Reunión de política monetaria

Powell (Fed) cerrará la puerta a subir tipos pero rebatirá el bajarlos en el corto plazo

Los expertos esperan un cambio de tono en el banco central, descartando la posibilidad de una subida de tipos, pero creen que mantendrá resistencia a bajarlos porque la fortaleza de la actividad económica lo desaconseja.

Jerome Powell, presidente de la Fed.
Jerome Powell (centro y al fondo), presidente de la Fed.
David Fine / Fed vía La Información

Es mayor el riesgo de moverse que el beneficio. El gobernador de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, retomará el micrófono esta tarde después de la reunión de dos días del banco central para volver a encauzar las expectativas de los inversores con los tipos de interés en EEUU y, por ende, en todas las economías con estrecha vinculación a las finanzas e importaciones estadounidenses. Si la semana pasada Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), pecó de pusilánime a la hora de defender la espera a bajar tipos, la reunión con Powell será diferente en términos de credibilidad ante los inversores: si Jerome dice, Jerome hace.

Con los tipos casi 100 puntos básicos más altos en EEUU que en Europa, casi no hay debate sobre la dirección que tomará la Fed pero sí sobre cuándo y cómo lo hará. También sobre el ritmo del ajuste cuantitativo (QT) de su balance. Ahora mismo, el banco central que dirige Powell está recortando en 95.000 millones de dólares mensuales su cartera de deuda soberana e hipotecaria. Los mercados descuentan amplias rebajas y rápidas rebajas de tasas en los próximos meses, pero comienza a descontarse que la Fed mostrará resistencia temporal a hacerlo.

"Es probable que la Reserva Federal formule un plan para desacelerar el ritmo del QT durante la segunda mitad del año, ya que a mediados de año esperamos ver los saldos de los repo inversos bastante cercanos a cero. Tal vez reducirlo en un tercio para empezar. Entonces estaríamos en una senda de planeo durante la segunda mitad de 2024, donde las reservas bancarias comenzarían a disminuir. Entonces esperaríamos que QT haya concluido a finales de año", argumentan Padhraic Garvey, Michiel Tukker y Benjamín Schroeder, analistas del banco holandés ING.

"El mercado de swap señala que existe una probabilidad del 84% de que los tipos oficiales se recorten 25 puntos básicos en mayo", recuerdan desde la gestora especializada en deuda Muzinich. "En EEUU, la Fed se enfrentará en su primera reunión de 2024 a un dilema diferente al del BCE. La diferencia queda quizá mejor demostrada por el contraste en el crecimiento durante el cuarto trimestre de 2023 para las dos regiones. En la Eurozona, el consenso de Bloomberg para el crecimiento es del 0,1% interanual, mientras que la primera estimación para el crecimiento del en EE.UU. fue del 3,3% interanual, frente a la expectativa del 2% interanual. El gasto público y las exportaciones netas contribuyeron a la sorpresa alcista", apuntan.

Ese amplio diferencial de crecimiento económico marcará diferencias a la hora de la necesidad de relajar la política monetaria. "El consenso espera que el FOMC elimine el sesgo restrictivo de la declaración, precisamente el texto que dice "cualquier endurecimiento adicional de la política" y lo sustituya por una frase más neutral. Estoy de acuerdo con esto y espero que el texto sea sustituido por algo que deje la puerta abierta a un recorte en marzo, pero no lo suficientemente fuerte como para que sea un hecho. Creo que el FOMC querrá mantener la opcionalidad", comenta Blerina Uruci, economista jefe para EEUU de renta fija en T. Rowe Price.

En su opinión, una posible sorpresa pesimista podría surgir si la Fed opta en su comunicado por añadir algo parecido a lo que señaló el BCE, es decir, que "la política monetaria es suficientemente restrictiva". Uruci considera que eso sería una "fuerte indicación de que las subidas adicionales tienen una probabilidad cercana a cero e iría en contra de la idea de que la Fed todavía quiere mantener cierta opcionalidad".

Cambio de orientación

La economista de T. Rowe cree que las especulaciones sobre la ralentización de la QT tienen sentido. "Creo que un escenario probable, y hacia el que se inclina el consenso, es ralentizar el ritmo de reducción del balance en algún momento del verano (reunión de junio/julio) con el objetivo de detener por completo la QT el año que viene. Otro escenario sería detener la QT en un momento en que la liquidez del mercado se haya deteriorado lo suficiente como para que la Reserva Federal pueda confiar en que las reservas ya no son abundantes", concluye Urici.

Axel Botte, estratega de mercados de Ostrum AM (Natixis IM), recuerda que un escenario de goldilocks (crecimiento y baja inflación) no requiere de un alivio de la política monetaria, aunque la Fed confirmará "sin duda", subraya el experto, los recortes de tipos previstos en su resumen de proyecciones económicas de diciembre. "Bajar los tipos de interés cuando la ralentización de los precios parece deberse a la oferta de bienes sería prematuro, sobre todo cuando reaparecen las presiones sobre las cadenas de suministro. El repunte de la demanda de crédito hipotecario también indica la magnitud de la reciente relajación de las condiciones financieras", advierte.

Un cambio en la orientación suele ser lo primero, apuntan desde Bank of America.  "Seguimos esperando el primer recorte de tipos en marzo, aunque no esperamos ninguna señal fuerte en enero. La Fed necesita ganar tiempo para ver más datos. Creemos que la orientación de la tasa de política debe cambiar nuevamente, ya que creemos que el actual sesgo al alza en la declaración sigue siendo insostenible. Es probable que el lenguaje se vuelva más neutral, pero la dirección de los cambios recientes indicaría cierto sesgo de flexibilización. Alterar el lenguaje de la declaración a una postura más neutral aún se interpretaría como una señal cada vez más moderada, pero es una señal que el mercado de divisas debería descartar en su mayor parte en este momento, dadas las expectativas para marzo", exponen.

En este sentido, Tiffany Wilding, economista de Pimco, también apunta un giro en la retórica de Powell a la hora de justificar el inmovilismo y la posibilidad de un movimiento en cualquier momento en función de los datos. "Esperamos que la Fed modifique el lenguaje de orientación futura en esta declaración, eliminando el sesgo al alza ahora que ningún funcionario tiene aumentos adicionales en sus pronósticos de tasas de interés de referencia. De lo contrario, y a pesar de las buenas noticias sobre la inflación del gasto de consumo personal (PCE), no diríamos que esta sea una reunión demasiado moderada. Creemos que Powell no llegará a señalar un recorte de tipos en marzo, prefiriendo en cambio mantener la opción de que marzo sea una 'reunión en vivo', con potencial para un recorte", augura Wilding.

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