Por su iliquidez

Las socimis, castigadas por el deterioro de activos: solo resisten las del MAB

Las compañías también se han visto penalizadas por una reducción de las rentas por arrendamientos como consecuencia del impacto de la Covid-19. 

Ismael Clemente, CEO de Merlin Properties
Las socimis, castigadas por el deterioro de activos: solo resisten las del MAB
Merlin

El impacto de la crisis sanitaria y económica se nota en casi todos los sectores de actividad de nuestro país. La repercusión más clara y evidente ha sido en las compañías ligadas al turismo o la industria, debido a su parón, pero son muchas más las que han sucumbido a sus efectos. Las Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario, más conocidas como socimis, son un claro ejemplo. Estas empresas han sufrido dos golpes: un deterioro en el valor de sus activos y, también, que han debido aplicar ciertas rebajas en sus rentas por arrendamientos, por lo que no serán las previstas antes de que estallara la Covid-19. 

Merlin y Colonial, las dos grandes del sector que cotizan en el Ibex 35, son un claro ejemplo de este nuevo escenario. La primera, dirigida por Ismael Clemente, sufrió la Covid-19 en sus cuentas puesto que su beneficio se desplomó un 73%, hasta los 70,9 millones en el primer semestre debido a la venta de activos y su política comercial para ayudar a sus inquilinos de retail a superar la crisis mediante incentivos, lo que tuvo un impacto contable de 27,8 millones de euros. Este plan consistió en descuentos en la renta del 100% durante los meses de cierre de las tiendas e incentivos para los meses posteriores a la reapertura. No obstante, la valoración de su cartera se mantuvo en los niveles de diciembre, con crecimientos en oficinas y logística y descensos en centros comerciales (-4,7%).

Por su parte, Colonial tuvo una situación muy similar a su 'rival' ya que entró en pérdidas (26 millones) en el primer semestre tras deteriorarse un 0,2% el valor de sus activos. La compañía presidida por Juan José Brugera hizo una estrategia parecida a Merlin y el resto del sector puesto que negoció sistemas de diferimiento o bonificación en el pago de rentas de aquellas empresas que se encuentren en dificultades financieras, como resultado de la prohibición del desarrollo de sus actividades en el sector del comercio o del ocio. "A la fecha actual, el impacto para todo el año de las negociaciones asciende a un 2% de los ingresos por rentas para la cuenta de resultados de 2020", según señaló la propia cotizada. Porcentaje reducido debido a que el sector retail supone una proporción minoritaria mientras que sus carteras de activos de Barcelona y Madrid han corregido un 2% su valor en seis meses.

Con este escenario poco halagüeño, y dada la incertidumbre que rodea al coronavirus, parece lógico pensar en que han sufrido un serio correctivo en el Ibex 35 y así ha sido. La más penalizada durante este ejercicio ha sido Merlin Properties con un 40% mientras que Colonial se deja alrededor de un 33%. Diferencias que se han reducido en las últimas semanas ya que la primera se disparó en bolsa por rumores de una posible opa por parte de Brookfield

Gran accionista en el MAB

Esta evolución bursátil es bien distinta si bajamos algún escalón y miramos el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). En dicho parqué, las compañías más grandes como General de Galerías Comerciales, GMP Property o Testa Residencial cotizan prácticamente planas durante 2020 pero tiene 'truco': su enorme iliquidez. La primera, que capitaliza 3.640 millones y gestiona nueve centros comerciales, solo ha caído poco más de un 2,5% en 2020 pero su volumen es muy reducido ya que, por ejemplo, este jueves solo negoció 32 acciones. ¿El motivo? Su bajo 'flee float' ya que el empresario Tomás Olivo, la séptima mayor fortuna de nuestro país, ostenta un 99,59% del capital. 

Esta situación es la tónica dominante dentro de las socimis que cotizan en el MAB. Por ejemplo, GMP Properties que tiene una capitalización de mercado de 1.110 millones, únicamente sacó a bolsa el mínimo exigido como free float y así lo han hecho muchas otras como Testa Residencial cuyo accionista mayoritario, Tropic Real Estate Holding, ostenta una participación directa del 99,52% o Vivenio Residencial con un 97,46% en manos de Pylades Investment Holding.

El frecuente desembarco de estas compañías en el MAB, con Desarrollos Ermita del Santo como la última debutante hace dos semanas, se debe a su propia regulación ya que es uno de los requisitos principales de este tipo de sociedades la necesidad de que sus acciones coticen en un mercado regulado. De hecho, así gozan de determinadas ventajas fiscales como la tributación a un tipo especial del 0% en el Impuesto de Sociedades (no pagan por este concepto a Hacienda). 

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