En la región de Sichuan

Sinopec acelera la carrera de China por la soberanía gasista con nuevos yacimientos

La petrolera y gasista extiende el tamaño de sus reservas demostrables de gas con el descubrimiento de nuevos yacimientos y el uso a gran escala de técnicas de fracking que hasta ahora dominaba la industria de EEUU.

Regasificadora de Sinopec en Wenzhou, en el río Yangtsé.
Regasificadora de Sinopec en Wenzhou, en el río Yangtsé.
Sinopec vía L .I.

Sinopec se sitúa a la cabeza de la estrategia nacional del gas en China en un intento del gigante asiático por reducir su dependencia de las importaciones desde Rusia, EEUU y Australia. Después de lo ocurrido el pasado invierno, cuando Pekín tuvo que disparar el uso de carbón para la generación de electricidad y calefacción, el Gobierno de Xi Jinping está acelerando sus planes para desarrollar su propia industria gasista que le permita blinda su soberanía energética.

En ese contexto, la multinacional china anunció este lunes que ha certificado 30.500 millones de metros cúbicos de gas natural en el yacimiento que desarrolla en la cuenca de Sichuan, región en el oeste de China en el que nace el río Yangtsé y que se refuerza como región clave de la producción energética para el país. Además de su red de plantas hidroeléctricas (la presa de las Tres Gargantas en Hubei es la más relevante), el río tendrá un papel logístico para el gas.

El nuevo yacimiento de Sinopec, que han recibido el visto bueno del Ministerio de Recursos Naturales, han elevado las reservas geológicas probadas totales de la empresa en la cuenca de Sichuan a 154.700 millones de metros cúbicos de gas, según informó Reuters.  Es el equivalente a la mitad del consumo anual de este combustible que realiza China, el mayor importador neto de gas del mundo. 

Se trata de gas no convencional que se extrae por fractura hidráulica de arenisca. Según Reuters, la cuenca de Sichuan es una de las mayores fuentes de gas natural de China, junto con la cuenca de Erdos en el norte, donde la estatal PetroChina controla la perforación de petróleo y la cuenca offshore de Bohai Bay, donde opera CNOOC.

Hasta el año pasado, el gigante asiático era el tercer mayor comprador de este combustible a EEUU desde que en 2016 la industria del fracking americano pasó a convertirse en exportador neto de gas licuado (GNL) a Europa y Asia. Pero con el inicio de la guerra de Ucrania, España superó a China como cliente de gas estadounidense en el acumulado desde 2016, como publicó 'La Información'. Ahora Pekín busca replicar el modelo estadounidense extrayendo su propio gas.

Huelga en Australia

El anuncio de Sinopec se realizó en un contexto de subidas de precios del gas natural en los mercados como consecuencia de la amenaza de una nueva huelga en el sector gasista en Australia para septiembre. La excolonia británica es una de las fuentes de suministro preferente para Asia y China, pero desde hace semanas genera problemas para el suministro de gas por las huelgas entre los trabajadores de Woodside Energy y Chevron que operan algunos de los principales yacimientos.

Los futuros del gas TTF neerlandés se dispararon un 10%, hasta superar los 40 euros por megavatio-hora, debido a la incertidumbre australiana que puede hacer que se encarezca el gas estadounidense que llega a Europa por la competencia con Asia. Ni siquiera los informes de la Unión Europea (UE) dando conocer que ya tiene asegurado el llenado de sus reservas estratégicas de cara al invierno logró aplacar a los operadores del sector gasista. Tampoco calmó los ánimos el descubrimiento chino pese a que esto reducirá la demanda de gas a medio plazo.

Pese al repunte de los precios del gas registrado en el último mes -que va camino de duplicar su cotización y situarse en máximos de ocho semanas-, los expertos recuerdan que el mercado está sobreabastecido en este momento por la menor demanda y la capacidad ociosa de Rusia que no logra colocar después del progresivo descenso de sus envíos a Europa, salvo a España. En este sentido, la posibilidad de un episodio de tensión en el suministro de gas todavía no es descartable pero tendrá un impacto limitado sobre las cotizaciones. Además, Australia no es un proveedor habitual para Europa.

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