La amenaza para las socimis saltó este martes. Pablo Iglesias, vicepresidente segundo, tomó la palabra y, entre la presentación de la batería de medidas fiscales que contempla el Gobierno de coalición, está la de una tributación mínima del 15% en el impuesto de Sociedades que se aplicará sobre los beneficios que no se distribuyan a los accionistas vía dividendos. La medida, más allá de tener un efecto práctico, amenaza con paralizar la inversión extranjera debido a la incertidumbre jurídica.
Un día más tarde, este miércoles, y sin ser una reacción a dicha medida, se ha sido presentado el informe 'SOCIMIs: Solidez y valor para la recuperación', elaborado por BME y JLL, con la colaboración de Uría Menéndez, que ha abordado este cambio en la tributación. Jesús González Nieto-Márquez, director Gerente de BME Growth, ha destacado que "las socimis ya pagan impuestos, lo hacen sus accionistas a través del reparto de dividendos. Tienen obligaciones fiscales al igual que cualquier otro REIT en países de nuestro entorno". En materia de retribución a los accionistas, las compañías analizadas en el informe distribuyeron 1.254 millones de euros en dividendos durante el pasado 2019, un incremento interanual de más del 60%.
De hecho, Jesús Gónzalez ha recalcado que, por tanto, "no son un producto exótico que nos hemos inventado sino que es un vehículo homogéneo. Son algo que funciona, que tiene éxito y que convendría tocar lo menos posible". Por su parte, Alberto Segurado, director de Deuda y Finanzas Corporativas de JLL España, también se ha mostrado en esta línea, ya que ha destacado que "es un mercado muy atractivo, sigue siendo atractivo y competimos en igualdad con el resto de los REITs, así que no pongamos piedras en el camino".
Luis Molina, abogado de Uría Menéndez, ha arrojado algo más de optimismo para las socimis. Destaca que la medida de esta nueva tributación es una figura que ya existe en EEUU o Australia y que "tiene una buena y una mala noticia". Por el lado positivo, señala que "los inversores de Estados Unidos pueden sentirse más identificados con este cambio fiscal y no es algo que impactará en la mayoría de modelos". No obstante, la nota negativa es que "esta medida fiscal cambia el paso. Hay un cambio que puede alterar la decisión de los inversores a la hora de invertir en una socimi".
La importancia del sector es relevante ya que, actualmente, se encuentra en una fase de crecimiento en la que no paran de debutar nuevas compañías. En España cotizan 83 socimis, de las que cuatro lo hacen en el mercado principal y dos de ellas en el Ibex como es el caso de Colonial y Merlín Properties mientras que las 79 restantes lo hacen en BME Growth, el antiguo MAB. A diciembre de 2019, registraban una capitalización de 25.733 millones de euros.
En términos de negocio, a cierre de 2019 las socimis registraron ingresos por rentas de 2.060 millones, un 8% más frente al año anterior, y un beneficio operativo (ebitda) de 1.700 millones, un 22% superior al de 2019. El beneficio neto alcanzó los 2.500 millones de euros, un 11% más, y la generación de caja neta fue superior a los 500 millones.
Jesús González Nieto-Márquez apuntó cómo el mercado de valores ha servido de revulsivo para el sector inmobiliario, que a través de la cotización oficial ha encontrado una vía ideal para acceder a nuevos inversores y atraer capital a un sector en expansión. “Las socimis juegan un papel protagonista en el mercado inmobiliario, al que aportan una capacidad extra de atraer financiación y más transparencia, y en el mercado financiero, que gracias a estos vehículos cuenta con productos de inversión ligados al alquiler inmobiliario y una mayor diversificación de riesgos en las carteras de los inversores”.
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