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Podcast | La reforma de las pensiones y el mensaje contradictorio al ahorrador

De enero a septiembre las aportaciones brutas a estos instrumentos se hundieron un 22% en relación al año previo hasta los 453 millones de euros y se prevé que caigan más con la nueva fiscalidad

La reforma de las pensiones y el mensaje contradictorio al ahorrador
La reforma de las pensiones y el mensaje contradictorio al ahorrador
Pixabay

Inverco, la asociación de las gestoras de fondos de inversión y planes de pensiones, ya adelantó hace tiempo que las aportaciones a los planes de pensiones individuales iban a reducirse alrededor del 40% este año. De momento, entre enero y septiembre las aportaciones brutas a estos instrumentos se hundieron un 22% en relación al mismo periodo del año previo hasta los 453 millones de euros. 

Sin embargo, la clave va a estar en los datos del cuarto trimestre, cuando se concentran la mayoría de las aportaciones, que buscan rebajar la factura fiscal en el impuesto sobre la renta. Los últimos cambios introducidos en los Presupuestos Generales del Estado de 2022 hacen prever un desplome aún mayor... y llevan a algunos expertos a considerar que el Gobierno está incurriendo en una contradicción.

El principal vehículo que los españoles emplean para ahorrar de cara a la jubilación ha recibido una nueva estocada con las cuentas del año próximo. Para entonces se rebaja a 1.500 euros el tope de aportación a estos instrumentos que puede beneficiarse de una desgravación (esa cantidad se resta directamente de la base imponible para que el contribuyente solo tribute en el IRPF por la cantidad resultante). 

Ese tope ya se había reducido este año hasta los 2.000 euros desde los 8.000 euros que se contemplaban en 2020. Este incentivo ha convertido a los planes individuales en un vehículo de ahorro empleado sobre todo por rentas medias y altas y muy popular también entre los autónomos, que actualmente cuenta con cerca de 8 millones de partícipes, según los datos que maneja la propia Inverco.

Los expertos temen, además, que sin algún tipo de incentivo, las empresas, y muy especialmente las de menor tamaño, sean incapaces de implicarse realmente en estos planes colectivos; y lamentan que los cambios e idas y venidas en este ámbito a lo largo de más de una década dejan muy poco margen de maniobra o de previsión tanto a este colectivo –mayoritario en nuestro sector productivo- como a los autónomos.

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