Gestamp, Cie y el sector industrial miran el paquete de estímulo fiscal de Merkel

El presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco Riberas
El presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco Riberas
EFE

El Gobierno alemán ha recogido el guante lanzado por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y dará luz verde a un plan de estímulo fiscal por valor de 54.000 millones de euros con actuaciones destinadas a combatir el cambio climático y a reducir las emisiones del país, el sexto a nivel mundial que más CO2 lanza a la atmósfera. Si bien algunos expertos dudan de la efectividad que estas medidas puedan tener sobre una economía en contracción (su PIB cayó un 0,2% en el segundo trimestre) y apuntan a que el montante total apenas representa un 2% del PIB germano, otros inciden en la importancia de un gesto de este calado, sobre todo a nivel medioambiental.

El paquete no solo tendrá un impacto directo sobre la economía del país, puesto que entre otras medidas se plantea más impuestos para los vehículos contaminantes, promover el consumo de coches eléctricos o gravar más los viajes en avión a nivel nacional para potenciar el uso de transportes menos contaminantes como el tren. “Utilizamos el cambio climático como una oportunidad para modernizar nuestra economía y crear puestos de trabajo nuevos y prometedores”, aseguraba el viernes el vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz. La industria de componentes para el automóvil española, que agrupa a más de un millar de firmas, con Cie Automotive y Gestamp a la cabeza, mira con atención estas medidas a la espera de conocer la letra pequeña, puesto que tiene a Alemania como uno de sus principales mercados. 

Hablamos de un sector que aporta cerca del 9% al PIB español y que genera 230.000 empleos directos y otros 100.000 indirectos, según los cálculos más recientes del sindicato Comisiones Obreras (CCOO). El año pasado la facturación de esta industria aumentó un 2,6% en relación al ejercicio previo hasta los 37.170 millones de euros, de acuerdo con los datos que maneja la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto). Pese a que hay alrededor de un millar de empresas relacionadas con los componentes para autos en nuestro país, cinco grandes nombres que copan el panorama a nivel nacional.

La cotizada Gestamp (2.649 millones de euros de capitalización) está especializada en chasis y carrocerías y obtuvo una facturación de 8.548 millones de euros el año pasado. Al igual que la otra firma con presencia en bolsa, Cie Automotive (una de los treinta y cinco compañías del Ibex con 2.954 millones de euros de valor), tiene al millonario Francisco Riberas como principal accionista. En el caso de la primera, las ventas a Alemania representan alrededor del 13% del total, mientras que para Cie rondan el 7%.

A ambas se suman otros grandes nombres como el burgalés Grupo Antolín, que es actualmente el tercer proveedor a nivel mundial de interiores del automóvil, como techos, puertas, asientos o salpicaderos y obtuvo el pasado ejercicio una facturación de 5.425 millones de euros. Y destacan además la división de autos de la vasca Grupo Mondragón y Ficosa, controlada por la japonesa Panasonic con un 49% del capital, que se dedica a la fabricación de espejos. 

EL DATO

España, octavo 'fabricante' mundial de vehículos

España se sitúa como octavo fabricante mundial de vehículos (en nuestro país se ensamblan y fabrican componentes), un sector que es el tercero a nivel industrial por inversión en I+D, aglutinando el 10% del total. Según datos del último informe 'Situación y perspectivas de la industria del automóvil', elaborado por el sindicato CC.OO, alrededor de 40.000 empleos (57% del total) y 17 fábricas de automóviles, están directamente vinculadas a la producción y venta de vehículos diésel en nuestro país, fabricando más de 1,2 millones de estos vehículos al año (43% total).

"Los productos españoles del sector de componentes de automoción gozan de elevado prestigio en el mercado alemán, pues son productos de calidad que no compiten con los productos de otros mercados como China, de precio inferior pero menos calidad", apunta el ICEX, cuyas cifras apuntan a que más del 50% de la facturación de las empresas del sector de equipos, componentes y accesorios de automoción se vende al exterior, lo que la convierte en una de las partidas más importantes dentro de las exportaciones de nuestro país. 

Un sector en el punto de mira por el 'dieselgate' y la guerra comercial

La crisis de los motores diésel del Grupo Volkswagen (VW), abierta desde el año 2015 en EEUU y conocida como el escándalo del 'dieselgate', ha acelerado el proceso de electrificación del sector de automoción en todo el mundo, y ha favorecido la adopción de medidas regulatorias en las grandes ciudades. Ahora, el ejecutivo alemán mete el acelerador con la aprobación de este paquete de estímulos y trata así, según los expertos consultados, de apoyar el giro industrial de su país en un momento especialmente delicado para el motor.

Lo hace con la canciller Angela Merkel ya en la casilla de salida de su mandato y bajo la presión además de la guerra comercial entre EEUU y China, a la que Alemania es el país más expuesto. Europa está pendiente ahora de si Donald Trump decide 'castigar' al automóvil europeo con una subida de aranceles a partir del próximo mes de noviembre. El pasado mes de junio, la Comisión Europea impuso tasas de hasta el 25% a una lista de casi 200 productos estadounidenses (las motos de Harley-Davidson, los vaqueros Levi's o el whisky Bourbon, entre ellos) como respuesta a los recargos tarifarios al acero (25%) y al aluminio (10%) comunitarios impuestos entonces por Washington.

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