La renta fija paga más

¿Por qué las compañías prefieren cada vez más dejar la Bolsa Mexicana de Valores?

Desde 2017 ninguna empresa ha entrado en el índice del país norteamericano, al contrario, decenas de firmas han preferido salirse del selectivo ante una regulación estricta, unos costes altos y unas valoraciones reducidas

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¿Por qué las compañías prefieren abandonar la Bolsa Mexicana de Valores?
Archivo / L. I.

En la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) no se toca la campana desde 2017. Si bien la sequía de Ofertas Públicas Iniciales (OPI) es un fenómeno que se está viendo también en Europa y en toda Latinoamérica, en el país norteamericano es aún más acentuado. Además, el índice sufre una sangría de empresas que deciden deslistarse, es decir, excluirse de bolsa. Andrés Cardona, analista de Citi que cubre México, calcula que han sido alrededor de 20 en tan solo cinco años: entre estas destacan Aeroméxico, la aerolínea bandera del país, Banco Santander México, la empresa de seguros General de Seguros, la distribuidora de alimentos Grupo Lala. Otras, como la distribuidora de materias primas Pochteca, están en proceso.

México es la segunda economía de Latinoamérica solo por detrás de Brasil. Su bolsa también es la segunda más grande, superada solo por el país suramericano. Sin embargo, el mercado mexicano es pequeño. La BMV tiene una capitalización de casi 500.000 millones de dólares -el Ibex, unos 720.000 millones de dólares- y desde los máximos de 2013 su valor ha caído más de un 13%. Luis Gonzali, Director de Inversiones en Franklin Templenton México, explica que este fenómeno depende mucho de la falta de cultura de la gobernanza corporativa debido a un tejido empresarial constituido principalmente por empresas familiares.

“A los dueños de las grandes empresas mexicanas no les gusta ceder poder sobre sus compañías”, comenta por llamada telefónica. Del lado opuesto, también es un asunto de educación financiera, puesto que el inversor mexicano no suele apostar por activos locales, sino prefiere las acciones extranjeras. Todo lo contrario que Brasil, donde hay una fuerte inversión en el mercado local, según destaca Gonzali. “El apetito de un inversor local en activos mexicanos, sobre todo de renta variable, es relativamente bajo”, afirma.

Cardona, de Citi, añade otras razones. Por un lado, los excesivos requerimientos de los reguladores, que frenan las empresas a la hora de decidir si estrenarse en el mercado. Y en segundo lugar las valoraciones. “Muchos de los deslistes se han realizado a valoraciones muy inferiores a la de transacciones similares en mercados privados, lo que también ha dejado mal sabor de boca a los inversores”, asegura. 

El precio del dinero también juega un papel fundamental. El Banco de México ha mantenido este jueves por séptima vez consecutiva los tipos de interés en el 11,25%, los más elevados de la historia del país, tras apreciar un aumento de la inflación. Por ello, los inversores ven más atractiva la inversión en renta fija que en renta variable, más volátil, de más riesgo y que paga menos. Los bonos de estado con vencimiento en 10 años, de hecho, tienen un retorno superior al 9%.

Si las multinacionales ven más riesgos que oportunidades en el mercado bursátil mexicano también depende de su divisa, que ha llevado a algunas empresas a dejar de cotizar por la inestabilidad del peso. La fortaleza de la moneda mexicana hoy en día se debe también al récord de remesas que proceden de EE UU y tienen como destino final México: superaron los 63.000 millones de dólares. 

Ley del Mercado de Valores

La mayoría de las empresas que han dejado el parqué mexicano se han vuelto privadas. Unas cuantas, en cambio, han decidido debutar en otros mercados. Es el caso de la inmobiliaria Vesta, que debutó en Wall Street en junio de 2023, y de la cadena minorista mexicana Tiendas 3B, que empezó a cotizar este viernes en EE UU.

Sin embargo, el escenario podría cambiar. El año pasado el gobierno aprobó una nueva Ley del Mercado de Valores en el intento de resucitar su bolsa. La normativa está pensada para todo tipo de empresas, pero busca apoyar especialmente a las pequeñas y medianas empresas a salir al mercado de capitales. Entre las novedades, recorta los tiempos necesarios para poder entrar en el índice y buscar financiación, rebaja los costes y los requerimientos para acceder. 

“Los que típicamente financiaban a las pymes, como la empresa de microcréditos no bancarios Crédito Real han tenido problemas en los últimos años”, explica Gonzali. Crédito Real se encuentra en proceso de liquidación después de haber incumplido en 2022 un pago de deuda. “Las pymes se encuentran en una zona gris, sin capacidad de recibir préstamos y sin facilidades para conseguir capital. La ley busca esto. Facilitar la entrada de la pequeña y mediana empresa al mercado de capitales”, explica.

México se enfrenta a principios de junio a las elecciones federales, tras el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Para Gonzali, las dos principales candidatas, Claudia Sheinbaum, de Morena, y Xóchitl Gálvez, de Frente Amplio, la coalición de partidos de la oposición, no tienen un proyecto para impulsar la bolsa de valores y no cree que un cambio en el gobierno pueda cambiar la situación. Sin embargo, sí considera que dentro del sector existe la intención de que la nueva ley represente solo un punto de partida para crear un mercado más eficiente y profundo.

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