Guerra contra la inflación

No hay fin de ciclo de tipos: Powell (Fed) pondrá tasas al 5% en la mesa del 2023

El banco central afronta su última reunión del año un día después de los nuevos datos de inflación en EEUU, que seguirá moderándose por quinto mes pero aún multiplicará su objetivo del 2%.

Consejo de la Fed con Powell en el centro de la imagen.
Consejo de la Fed con Powell en el centro de la imagen.
Fed vía La Información

El ciclo alcista de los tipos de interés en EEUU seguirá vivo este miércoles a pesar de que la Reserva Federal (Fed) ha dado señales de un menor ritmo de ajuste. Después de cuatro reuniones consecutivas con aumentos de 75 puntos básicos, el banco central prepara un alza de 50 puntos básicos para este miércoles, según vaticinó el gobernador Jerome Powell en su último discurso. Es una cuantía inferior pero elevada en términos históricos. 

Los mercados han interpretado como un gesto de alivio este cambio de marcha, eclipsando la segunda parte del mensaje: los tipos alcanzarán un nivel más alto de lo previsto en 2023 y permanecerán en niveles restrictivos más tiempo. Se espera que la Fed ponga el acento en un 'discurso más duro' (hawkish) para evitar un relajamiento de los mercados ante la inflación. La lectura del IPC de noviembre que se conocerá este martes volverá a ocupar el protagonismo solo 24 horas de la decisión del banco central.

"El sentimiento es muy optimista en el mercado de bonos de EEUU con los rendimientos de los bonos del gobierno y los diferenciales de crédito de los bonos corporativos cayendo al mismo tiempo. El motor de la euforia de los bonos es la confianza de los participantes del mercado en que la inflación de EEUU ha tocado techo y que la presión sobre la Reserva Federal (Fed) para subir las tasas pronto será reemplazada por especulaciones sobre el momento del primer recorte de tasas", explica Markus Allenspach, director de análisis de renta fija del banco suizo Julius Bäer. 

Powell ha sido claro hasta la fecha. No es momento de hacer una pausa ni de vender la piel del oso antes de cazarlo. La inflación sigue triplicando su objetivo del 2%, nivel al que busca devolver el IPC a medio plazo. Con la elevación del techo de tipos hasta el nivel del 5% al 5,25%, la Fed dejará claro que faltan por subir 150 puntos básicos más el precio oficial del dinero, es decir, que restarían otros tres movimientos, incluyendo el de este miércoles, para poner fin al ciclo alcista de su política monetaria.

"Básicamente, compartimos esta perspectiva; nuestros economistas predicen un recorte de tasas para el verano y en nuestro último Research Focus de estrategia de renta fija, recomendamos posicionarse para la moderación del banco central con bonos de calidad y mayor duración. Dicho esto, en nuestra opinión, el movimiento en las últimas cuatro semanas ha sido demasiado rápido y ha ido demasiado lejos. La ganancia mayor a la esperada de los precios al productor para el mes de noviembre muestra que todavía existe cierto riesgo de inflación en ambos lados", alerta Allenspach.

En este sentido, Gilles Moëc, economista jefe en AXA IM, considera que Powell volverá a ejercer de 'halcón' en su retórica el miércoles para evitar que se lancen las campanas al vuelo. "La Reserva Federal tiene buenas razones para creer que el endurecimiento que ya ha llevado a cabo este año está teniendo un impacto en la presión inflacionista, pero también que la diferencia con respecto a su objetivo sigue siendo demasiado alta para justificar la complacencia", apunta. En este sentido, el consenso de economistas prevé una lectura de IPC del 7,3% en noviembre, cuatro décimas por debajo de octubre y el quinto mes seguido a la baja. La subyacente -sin energía ni alimentos- caería también al 6,1%.

"Las tendencias de ambas series son alentadoras: lo que se vislumbra para los precios estadounidenses es definitivamente menos aterrador que el panorama del verano pasado, pero tardará en llegar a los precios al consumo", considera Möec, que opina que Powell seguirá dibujando un horizonte al alza para los tipos. 

"La Fed no está lista para aterrizar. Actualmente está dando vueltas alrededor de la pista de aterrizaje, intentando ver a través de una 'niebla de datos' si se están cumpliendo las condiciones antes de desplegar completamente el tren de aterrizaje", agrega el economista francés usando la clásica metáfora aeronáutica para el banco central y la economía.

Más allá de la inflación o el crecimiento económico, Powell ha dicho una y otra vez que una de las claves para un viraje de la restricción monetaria es el mercado laboral. Aquí 'las buenas noticias son malas noticias' para los mercados. La tensión entre demanda y oferta de empleo mantiene el desempleo en zona de mínimos prepandemia -por debajo del 4% de tasa de paro-, que a su vez suponen niveles no vistos en el último medio siglo.

"La pregunta más importante es hacia dónde va la Fed a continuación. Desde nuestro punto de vista, la perspectiva económica no ha cambiado de forma sustancial desde la reunión de noviembre. Es importante destacar que el mercado laboral sigue al rojo vivo, lo que deja a la Fed con mucho trabajo por hacer. Esperamos que el mercado de tasas considere que el encuentro del comité FOMC de diciembre es agresivo", auguran Michael Gapen y Mark Cabana, analistas de divisas del estadounidense Bank of America

Buena parte del mercado espera una relevante actualización de las previsiones macroeconómicas para EEUU en 2023 y 2024 para recoger el escenario de menor crecimiento. Además, la Fed tendrá que realizar alguna mención adicional a reducción de balance que acompañe a la decisión de la Fed, algo que para muchos expertos es la gran subida de tipos de interés oculta por sus efectos sobre la liquidez de los mercados. 

El balance de la Fed habrá menguado en unos 500.000 millones de dólares en 2022 (de 9 a 8,45 billones) y la quinielas de firmas como ING apuntan a que se duplicará este ritmo a 1,2 billones de dólares durante 2023, hasta 7,25 billones. De este modo, el banco central lograría desmontar cerca de la mitad de los estímulos inyectados a raíz de la pandemia de 2020. De cumplir con ese guion, los mercados volvería a asistir a turbulencias en bonos y bolsas.

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