Elecciones a partir del lunes

¿Draghi presidente? Su candidatura deja en vilo la recuperación lograda por Italia

La salida del actual primer ministro obligaría a la elección de un nuevo primer ministro en un Gobierno de concentración o elecciones en un país donde la inestabilidad política lastra su economía.

Rome (Italy), 11/01/2022.- Italian Premier Mario Draghi speaks during a commemoration of the death of European Parliament President David Sassoli, at the Italian Parliament in Rome, Italy, 11 January 2022. European Parliament President David Sassoli has died at the age of 65 early morning on 11 January in Aviano, Italy where he was hospitalized, his spokesman announced. (Italia, Roma) EFE/EPA/FABIO FRUSTACI
Mario Draghi, primer ministro de Italia EFE/EPA/FABIO FRUSTACI
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Menos de un año después de que Mario Draghi fuera nombrado primer ministro de Italia -liderando un Gobierno de tecnócratas-, la economía del país ya muestra resultados positivos hacia la recuperación tras haber sido uno de los países más afectados por la pandemia. A la espera del dato oficial, se espera que el crecimiento del PIB supere las previsiones, mientras ha reducido el déficit público. Las 'recetas' del antiguo presidente del Banco Central Europeo (BCE) han sido la salvación, pero podrían tener los días contados si acepta el cargo de presidente de Italia. Las elecciones presidenciales comienzan el próximo lunes 24 y los inversores permanecen atentos.

El nombramiento de Draghi como primer ministro dejó atrás la inestabilidad política y trajo la confianza internacional gracias a su perfil: tecnócrata y férreo defensor del Euro. Estos puntos a favor le convierten precisamente en el candidato idóneo al puesto de presidente. Más aún teniendo en cuenta que entre otras opciones que se barajan está Silvio Berlusconi, antiguo presidente italiano que está condenado por fraude fiscal y salpicado por escándalos políticos y sexuales. Otra alternativa sería la reelección de Sergio Mattarella, actual presidente que aceptaría continuar con 80 años -el mandato de la presidencia dura siete años-.

Pero los analistas avisan de los efectos de la salida de Draghi. "Si se convirtiera en presidente, se reavivarían las especulaciones sobre la caída del gobierno y los diferenciales italianos podrían subir hasta 160 puntos básicos", afirma François Raynaud, gestor de fondos multiactivos y overlay en Edmond de Rothschild Asset Management. En ese sentido, afirma que la previsión de que el BCE reduzca sus compras de activos en 2022 afectará a los diferenciales de los bonos italianos frente al Bund alemán. El mercado de bonos europeos ya se vio presionado esta semana ante la expectativa de la subida de tipos por parte de la Reserva Federal de EEUU (Fed) con el bono alemán cotizando por primera vez desde 2019 en positivo y el rendimiento de la deuda italiana en máximos desde junio de 2020 (1,3%). 

La rentabilidad de los bonos de deuda pública es el coste al que los Estados se financian y en los últimos años ha sido mínimo gracias a la intervención del BCE, con más de una tercera parte de la deuda soberana de la zona del euro. Sin embargo, el endurecimiento de su política monetaria, por ahora sin subida de tipos, complica este escenario sin que la deuda pública se haya reducido. Ante la pandemia los Gobiernos dispararon el endeudamiento para sufragar las pérdidas que provocó la crisis sanitaria. Italia es el país con mayor ratio de deuda en proporción al PIB (superior al 155%). 

En este escenario, la confianza de los inversores en las políticas del país es clave para poder financiarse a un menor coste. Raynaud destaca que "el prestigio internacional de Mario Draghi sería especialmente útil en las conversaciones sobre las normas presupuestarias de la Unión Europea bajo la presidencia de Francia". Además, la sustitución de Draghi como primer ministro podría socavar la acción de gobierno: los desacuerdos entre los partidos volverían probablemente a producirse, desencadenando elecciones anticipadas. Por ello, concluye que "el único escenario que podría estabilizar los diferenciales es que siga siendo primer ministro y se elija a un presidente proeuropeo". Aún así, no descarta que no logre la candidatura -el voto es secreto-, "pero eso lo dejaría debilitado".

La bolsa italiana, la segunda que más sube en Europa en un año

El posible sustituto de Draghi partiría de un punto de salida más fácil, pero asumiría el reto de continuar la recuperación. Según el Instituto de Estadísticas italiano (Istat) que publicó los datos en diciembre, el crecimiento de la economía italiana asciende al 6,3% en 2021, tres décimas por encima de las previsiones del Gobierno. Además, el ministro de Administraciones Públicas, Renato Brunetta, afirmó que el PIB podría incluso crecer "alguna décima más" si mejoraba la confianza y el consumo de las familias en las últimas semanas del año, como barajaba el Gobierno.

A ello se añade la reducción del déficit público de Italia entre enero y septiembre, que cayó al 8,8% del PIB, frente al 11,1% que registraba en el mismo período de 2020. ISTAT confirmó que los datos respondieron a un aumento de los ingresos, que compensó un incremento menor del gasto público. Por su parte, la tasa de desempleo de Italia cayó al 9,2% en noviembre -menor que las expectativas- desde el 9,4% en octubre y el nivel de empleo se situó en máximos desde enero de 2020. Aún así, el paro juvenil, otro de los grandes problemas de Italia, continúa en el 28%. 

Este escenario ha dado impulso a la bolsa italiana. El FTSE Mib, principal índice bursátil del país, es el segundo que más gana en el último año en Europa tras revalorizarse más de un 22%. Solo le supera el CAC francés, que alcanza el 27%, mientras que el Ibex 35 español se queda atrás con un 8% de ganancias desde enero de 2021. El FTSE Mib está compuesto por 40 valores entre los que destaca el sector bancario, que precisamente se ve beneficiado por el cambio de rumbo en la política monetaria.

Capacidad de veto del presidente

La elección del nuevo presidente en Italia está en manos de los 321 senadores, 630 diputados y 58 representantes regionales con derecho a voto y se asemeja a un cónclave papal. Se vota en repetidas ocasiones hasta que un candidato obtiene la mayoría. El único requisito para ser elegido es que tenga cincuenta años y el cargo es incompatible con cualquier otra ocupación. Por ahora Draghi, que no ha descartado su candidatura y ha recibido numerosos llamamientos, cumple la primera condición y la segunda le obligaría a renunciar a su cargo actual.

Pero si Draghi fuera finalmente elegido presidente, no todo sería negativo. Pese a que el cargo de presidente en Italia no tiene funciones ejecutivas, sí representa una figura clave en especial en las conversaciones para formar gobierno. El jefe de Estado puede vetar nombramientos ministeriales si considera que van en contra de los compromisos constitucionales del país. Esta función ya la ejerció Sergio Mattarella, que bloqueó el nombramiento de Paolo Savona como ministro de Economía porque se oponía al euro. En ese sentido, Raynaud destaca que los dos partidos euroescépticos, la Liga Norte y los Fratelli d'Italia, siguen siendo los favoritos para formar gobierno cuando se celebren las próximas elecciones parlamentarias, como muy tarde en 2023.

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