Datos de febrero

El mayor consumo de gasolinas antes de la guerra elevó la recaudación un 25%

Los ingresos de Hacienda por el impuesto especial a los hidrocarburos crecieron cinco puntos básicos más que el consumo de carburantes gracias al incremento de los precios, que repercute en la fiscalidad. 

Gasolinera.
Gasolinera.
Foto de Gustavo Fring en Pexels.

El consumo de los combustibles de automoción en España creció en febrero pese al aumento de los precios e incrementó, en un mayor porcentaje, la recaudación fiscal. Los datos del mes de febrero no recogen el impacto de la guerra en Ucrania, que estalló el día 24 de ese mes, pero el coste de llenar el depósito ya se estaba incrementando ante las presiones prebélicas que afectaban al precio del petróleo. Como resultado, los ingresos de Hacienda por el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos se elevaron un 25,3%, un porcentaje mayor que el 20% que sumó el volumen de gasolina o gasóleo consumido.

Según datos de la Corporación De Reservas Estratégicas De Productos Petrolíferos (Cores), en febrero aumentó el consumo de los combustibles de automoción hasta los casi 2,2 millones de toneladas, un 20% más que hace un año, un periodo aún marcado por la pandemia. Pero la cifra ya es superior también a los niveles preCovid de febrero de 2019 (+1,1%). Esto se debe sobre todo al mayor volumen repostado de gasolina, que ya supera en más del 10% al de hace tres años, mientras que los gasóleos de automoción crecieron en el último año pero no superan los niveles de 2019.

Con el precio de los combustibles al alza, a mayor demanda, mayor es la recaudación fiscal. Así, las estadísticas se reflejan en los ingresos tributarios que crecieron en un porcentaje mayor (+25%) que los datos de consumo (+20%) porque el aumento del precio repercute en la fiscalidad. En el mes de febrero, los ingresos de Hacienda, de acuerdo al informe mensual de la Agencia Tributaria, alcanzaron los 879 millones de euros y superan los 1.900 millones en el acumulado del año, cerca de 300 millones más que hace un año.

El Impuesto Especial sobre Hidrocarburos representa el 32% del coste total en el caso de la gasolina y el 28%, para el diésel, según calcula la Asociación española de Productos Petrolíferos (AOP). En total, la fiscalidad representa el 47% del precio de la gasolina y el 43%, del gasóleo. A la recaudación por el impuesto especial, se suma el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Este último tributo es del 21%, calculado sobre el precio antes de impuestos más el impuesto especial y representa aproximadamente el 18% del precio total.

El precio medio de la gasolina en el mes de febrero se situó en 1,57 euros por litro, mientras que el gasóleo fue de 1,45 euros. Teniendo en cuenta ese coste, solo el gasto 'extra' en combustible respecto a enero supone un desembolso de casi 200 millones de euros, de los que Hacienda recauda cerca de la mitad. En marzo se han marcado nuevos máximos históricos en los precios de los combustibles, por lo que, de mantenerse o incrementarse el consumo, la recaudación del siguiente mes será mayor.  

En el precio antes de impuestos influye la cotización internacional del carburante al por mayor y el margen bruto de distribución. El 'rally' del petróleo ha impactado de forma clara -aunque no está correlacionado- en el coste de ambos carburantes. El pasado 9 de marzo el barril de Brent, de referencia en Europa, marcó máximo desde 2014 tras superar los 130 dólares ante las sanciones impuestas contra Rusia y el miedo a la falta de suministro.

Dependencia del gasóleo ruso

Una de las consecuencias del conflicto es el mayor precio del gasóleo, que por primera vez se sitúa por encima del coste de la gasolina. Este cambio de tendencia se ve impulsado por la mayor demanda de diésel y, sobre todo, porque la cotización internacional de los productos refinados se ha incrementado en mayor medida ante el temor a la escasez por las restricciones a las importaciones rusas. Hace unas semanas Russell Hardy, responsable de la petrolera suiza Vitol, avisaba de un "déficit sistémico": "Europa importa alrededor de la mitad de su diésel de Rusia y la otra mitad de Medio Oriente". El aumento del precio de gasóleo supone un incentivo para las refinerías, pero Hardy también reconoció la posibilidad de racionar el suministro. 

Este incremento del coste del gasóleo repercute directamente en el sector del transporte, donde el diésel es el producto de mayor consumo según la estadística de Cores de consumo de productos petrolíferos en 2020, los últimos datos recogidos y que están marcados por la pandemia. Este sector agrupa el consumo de los combustibles utilizados por carretera, ferrocarril, aviación nacional e internacional y navegación doméstica, independientemente del sector en el que se desarrolle la actividad, y pese a que el consumo se redujo por las restricciones por la Covid-19, el diésel representó el 73% del consumo total en 2020. Además, de manera habitual el subsector de mayor consumo de productos petrolíferos corresponde al transporte por carretera.

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