algunos riesgos para el crecimiento y el sentimiento a corto plazo.

Invertir a largo plazo, principal alternativa

A pesar de haber sufrido las perturbaciones de las cadenas de suministro y el aumento de los costes, las empresas están reforzando sus defensas frente a crisis futuras. Dos tercios de los analistas afirman que esperan que las empresas refuercen su resiliencia mediante la inversión en nuevas tecnologías. “Apuntalar los balances (la respuesta más repetida en EMEA/Latinoamérica) y acortar las cadenas de suministro (es decir, acercarlas a la fuente o funcionar con un inventario mayor) fueron las siguientes medidas más citadas, siendo la segunda especialmente importante para las empresas de consumo”, reza el informe.

En conclusión, las empresas que hasta ahora han capeado las alteraciones provocadas por la pandemia se enfrentan al año con unos balances mejorados y directivos más optimistas, de acuerdo con la encuesta. “Sin embargo, se pondrán a prueba a causa de unas presiones en los costes más acusadas de lo que solían ser, que se deben a la escasez de oferta y mano de obra, y una combinación potencialmente desestabilizadora de riesgos macroeconómicos y geopolíticos”, dice O’ Neill. “Si la normalidad alguna vez existió, puede que tengamos que esperar un poco más para volver a verla”, concluye la experta.

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