Muy cerca del rango de impago

S&P rebaja a B negativo la calificación soberana de Egipto por el "lento progreso"

La prensa económica egipcia publica este domingo la decisión la agencia de calificación de acercar la deuda egipcia a las categorías de "bono basura", ante los problemas del país para acceder a divisas.

Abdel Fattah al Sisi
S&P rebaja a B negativo la calificación soberana de Egipto por el "lento progreso"
Saudi Press Agency

La agencia de calificación crediticia S&P rebajó la calificación soberana de Egipto a B negativo, y la acercó al rango de tener problemas para cumplir con sus compromisos financieros, la segunda rebaja de este tipo que el país árabe recibe en lo que va de mes ante sus dificultades económicas.

La prensa económica egipcia publica este domingo la decisión de S&P de acercar la deuda egipcia a las categorías de "bono basura", ante los problemas del país para acceder a divisas y las dudas respecto a la sustentabilidad de su deuda. La misma agencia ya rebajó en abril sus perspectivas sobre Egipto. El pasado día 8 fue la agencia Moody´s la que rebajó la calificación egipcia, que quedó muy cerca del rango de impago.

En su informe sobre Egipto, la calificadora atribuyó la decisión al "lento progreso de reformas monetarias y estructurales clave", lo que ha llevado a "retrasar el pago de fondos multilaterales y bilaterales críticos para cubrir las elevadas necesidades de financiación externa que Egipto necesita". "Los costos de este retraso incluyen limitaciones para las divisas extranjeras, un amplio margen entre los tipos de cambio oficiales e informales, menos flujo de remesas y una mayor debilidad en la confianza del sector privado y en el crecimiento económico", añadió la organización estadounidense.

Además, apuntó que podría "rebajar más la calificación" si las autoridades egipcias "fracasan al implementar las reformas macroeconómicas requeridas para reducir los desequilibrios económicos del país y destrabar la financiación multilateral y bilateral". "También podremos bajar la calificación si los ya elevados costos de los intereses del Gobierno se elevan aún más, lo que aumentar el riesgo de un intercambio monetario ya bajo estrés", añadió.

Egipto, con una población de más de 105 millones de habitantes, sufre una crisis económica desde hace varios años que se ha agudizado notablemente tras la invasión rusa de Ucrania y la inflación global, y cuyas repercusiones han afectado a una importante parte de la población del país norteafricano.

La severa escasez de divisa extranjera obligó al país norteafricano a acudir de nuevo al Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de nuevos programas de ayuda, que se unen a los otros dos que ya pidió desde 2016. Sin embargo, el préstamo exige la liberación del tipo de cambio, la reducción de subvenciones públicas y mayores privatizaciones de sectores dominados por las industrias públicas, algo que Egipto aún no ha hecho, lo que ha impedido el desembolso de ese dinero.

Actualmente, el país árabe tiene una deuda externa de 165.300 millones de dólares, de los cuales debe pagar unos 29.000 millones en el próximo ejercicio económico y hasta 71.000 en los próximos tres años. Sus reservas de divisas rondan los 34.000 millones de dólares, la inmensa mayoría de las cuales son depósitos de fondos soberanos saudíes y de Emiratos Árabes Unidos. El tipo de cambio actual de la libra egipcia es de 30,8 unidades por dólar en los bancos oficiales, si bien en el mercado negro la cifra llega a las 40 libras por dólar.

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