Decide este miércoles

El mercado anticipa una subida adicional de los tipos de la Reserva Federal este año

Los analistas prevén que el banco central estadounidense decretará una pausa en la reunión de esta semana para retomar la senda alcista ya llegado el otoño y después de haber elevado la tasa de referencia a récord desde 2001. 

Jerome Powell Fed, Reserva Federal
El mercado anticipa una subida adicional de los tipos de la Reserva Federal este año. 
Agencia EFE

El Banco Central Europeo (BCE) pasa el testigo a la Reserva Federal, que acaparará todas las miradas del mercado la próxima semana. Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) vuelven a verse las caras este martes tras el paréntesis de ocho semanas decretado entre reuniones para dirimir sobre su próximo movimiento en política monetaria. Un encuentro donde la inflación estará en el centro del debate. La prioridad número uno de Jerome Powell es la estabilidad de precios y así quedó patente durante su intervención en el simposio de Jackson Hole, donde aseveró que está preparado para continuar subiendo todavía más los tipos de interés si es necesario.

El banco central norteamericano quiso trasladar con esta declaración el mensaje de que todavía no da por finalizado el repunte del precio del dinero más rápido de la historia o, en otras palabras, que el ciclo de alzas no se puede dar aún por muerto. Con la tasa de referencia en un rango que oscila entre el 5,25-5,5%, máximos de 2001, el mercado apunta a una pausa en la cita del miércoles, guardando el último incremento para octubre o diciembre. En concreto, según recoge 'Bloomberg', los analistas creen que este escenario es el más probable y no será hasta la primavera cuando la Fed puede comenzar a contemplar el proceso de aterrizaje.

No sería la primera vez que el banco central hace un alto en el camino para tomar perspectiva del impacto de los aumentos llevados a cabo. Ya lo hizo en junio después de diez subidas consecutivas y no le tembló el pulso para retomar la senda alcista el pasado mes de julio, sin alejarse del objetivo, que es mantener el IPC en el entorno del 2%. Sin embargo, las presiones inflacionistas lejos de remitir, han vuelto a girar al alza este verano. El Índice de Precios de Consumo (IPC) de agosto ha repuntado cinco décimas en tasa interanual durante agosto, hasta el 3,7%, en su segundo repunte consecutivo tras doce meses a la baja. 

Las últimas actas del organismo con sede en Washington ya reflejaban la preocupación acerca de que los precios rompieran su senda descendente, tal y como refleja el Índice de Precios del Productor (IPP). Este indicador -el más seguido por la Fed a la hora de tomar una decisión sobre los tipos- ha cerrado el octavo mes del año con un incremento del 0,7%, frente al rebote del 0,4% del mes anterior y por encima de previsiones. Estos datos se conocen al calor de una actividad que crece por debajo de las expectativas -el PIB experimentó un avance intertrimestral del 0,5% entre abril y junio-, pero no se enfría al ritmo esperado por la Reserva Federal acorde al nivel al que han llegado los tipos. 

Dentro de la batería de datos macroeconómicos también está el mercado laboral, que sigue dando síntomas de resistencia. En este sentido, si bien la tasa de paro repuntó en agosto tres décimas, hasta el 3,8%, la clave está en las peticiones semanales de subsidio por desempleo. En concreto, esta tasa ha experimentado un leve repunte hasta las 220.000 frente a las 216.000 de la semana anterior, pero siguen por debajo de lo esperado por el mercado, su marca más baja desde finales de julio, lo que indica que las tensiones en este ámbito continúan y ejercen presión sobre los precios. 

En lo que coinciden todos los analistas es que el ciclo de subidas llega a su fin. En el caso concreto de EEUU, las últimas dos veces que los tipos estuvieron por encima del 5% estalló una burbuja. Primero la de las 'punto.com' y luego la inmobiliaria, con na consiguiente contracción de la actividad. Cuando se cumplen quince años de la quiebra de Lehman Brothers, cuyas consecuencias son conocidas por todos, la duda está en si Powell se pasará de frenada o logrará un aterrizaje suave de la economía. De momento, la recesión más anunciada de la historia parece que no se producirá, al menos en 2023. 

Las proyecciones de los economistas la Reserva Federal descartan que esto ocurra durante el año vigente, aunque prevén que el crecimiento económico en los próximos dos años "se mantendrá por debajo de su estimación del crecimiento potencial de la producción", que en suma se puede traducir en un pequeño aumento del paro. Esto ocurre al tiempo que la mayoría de economistas retrasan la entrada en una recesión económica o directamente la descartan. La última encuesta a gestores de compras que elabora Bank of America recoge esta percepción, con tan sólo un 21% apostando por una reducción de la actividad grave. 

Mostrar comentarios