Reacción alcista en bolsa

Powell (Fed) frenará "pronto" el ajuste del balance y cumplirá un año sin bajar tipos

El responsable del banco central de EEUU respalda la previsión de tres recortes de tipos para 2024, con una economía que vuelve a pisar el acelerador, aunque ve necesario ir hacia una política menos restrictiva.

Powell, durante la rueda de prensa de este miércoles 20 de marzo.
Powell, durante la rueda de prensa de este miércoles 20 de marzo.
Fed vía La Información

Quien escuche a Jerome Powell de un tiempo a esta parte pensará que está respondiendo 'a la gallega' cada vez que se le pregunta por la evolución futura de los tipos de interés o las intenciones del banco central a la hora de abrir o cerrar el grifo del ajuste de su balance. Sí, pero no... depende de los datos. El gobernador de la Reserva Federal (Fed) sigue aguantando el tipo "reunión a reunión" hasta el punto de que el próximo mes de julio cumplirá un año desde que subió tipos por última vez. Desde entonces, la inflación se muestra resistente a bajar al 2% y la economía ha pasado de buscar un 'aterrizaje suave' en 2024, a un 'despegue sin tocar pista'.

"Sabemos que reducir el freno de la política monetaria demasiado pronto o en exceso podría resultar en un retroceso en el progreso que hemos visto en la inflación y requerir una política más estricta para devolver la inflación al 2%. Al mismo tiempo, reducir el freno de la política monetaria demasiado tarde o en insuficiente medida podría poner en peligro el empleo, considerando cualquier panorama evolutivo y un equilibrio de riesgos", expuso Powell en su comparecencia de prensa.

El efecto retardado de la política monetaria

Consciente de que los efectos de sus decisiones tardan meses en trasladarse a la economía real, la Fed teme verse forzada a dar marcha atrás si la inflación vuelve a coger fuerza o, por el contrario, que un deterioro repentino de las condiciones financieras frenen la marcha económica. "El comité no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya ganado confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el 2%. Por supuesto, estamos comprometidos con ambos aspectos de nuestro mandato dual y un debilitamiento inesperado en el mercado laboral podría justificar una respuesta de política monetaria", argumentó.

Después de cinco reuniones consecutivas de inmovilismo monetario y con estos en su nivel más alto en dos décadas, Powell se aproxima a su primer aniversario sin mover las tasas después de un ciclo al alza en las tasas, la racha más larga desde antes de la crisis financiera de 2007. Dando por descontado que no tocará la palanca en la reunión del 1 de mayo, con menores posibilidades de que lo haga en junio, la Fed se plantaría en julio con la opción de adoptar su primera bajada de tipos desde marzo de 2020, cuando los bajó por última vez por la pandemia del Covid-19

Reacción alcista en Wall Street

Los mercados celebraron la posición neutral de Powell y que mantuviese la previsión de diciembre de tres recortes de tipos en 2024 (75 puntos básicos en total). El S&P 500 terminó la jornada con un avance del 0,9%, por encima de los 5.200 puntos, mientras que el Nasdaq Composite repuntó un 1,25%. El dólar se depreció con el euro hasta 1,093 unidades y la rentabilidad del bono a 10 años bajó al 4,28%.  

La moderada revisión al alza del indicador de inflación PCE (gasto de los consumidores) se vio acompañada por una drástica mejora del crecimiento previsto, del 1,4% al 2,1%. "Esto es modestamente moderado, pero con las proyecciones de crecimiento e inflación revisadas con mayor firmeza, la Fed cree que el riesgo es que las tasas de interés serán más altas de lo que se pensaba anteriormente en el largo plazo", comentaron en un análisis al termino de la reunión James Knightley y Chris Turner, economistas de ING Research.

En cambio, la posibilidad de un retraso en la llegada de una rebaja de tasas apenas inquietó a los inversores debido a que el banco central acompañó su decisión con un compromiso de 'tapering inverso', es decir, de reducción en el ritmo con el que drena la liquidez actualmente. La Fed está dejando vencer 95.000 millones de dólares al mes en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas que está en su balance. Comenzó ese ajuste cuantitativo (QT) en 2022 y desde entonces ha reducido su cartera de valores en más de 1,5 billones de dólares.

Balance, freno diferido en marcha

"No estamos discutiendo todos los demás problemas del balance. Discutiremos eso en su momento. Pero lo que realmente estamos viendo es reducir el ritmo de liquidación. Estamos hablando de pasar a un ritmo más bajo. No quiero darte un número específico porque no hemos llegado a un acuerdo o una decisión. En cuanto al momento, diría "bastante pronto". No quiero ser más específico que eso", apuntó. Una mayoría de expertos esperan que ese anuncio se concrete en junio, según ING. 

"Esto está en nuestros planes a largo plazo, de hecho, podríamos llegar a un nivel más bajo porque evitaríamos el tipo de fricciones que pueden ocurrir. La liquidez no está distribuida por igual en el sistema. Puede haber momentos en que, las reservas sean abundantes, pero no en todas partes. En aquellas partes donde no son suficientes, puede haber estrés. Eso puede hacer que comiences prematuramente a presionar. Quizá algo así pudo suceder en 2019", admitió Powell. La referencia a lo ocurrido entonces, con un QT de -50.000 millones en curso, parece haber dejado huella el presidente de la Fed y no parece estar dispuesto a repetir el error.

Con todo, el presidente no se olvidó de recalcar que el panorama económico sigue siendo incierto pese a la estabilidad que muestran el cuadro de estimaciones de la Fed. En otras reuniones, Powell se ha encargado de quitarles importancia pese a que son muy seguidas entre economistas, inversores y analistas. Lo cierto es el banco central al que todos miran solo tiene ojos para un indicador: la inflación. Su enfoque seguirá siendo dato-dependiente.  "Tendremos que ver cómo llegan los datos. Por supuesto, nos encantaría obtener datos de inflación realmente buenos. Obtuvimos buenos datos de inflación en la segunda parte del año pasado, pero dijimos que necesitábamos ver más. Ahora tenemos los de enero y febrero, de los que hablé un par de veces. Estamos buscando más", concluyó.

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