Supera el 5% del capital

Rubiralta mete 150 millones en Fluidra para espantar a los 'hedge fund' bajistas

El presidente de Yukon Capital, y miembro del clan que controla el gigante médido Werfen, se sienta en la mesa de la empresa catalana de piscinas, inmersa en una crisis en bolsa que le ha llevado a caer un 60%.

Jordi Rubiralta, presidente de Yukon Capital.
Jordi Rubiralta, presidente de Yukon Capital.
L. I.

El peor valor del Ibex 35 en 2022 está librando una batalla fuera de cámaras para frenar la sangría en su cotización en bolsa, después de haber perdido dos tercios de su valor desde enero. Fluidra, el constructor catalán de piscinas y spas, asiste a un pulso entre algunos de los ‘hedge funds’ más poderosos  que están apostando en corto, o a la baja, contra la compañía y el núcleo fundador de la empresa que conforman las familias Planes, Garrigós, Corberá y Serra con alrededor del 28% del capital. La balanza hasta ahora se había decantado en favor del lado bajista pero eso puede cambiar.

Cinco fondos han llegado a acumular más del 3,5% de las acciones de la empresa en posición corta. Son Ako Capital (0,92%), Marshall Wace (1%), Fosse (0,81%) y Kintbury (0,8%), con el gigante estadounidense AQR justo por debajo del 0,5%, según el registro de CNMV. Su actividad ha vapuleado la cotización en los últimos doce meses, que se ha ido de 37 a 15 euros por acción. O lo que es lo mismo, el grupo ha pasado de atesorar una capitalización de 7.400 millones de euros, a menos de 3.000 millones.

La aparición de los hedge funds se vincula a las ventas masivas de acciones que realizó el anterior mayor accionista de la empresa, Rhône Capital, que vendió el 31% de Fluidra en colocaciones aceleradas en bolsa entre julio de 2019 y septiembre de 2021. El fondo todavía controla el 11% del capital y tiene presencia en el consejo de administración, pero los títulos que vendió a través de bancos de inversión como Bank of America, Berenberg y JPMorgan han acabado en manos de estos 'hedge funds' que operan a la baja.

Una poderosa fortuna, al rescate

Desde finales de verano, los fondos se están encontrando cada vez con algo más de resistencia del consejo de administración, que ha salido a realizar compras en bolsa pero no ha resultado suficiente. Ahora han logrado atraer un refuerzo poderoso en términos patrimoniales. Jordi Rubiralta Giralt, presidente de Yukon Capital y primer accionista del gigante médico Werfen, ha construido en apenas dos semanas una participación superior al 5% de la empresa de piscinas tras una inversión que supera los 150 millones de euros.

Según los registros de la CNMV, el mayor de los cuatro hermanos Rubiralta Giralt notificó el 29 de septiembre que había superado el 3% del capital y ahora que su participación excede del 5% de Fluidra. Es el sexto mayor accionista de la empresa por detrás de las familias fundadoras de la empresa y Rhône. Su participación supera a la de Carmen Godia (G3T), que se hizo con otro 5% entre enero y marzo de 2021, poco antes de que Fluidra se incorporase al exclusivo Ibex 35 con las empresas más relevantes de la bolsa.

Las acciones de Fluidra han sido adquiridas a través de Yukon Capital, el holding de inversión y diversificación de la fortuna familiar que se constituyó en 2019, meses antes de la pandemia. Quizá por eso haya permanecido fuera del radar hasta 2022. Este año está protagonizando algunas de las operaciones más sonadas en el sector inmobiliario madrileño como la compra de Serrano 32 (Michael Kors) a Nozar por 25 millones de euros y Goya 36 (We Work) a Merlin por otros 52 millones.

El origen común del imperio Werfen y Celsa

Hijo de José María Rubiralta Vilaseca, Jordi dirige desde hace tres años el consejo del holding familiar después de una etapa de siete años como presidente de Werfen, puesto en el que le sucedió su hermano Marc. Para el gran público puede resultar un grupo empresarial desconocido, pero se trata de un gigante que rivaliza con los Grifols o los Gallardo como mayor fortuna en Cataluña con un origen en actividades del sector médico y la salud.

Werfen es un gigante en la actividad de diagnóstico médico y material hospitalario que facturó el año pasado 1.853 millones de euros y registró un beneficio de 362 millones. El 100% de la empresa se tasó en más de 6.000 millones de euros a raíz de las compraventas realizadas para nutrir de efectivo a Yukon Capital, que todavía posee el 25% del capital de Werfen. Los consejos de las dos firmas cuentan con fichajes recientes de relumbrón como los dos expresidentes de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB), Belén Romana y Jaime Echegoyen.

¿Y tienen que ver con Celsa? Sí pero no. Para el público en general, el apellido Rubiralta está ligado a la conocida siderúrgica más que a Werfen (antigua Izasa). Hace casi dos décadas, los hermanos Francisco y José María Rubiralta Vilaseca -ya fallecidos- tomaron rumbos distintos, escindieron el holding familiar que agrupaba sus empresas en el acero y la medicina, a cambio de un traspaso de activos, acciones y efectivo.

La rama de los Rubió se quedó con las primeras y los Giralt con las segundas. La situación financiera de ambos en 2022 no puede ser más antagónica. Celsa, que arrastra una abultada deuda desde la crisis de 2008 a 2012, se encuentra ahora al borde del abismo y en plena pugna judicial con los acreedores que puede barrer de la propiedad a los Rubiralta Rubió, acosada por los fondos buitre de Deutsche Bank y Goldman Sachs propietarios de la deuda de la empresa. Sus primos, en cambio, acaban de salir al rescate de Fluidra, rentable pero también hostigada por otro tipo de fondos. 

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